La vida de Iván Germán sufrió un vuelco a los 23 años, cuando tuvo un accidente de tráfico que resultó en la amputación de su pierna izquierda. Él ya escalaba desde los 14 o 15 años, como un aspecto más dentro de su variada actividad montañera. «Desde entonces, seguí escalando, más enfocado a la deportiva. Lo que realmente me apasiona es el monte, la roca, el campo y el estar con la gente conocida allí», explica.
El pasado Campeonato de España de Paraescalada 2015 fue la primera competición en la que participaba, finalmente persuadido por su amigo Urko Carmona, que ha insistido muchos años para reclutar a este carismático y fortísimo escalador madrileño. «Por lo que estoy viendo, la competición me está molando muchísimo, más que nada por la sociabilización», comentaba durante la prueba en Barcelona, anticipando una carrera competitiva en ciernes.
Allí aprovechamos para hablar con él y conocerlo mejor.
«A ver si conseguimos a más cojos, mancos, ciegos y todo lo que haya por ahí en la roca. Creo que es el momento de promocionar»
Esta es tu primera competición, ¿cómo has llegado hasta aquí?
Hace muchos años que conozco a Urko. Somos muy buenos amigos y desde el día que empezó él con la paraescalada ya lo estuvimos hablando. No me decidí en aquel momento, y han ido pasando los años y Urko siempre me ha ido animando. Y ahora me he animado porque en cierta manera Urko me ha ido empujando, he visto las cosas y creo que es el momento, a ver si conseguimos a más cojos, mancos, ciegos y todo lo que haya por ahí en la roca. Creo que es el momento de promocionar: Urko ha dado un buen empujón y creo que hay que seguirlo.
Comentabas que a los 23 sufriste el accidente pero que antes ya escalabas…
Sí, aunque no escalaba tan fuerte. Me dedicaba a más cosas y hacía un poco de todo: montaña en general, hielo, clásica, deportiva, kayak… En cierta manera, creo que la deportiva es lo más accesible en este caso, con la amputación. Es bastante fácil llegar y meterte. Y allí es cuando me concentré en la deportiva, ya llevo muchísimos años con ella.
«El rocódromo me gusta, es divertido, pero la roca me apasiona»
¿Más en rocódromo o más en roca?
Más en roca. Lo que me gusta es el campo y la roca. Me gusta el rocódromo, es muy divertido, pero siempre me lo he tomado en plan juego. La roca es lo que me apasiona.
Supongo que cuando te ven escalar, para la gente es una sorpresa ver cómo escalas…
Bueno, hay de todo. Es cierto que hay gente que te comenta cosas, sobre todo los niños, que siempre van a venir a preguntar, y van a preguntar lo que no quieres que pregunten. Es divertido. La gente muchas veces te da un reconocimiento, que es de agradecer, la verdad. Pero como es un mundo muy pequeño, al final nos conocemos todos.
«Soy de ensayar y darle pegues hasta que la vía se aburre y me deja subir»
¿A qué nivel escalas?
El grado más duro que he hecho ha sido 8a, he hecho un par de vías. Yo soy de ensayar y ensayar y darle pegues hasta que la vía se aburre y me deja subir.
¿Buscas algún tipo especial de vía o te metes donde te entra en la cabeza y dices «ahí tengo que subir»?
Depende. Para proyecto –cuando busco una vía de dificultad que sea mi tope–, busco algo que, dentro de lo que cabe, me permita subir. Sobre todo, lo que busco es subir de primero y un proyecto que me cueste bastante tiempo y trabajo. Me encanta ensayar. Si salimos a escalar, me gusta meterme en todo: me gusta todo tipo de roca (granito, caliza…), todo tipo de verticalidad (desplome, placa…).
¿Dónde sueles escalar más?
Por la zona centro: Patones es una zona asequible, Somaén también, Cuenca de vez en cuando, Castillo de Bayuela… lo que es la zona centro. Y si hay días, a donde podamos: Rodellar, Margalef… lo que sea.
«La escalada es un motor, aire fresco, una ilusión y una pasión»
¿Viajas para escalar? ¿Qué papel ocupa la escalada en tu vida?
La escalada es fundamental: es un motor, es aire fresco, es una ilusión y una pasión. He viajado siempre para escalar; el sentido de viajar es encontrar una zona de escalada. Llevo unos años que no tanto; el trabajo y la vida en pareja lo hacen difícil, y se han ido acortando y, en vez de dejarlo para el fin de semana, ya es un ida y vuelta el sábado o el domingo. Lo que se puede.
¿A qué te dedicas?
Profesionalmente, soy técnico ortoprotésico. Trabajo para una empresa que se dedica a todo tipo de prótesis externas y yo estoy especializado sobre todo en el campo de la protésica de miembro inferior. Básicamente me dedico a ponerle patas a la gente.
¿Qué ambiente te has encontrado en la competición, porque dices que la sociabilidad es lo que más te está gustando?
En cierta manera, siempre he preferido cogerme dos días para irme a escalar al campo y estar tranquilo que venir a una competición, pero hoy me estoy dando cuenta del ambiente que hay aquí, sobre todo entre nosotros los competidores y es súper divertido. Estoy alucinando viendo a la gente escalar, porque nunca tienes esa oportunidad y la verdad es que son unos cracks. Me está molando, me ha sorprendido. Engancha, la verdad.
Además se te ha visto escalar a un nivel muy fuerte. ¿Te comparas con Urko? ¿Hay rivalidad?
Sí, me comparo con Urko en que los dos llevamos muletas. Aparte de eso, poco más tenemos en común. Urko es un genio; es un escalador valiente y único; es un aventurero. Yo soy una persona mucho más comprometida, más segura, no aventuro tanto. Y no estoy tan fuerte como Urko. Es una meta a seguir.
¿Cómo te defines como escalador? ¿Qué tipo de escalada te gusta más?
Como escalador, soy un escalador seguro. ¡Tengo miedo! Me dan miedo las alturas y me cuesta pasar la altura. Me encantan las vías desplomadas, me encantan las vías aéreas, pero me exige también mucho trabajo psicológico y me tengo que familiarizar a la hora de meterme ahí. Me gusta todo, pero a la hora de un proyecto me suele resultar mejor meterme en un desplome.
«Todos somos normales en la normalidad que tenemos»
Pues para alguien con miedo a la altura, al riesgo y con una dificultad añadida, realmente has ido bastante lejos…
Bueno, todos somos normales en la normalidad que tenemos y lo único que nos queda es empujarla. Me ha costado. Tengo limitaciones en unos sentidos que tengo que vencer buscando caminos diferentes… igual que todos. No creo que más que nadie ni menos que nadie.
También eres una personalidad extrovertida y con carisma, ¿no?
Hasta cierto punto. Necesito mi espacio, pues creo que en cierta manera también puedo ser tímido.
¿Te ves también compitiendo a nivel internacional?
Sí, quiero. Me he metido aquí porque también me encantaría a nivel internacional y creo que cuanta más repercusión le podamos dar a esto, más nos va ayudar a sacar gente al campo y a la roca.
«Las limitaciones que nos ponemos son nuestras»
Tu mensaje es animar a la gente que esté actualmente escalando o incluso no escalando, ¿verdad?
Sí, pero a cualquiera. Cualquier persona con o sin discapacidades, con necesidades especiales o no. Yo creo que las limitaciones que nos ponemos son nuestras, y todo el mundo las puede tener, pero creo que en la escalada se pueden salvar de muchas formas y se puede trabajar muchísimo el desarrollo personal y también social, como estamos viendo en la compe.