Dani Andrada y Edu Marín no han escondido nunca su afinidad y la admiración mutua que se profesan. Han escalado mucho juntos en Cataluña y fuera. Son un ejemplo de constancia y fanatismo por la roca, además de dos de los escasos escaladores profesionales de verdad que existen en nuestro país.
Aprovechamos la coincidencia con ambos hace unos días, durante la presentación del nuevo Grigri + de Petzl, para mantener una larga conversación y comentar muchos temas sobre su visión de la escalada en una entrevista a dos voces.
Dani Andrada: «También me gusta la tapia, pero hay que tener tiempo y paciencia»
Dani, ¿cuál de las vías que ha hecho Edu te gustaría haber hecho tú?
D.A. Muchas. Con tal de escalar… También hemos hecho muchas comunes.
E.M. Pocas habrá que no hayas hecho tú…
¿Te animarías a hacer vías en pared como en las que anda metido últimamente?
D.A. Sí, también me gusta, lo que pasa es que hay que tener tiempo. Hay que invertir mucho tiempo y tienes que tener un poco de paciencia. Igual llegas, te hace mal tiempo y puedes escalar poco.
E.M. Eso es lo más duro: las esperas, el no poder escalar… Creo que él no lo llevaría muy bien. Pero lo tengo medio engañado ya para intentar algo juntos.
D.A. Sí. Ese es el problema de las tapias. Si es muy deportivo, no está mal, pero a ver… tenemos que ir a algunas, claro.
Vosotros que viajáis mucho para escalar por todas partes, ¿cómo veis la tendencia actual de equipamiento que hay en España de hacer vías que sean más seguras o más comerciales? ¿Es así o no?
D.A. Al final, que sea comercial o no por los seguros… creo que depende de cada equipador. Hay equipadores que dejan los seguros más lejos, otros que los dejan muy cerca. Sí que es verdad que cuando sales fuera, como por ejemplo en Francia, ves que hay un poco más de alegría con los seguros y si estás acostumbrado a eso, te puede parecer que en España están los seguros más cerca. Pero depende de las vías.
Pero, ¿no pensáis que eso sea una tendencia? No hay más que ver, por ejemplo en Siurana, las vías antiguas con más alejes que las modernas…
E.M. Sí, quizás va por ahí el tema. Sí que existen vías más tipo old school, en Siurana u otros sectores más míticos, que se diferencian un poco por el equipamiento, porque en esas épocas se arriesgaba un poco más en ese sentido, y ahora en los tiempos en que estamos ha cambiado un poco la mentalidad. Se hacen vías de deportiva en las que se busca el máximo nivel y la equipación no tendría que influir.
«Vivir de la escalada no es fácil, hay que tener trayectoria y trabajar mucho»
Vosotros dos sois de los pocos escaladores que pueden vivir de la escalada en España, ¿es difícil ser profesional de la escalada en este país? ¿Os ha costado mucho llegar hasta aquí?
D.A. Vivir bien, sacar dinero, no es fácil. Yo tuve suerte porque empecé muy joven y en aquel momento no había tanta gente. Pero realmente mantenerse ahí y poder sacar dinero de verdad no es fácil. O estás arriba o los patrocinadores…
E.M. Es difícil entrar hoy en día y llegar a ser profesional y ganarte bien la vida. Está complicado, pero tenemos la esperanza de que poco a poco se va profesionalizando el deporte, cada vez hay más marcas y la escalada va creciendo. En los sectores y en los gimnasios se ve que hay un aumento de gente que practica el deporte y creo que esto es positivo para todos.
¿Cuál es el ingrediente básico que hace falta para llegar a ser profesional? Porque hay mucha gente que hace noveno y no gana absolutamente nada con ello…
D.A. Creo que es la trayectoria. No por hacer un par de vías duras vas a ser profesional. Se trata del carisma de cada escalador, llevar tiempo y que el acuerdo que tengas de esponsorización de escalada les interese: que salgas en redes sociales, que te vean escalando en muchos sitios… En mi caso, nunca me hizo mucha falta tirar de redes sociales, aunque también tengo una trayectoria y he probado todo lo que tiene relación con la escalada. Para la gente joven que empieza y que puede pensar que el nivel es muy importante, no es sólo el nivel sino la trayectoria.
E.M. Yo creo que el de Dani es un caso excepcional, porque él está cada día escalando, lo conoce todo el mundo y aunque no haga un trabajo muy intenso en redes, es Dani, un legend. Sí que es verdad que una persona que se implique ahora y quiera llegar a ser profesional tiene que tocar muchos ámbitos: redes sociales, patrocinadores, gestión de imagen, resultados, proyectos… tienes que crearte una empresa tú solo y eso es mucho más difícil porque primero de todo somos escaladores y no estamos capacitados para todo eso. Pero tienes que aprenderlo, porque es fundamental. Es un tema complicado.
D.A. Es difícil, porque hay nivel y hay muchos escaladores fuertes.
E.M. Cada vez hay más nivel y tienes que hacer cosas muy interesantes. Sobre todo en España, hay mucha gente que hace rápido el 8c y también hace 9a. Destacar es muy difícil y lo que una marca quiere son resultados y que tengas algo que los demás no tienen.
También está la cuestión de venderse uno mismo, que los americanos hacen tan bien, de proyectar tu imagen, ¿cómo lo lleváis?
D.A. La diferencia con Estados Unidos es que aquello es gigante y todo se hace a lo grande. Si una marca va bien en Estados Unidos, casi no le hace falta ni salir a Europa. Entonces, los escaladores que son profesionales allí se ganan muy bien la vida; es un poco diferente. Y ellos también trabajan más todo el tema de marketing. A mí no me gusta mucho tener que trabajar todo eso, porque lo que me gusta de la escalada es escalar, pero hay que estar ahí. Esto es como un trabajo, y tienes que dar tu trabajo para que te sigan queriendo. Si no das nada a cambio, por muy fuerte que seas, no les resulta interesante.
E.M. Hay gente que tiene más facilidad, como Dani, a quien tanto las marcas como la gente lo adoran. Pero en cualquier caso hay que estar al día en las redes, porque si no…
¿Este es un trabajo que te exigen las marcas pero que también disfrutas? El hecho de compartir en redes sociales…
E.M. Yo he nacido ya con eso… Es cierto que empecé muy joven, con 15 años, y entonces esto no lo tenía, pero ha sido una evolución y me he tenido que adaptar a todas estas tendencias. A escaladores como Dani les ha cogido un poco más mayor, pero con la trayectoria que él llevaba a sus espaldas no le ha hecho falta hacer eso, pero hoy en día esto ya es parte de la vida de todos los atletas a todos los niveles. Y si no lo gestionas tú, tiene que haber alguien que te lo gestione. Forma parte de nuestro trabajo.
D.A. Pero somos privilegiados de poder hacer lo que nos gusta. Y yo no he sentido mucha presión, porque hacemos lo que nos gusta y vivimos de ello. Yo estoy muy contento, desde luego.
E.M. Somos unos privilegiados. Y mañana nos vamos a probar un proyectito.
Cuéntanos, ¿qué proyectito es ese? ¿En Montserrat?
E.M. El problema es que tenemos muchos, pero alguno probaremos.
«Las salas de escalada en España tienen un problema, que hace demasiado buen tiempo»
El boom de salas nuevas que está habiendo, ¿creéis que va a tener continuidad o que por el contrario muchas van a cerrar?
D.A. Yo creo que en las grandes ciudades las salas están bien, pero en las pequeñas ciudades cuesta. Mantener esto no es fácil, porque hace falta tener mucho dinero detrás y tienes que tener un volumen muy grande de gente y de forma continua, no sólo en invierno. El problema en España es que hace demasiado buen tiempo y eso es algo que siempre hace daño a las salas.
E.M. Es cierto que ha habido un boom en los últimos años, con muchas más salas en las que puedes entrenar con mucha calidad, cuando hace un tiempo, cuando yo competía en Copa del Mundo, me costaba encontrar salas para entrenar. Lo cierto es que el problema de España –lo de problema entre comillas, porque somos unos privilegiados– es que tenemos un clima para escalar todo el año y mucha gente va afuera a escalar. Lo que sí es cierto es que la cultura europea cada vez se decanta más por ir una hora o dos al rocódromo en lugar de ir al gimnasio. Eso está llegando a España y explica el boom en cuanto a gimnasios de escalada, que es algo muy positivo para todos.
D.A. Ese mercado es el más seguro, el de la gente que casi no conoce ni lo que es la escalada en roca. Por ahí le veo más futuro. Pero el escalador en roca que tiene zonas cerca, igual irá al rocódromo en invierno, pero a la que haga buen tiempo se va a la roca.
«El desarrollo de la escalada traerá más interés y más dinero; es bueno para todos»
¿Y eso te parece positivo para el deporte?
E.M. Yo pienso que sí. Si se abren salas, la gente va a poder vivir un poco más de su pasión, se va a crear más afición, va a haber más interés en la escalada y se va a dar a conocer al mundo.
D.A. Hombre, la masificación tiene su lado bueno y su lado malo. Pero para vivir de ello, las salas y todo lo que tiene que ver con la escalada (olimpismo, etc.) va a influir en que haya algo más de dinero: las empresas venderán más material, habrá más gente federada… todo va a ir a más.
¿Creéis que la roca, el medio natural, puede soportar ese crecimiento?
D.A. Depende de la zona. Pero la roca es diferente, porque los gimnasios tienen una gente que está encima, mientras que la roca es una cosa más salvaje. No tiene un mantenimiento sino que tiene que ser con la colaboración de todo el mundo, y no toda la gente está dispuesta a colaborar. Es una cuestión de educación.
Además, tampoco es fácil ya encontrar paños de roca en los que abrir vías. Las nuevas generaciones van a tener difícil abrir vías y quizás será algo casi anecdótico…
D.A. Roca hay mucha, aunque cada vez va quedando menos. Tampoco puedes pensar solamente en la futura generación, porque igual en la futura generación se acaba el mundo. Hay que vivir el presente.
¿Vais a seguir escalando siempre?
E.M. Hasta que el cuerpo aguante, claro que sí. Esto es lo que más me aporta y el día que me deje de aportar igual dejo de escalar, pero llevo 20 años escalando y cada día estoy más motivado, así que no le veo fin.
D.A. Eso es algo que no se piensa, es natural. Hasta que el cuerpo aguante, porque si un día ya no va más, se acabó, por mucho que tú tires de cabeza. O igual te cansas de cabeza y de repente ya no quieres escalar más.
Dani: «Lo máximo que he estado sin escalar fueron unos 20 días, hace ya años»
¿Vosotros no tenéis bajones de motivación como todo el mundo? ¿Sois extraterrestres?
D.A. Igual tienes algún altibajo…
E.M. Sí, es normal que no estés siempre a tope, pero al final lo hacemos porque nos gusta. Esa es la clave de todo. Cuando haces algo por obligación, sí te puedes quemar, pero como nosotros hacemos lo que el corazón nos pide, llevamos siempre esa línea.
¿Cuánto es el máximo tiempo que has estado sin escalar?
D.A. Hace años estuve quizás unos 20 días o así. Pero ahora llevo tiempo sin reposar tanto tiempo. He tenido suerte de que no me he hecho daño.
E.M. Yo ahora llevo cuatro semanas sin escalar mucho por un virus que tengo y que espero que se me pase pronto… También he estado lesionado unas cuantas veces. Me han operado cuatro veces de los dedos y he estado parado un máximo de cinco meses.
D.A. Las lesiones es lo que te para.
¿Tú nunca te has lesionado?
D.A. Yo he tenido algún dolor, pero no que me haya obligado a parar. El dolor siempre se va. Un fisio me dijo que cuando pare me van a doler muchas cosas, así que el truco es no parar.
Hablemos de la competición, porque este año Dani ha vuelto y muy fanático…
E.M. Dani ha vuelto y ha empezado a repartir leña. Ha puesto la casa patas para arriba. Pero es muy divertido y nos está motivando a todos a que le sigamos, y quizás el año que viene competimos con él y nos lo pasamos pipa.
D.A. Después de muchos años sin competir, está bien probarlo y volver un poco. Parta ver el nivel que hay, probar con las nuevas generaciones…
«Cuanto más alto es el nivel más lenta es la evolución»
Habrás visto que no ha subido mucho el nivel o se ha estancado un poco, ¿no?
D.A. Hay gente fuerte, la diferencia es que mucha gente ahora entrena específicamente para esto. Si piensas eso, el nivel no me parece tan alto, pero hay gente fuerte. La gente entrena y quien entrena se pone fuerte, eso está claro. Pero en las competiciones influyen muchas cosas y no sólo el estar fuerte: la cabeza, la suerte…
E.M. También es que Dani hace tiempo que no compite, pero cuando competía estuvo a punto de ganar la Copa del Mundo de Búlder. También es un tío con muchas horas de resina y, aunque lleve mucho tiempo sin tocarla, viene y gana una prueba de la Copa de España. Eso es talento. Yo creo que el nivel sí que está subiendo, especialmente en lo físico, lo que pasa es que las compes de bloque son muy psicológicas y también tienen una parte técnica, por lo tanto tiene que ser un conjunto completo.
Parece que el nivel, no sólo en las competiciones sino también en roca, está subiendo muy despacio…
D.A. Cada tantos años salen talentos, pero cuanto más alto es el nivel más lenta es la evolución. Si ves otros deportes como el atletismo o la maratón, los tiempos que se baten ahora también son muy lentamente.
E.M. El año pasado los dos hicimos Chilam balam, que es 9a+/b. Si este año conseguimos hacer 9b, el siguiente paso es 9b+, pero es que sólo hay tres vías en el mundo. El techo en el grado está ahí. Ha evolucionado, pero es un deporte muy joven y el 9b+ no hace tanto que se ha hecho.
«Seguro que veremos el 9c, y seguro que lo probaremos… por probar…»
¿Creéis que vosotros vais a ver 9c o a probarlo incluso?
D.A. Verlo, seguro, porque Adam [Ondra] tiene un proyecto en Noruega bastante probado que si no hace este año lo hará al siguiente. Aparte de Adam, seguro que vendrá gente parecida a él y llegarán cosas así. Quizás no será este año, pero dentro de unos años.
E.M. Probarlo, lo probaremos. Seguro.
D.A. Por probar…
¿Sabéis cuál es el número máximo de vías de octavo que habéis probado en un día?
D.A. No, pero tampoco serán tantas. Pruebo unas seis o siete al día. Tampoco escalo tanto.
E.M. Nos gusta escalar mucho; ese es nuestro estilo. Nos gusta acabar el día reventados, y notar que hemos estado curtiendo el cuerpo.
Eso también puede que limite la máxima dificultad, porque por ejemplo Chris Sharma contaba que a él lo que más le gusta es probar proyectos y así es como adiestras a tu cuerpo para una vía en concreto muy, muy difícil…
D.A. Yo tengo la teoría de que si pruebas proyectos, escalas menos. También porque siempre estás pensando en reservar. Cuando escalas muchas vías de diferentes grados, escalas más volumen. Probar una vía dura te encierra en un mundo… y tienes que poner tiempo.
E.M. Al final, te obliga a centrarte en eso y dejar de probar otras cosas. Yo siempre he sido más como Dani, lo que pasa es que en estos últimos años, como me he motivado más en dar el salto e intentar hacer el 9b, he tenido que poner más focus en eso. Pero cuesta, porque aquí en Cataluña hay sectores por todos lados y cuando no te llama Dani te llama Patxi… pero es la manera, como dice Chris.
Si sólo pudierais escalar en una sola zona de escalada para siempre, ¿cuál escogeríais?
D.A. ¡Qué difícil! Cogería una zona grande, no un sector… Siurana, Montserrat, un sitio gigante.
E.M. Igual Margalef, porque es de las más grandes y donde hay más potencial y vías.
¿Qué pensáis del entrenamiento?
E.M. ¡Es para flojos! [risas]
D.A. El entrenamiento siempre está bien, pero si tienes que sacrificar tiempo de escalada en roca. Pero es la manera más fácil y rápida de ponerte fuerte.
¿Vosotros sacrificáis ese tiempo?
E.M. Cada vez menos. Pero es verdad que entrené mucho, sobre todo en la época de competiciones, y ahora que escalo en roca entreno lo menos posible.
¿Qué pensáis acerca de los secretivos de la escalada?
D.A. Yo nunca he tenido ningún sitio secreto, pero si alguien quiere mantener una zona en secreto, me da igual. Entiendo que la gente quiera tener su sitio secreto durante un tiempo, porque hay demasiada gente…
E.M. Aunque no lo compartamos, lo podemos llegar a entender. Porque también la gente que tiene secretivos comenzó a escalar en algún sector público. Es algo un poco egoísta. Si el terreno es privado y hay problemas de ese tipo, lo puedo llegar a entender un poco más.
Dejemoslo mejor en Terricolas.
Y los nacidos en Mexico tal vez sean más americanos que los Norteamericanos pero se denominan Mexicanos. Los norteamericanos se podrían denominar Irish Inmigrants. por ejemplo
los nacidos en USA se consideran asi mismos americans. es decir americanos.
Una vez más. En la pregunta numero 7, el gentilicio en español para los ciudadanos de los Estados Unidos, es estadounidense, no americano. Dani lo clara en la respuesta. La entrevista muy buena y entretenida. Saludos