Edu Marín ha planificado a conciencia esta temporada, con una preparación exhaustiva y proyectos cada vez más ambiciosos para llegar a su principal objetivo, en verano, en plena forma. Durante las últimas tres semanas ha plantado su campamento base junto a Dani Andrada en Villanueva del Rosario, donde se han visto las caras con Chilam Balam. Fueron un poco tarde y el calor se les vino encima, pero dejan la vía bien matizada y lista para darle un último empujón el próximo otoño.
De todos modos, Edu no se va de vacío de Andalucía. Entre pegue y pegue a la monstruosa creación de Bernabé Fernández, el escalador barcelonés ha ido dándole también a otras líneas del sector y se ha anotado varias a tener muy en cuenta. Una de ellas fue Matar a Platón, de la que el mismo Bernabé Fernández realizó la primera ascensión en 2011 proponiendo 9a y que han encadenado tanto Edu Marín como Dani Andrada, para quienes más bien sería 8c+.
Otra se llama Chilam Malegnum 9a (75 m) y es una nueva variante de Chilam Balam que evita el bloque final, la parte más dura del histórico itinerario. Se desvía en la última parte del techo para enlazar con la parte final de Malegnum, una vía que se cruza.
Hablamos con Edu Marín el día antes de marcharse de Andalucía, de vuelta a casa para ultimar los preparativos de su próximo proyecto, que ha bautizado como The Marin’s Alps Project y que lo llevará a pasar el verano con su padre ‘Novato’ Marín en una reedición extendida del Pan aroma del año pasado que tan buen sabor de boca les dejó.
¿En qué consiste el proyecto?
Se trata de hacer cuatro de las vías más difíciles o emblemáticas de escalada alpina de Europa durante este verano: Orbayu al Naranjo, Digital crack a la Aiguille du Midi, Voie Petit al Grand Capucin y Sansara al Grubhorn. Todas son vías largas y algunas en autoprotección, que tienen sus particularidades.
¿Qué particularidades dirías que tiene cada una de ellas?
Orbayu [500 m, con un grado aproximado de 8c según las opiniones de repetidores como Adam Pustelnik o Cédric Lachat] es una escalada muy técnica y de presa pequeña. Digital crack [un largo de 8a a más de 3.800 m, en la Arete des Cosmiques] es una placa muy técnica que nos servirá para aclimatar a la altura para luego hacer el Grand Capucin. La Voie Petit [450 m, 8b] es una escalada muy alpina de fisuras en granito. Y Sansara [7 largos, 8b+] es una escalada tradicional de fisuras y techos bastante peculiar.
¿Qué compañía llevarás?
Iré con mi padre y un equipo de filmación, para hacer una película del estilo de la del año pasado pero en plan trip.
¿Qué plazos os marcáis?
Primero iremos a Orbayu, si la meteorología lo permite, el 10 de junio. Estaremos allí como máximo un mes. Hacia mediados de julio, iremos hacia Alpes, donde calculamos estar dos semanas en Francia para hacer Digital crack y la Voie Petit, y tiraremos directamente para Austria para estar otras dos semanas allí en Sansara.
¿Qué te motiva más de este proyecto: las vías, el hecho de ir con tu padre…?
Estos últimos años me motiva más a la vía larga y me gustaría hacer todas las vías duras que hay, y qué mejor que hacerlo con mi padre. Son momentos únicos y tengo que aprovecharlos ahora que él está en forma, porque en unos años no le podré meter esta caña.
Cuando hablas de que quieres hacer todas las vías duras que hay, ¿qué otras tienes en mente?
Pienso en el 8c+ de Alex Huber en Austria [Nirwana, en Loferer Alm], en otras vías típicas como Silbergeier [240 m, 8b+ en el Rätikon], y el año que viene quiero abrir mi propia vía larga de dificultad.
¿No te gustaría intentar el Dawn Wall?
Es un proyecto increíble e impresionante, pero es muy difícil probarla. Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson han estado años y son locales. No digo de este agua no beberé, pero prefiero proyectos cerca de casa, que nos sobra roca y seguro que encontramos algo a la altura.
Por cierto, en los últimos años has hecho siempre alguna ascensión con Sasha DiGiulian, ¿este año también?
Por fechas, no nos cuadra hacer algo este año, pero seguro que otros años sí lo haremos. Nos llevamos muy bien y tenemos ganas.