El pasado mes de noviembre, la prestigiosa revista Time incluía a Ashima Shiraishi en su lista de los 30 jóvenes más influyentes del mundo, procedentes de todas las áreas de conocimiento, arte, negocios, cooperación o deportes. Una acumulación sin igual de talento y potencial integrado por 30 chicos y chicas de entre 13 y 19 años de edad. A tener en cuenta que esta publicación, con más de 90 años de historia y un alcance mundial, publica anualmente un reconocido ránking con las 100 personas más influyentes del mundo y también nombra a la Persona del Año.
Ahora, el mismo semanario estadounidense vuelve a la carga con Ashima Shiraishi y la sitúa en su serie de Líderes de la Próxima Generación (Next Generation Leaders), calificándola como «la mejor escaladora en roca del mundo» y apuntando el siguiente vaticinio: «denle tiempo para terminar el instituto, y podría convertirse en la escaladora más grande –hombre o mujer– de todos los tiempos«.
La propia escaladora se muestra exigente con sí misma y no huye de las comparaciones con los escaladores chicos: «En la escalada, el sexo realmente no importa; sólo estás tu ante la pared. Ya seas más grande o más pequeño que otra persona, te estás enfrentando a lo mismo. Sólo se trata de tu determinación, tu concentración y tu dedicación, eso es lo que te hará más fuerte».
9a/+ de vía, 8C de búlder y un sueño olímpico
Está claro que el currículum de Ashima Shiraishi abona los argumentos de la revista Time. Hoy en día, no hay ninguna otra mujer que haya podido escalar vías de 9a/+ como su Ciudad de dios en Santa Linya. De hecho, hay que remontarse más de una década para encontrar el otro único encadenamiento femenino de ese grado, a cargo de Josune Bereziartu con Bimbaluna en St. Loup. Tampoco hay otra mujer que haya resuelto jamás un bloque de 8C como hizo ella el pasado mes de marzo con Horizon en el Mt. Hiei (Japón). Y sólo Alex Puccio ha hecho más de un 8B+.
Quizás el máximo grado absoluto en ambas disciplinas esté ligeramente por encima hoy en día, pero lo cierto es que no está tan lejos. Un par de escalones la separan del 9b+, un grado que sólo han encadenado hasta ahora Adam Ondra y Chris Sharma. Mientras que no existe consenso sobre ninguna de las propuestas de 8C+ de búlder en todo el mundo.
Pero más allá de esas razones pseudo matemáticas, es indiscutible que Ashima Shiraishi está consiguiendo convertirse en un punto de referencia para la escalada, no sólo entre la comunidad que rodea a este deporte sino para el público en general. Diarios de todo el mundo han llenado páginas con ella, su figura ha salido ya en televisiones de medio planeta y revistas tan importantes como la propia Time se rinden a sus logros.
Pero Ashima Shiraishi tiene la mirada puesta más allá. No sólo más allá en cuanto a grado en roca, sino también más allá en cuanto a competiciones. Y en ese sentido, brillan con luz propia los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. La escalada deportiva está muy cerca de confirmarse como deporte olímpico en aquella cita en la tierra de los ancestros de Ashima. Y ella, que para entonces contará 19 primaveras, no tiene reparos en declarar sus intenciones de colgarse una medalla. Aunque tiene claro que el desarrollo de la escalada en los próximos años va a cambiar muchas cosas: «Siento que la escalada continuará haciéndose mayor. En cada país, en todas partes, estás rodeado de roca. Hay roca en todo el mundo».
Los menores de edad, siempre con casco, por favor… Primero la seguridad, luego todos los encadenes que queramos… Y cuando tengan 18, ya decidirán si lo que tienen dentro de la calabaza tiene suficiente valor como para preservarlo o no…