Lluc Macià continúa haciendo gala de una progresión al alcance de muy pocos. Tutelado en cuanto a preparación por su padre David Macià, reconocido entrenador de escalada, el joven es a sus diez años uno de los nombres más prometedores de la escalada española del futuro. Quema las etapas y los grados a una velocidad de vértigo, un ritmo que no se escapa de las comparaciones con algunos de los más grandes escaladores que en su día fueron los más precoces.
El último paso adelante de Lluc fue el sábado pasado en Montserrat, donde estrenó la página dedicada al 8b de su libreta. Después de cinco días de ensayos, consiguió encadenar Sílfides, «una clásica de Montserrat sur abierta por David Tarragó«, según la anotación de David Macià. La vía se encuentra situada en el sector del Totxo del Clot del Tambor y pasa por ser un itinerario duro y resistente.
El paso de su primer 8a+ a su primer 8b le ha significado al mayor de los hijos de David Macià unos escasos cuatro meses de tiempo. En un fin de semana de principios de octubre se anotó Martina y Sprint final, sus dos primeros 8a+, también en Montserrat. De hecho, son las dos únicas vías de ese grado que ha encadenado hasta ahora. Previamente a eso, se había subido al octavo grado un año antes con Perdonavidas 8a en Margalef.
También en la escalada a vista la progresión de Lluc Macià ha generado noticias. Muy especialmente debido al encadenamiento de Bon viatge 8a a vista en Terradets el pasado mes de noviembre.
Las comparaciones son odiosas
Aunque es cierto que las comparaciones son odiosas, los encadenamientos de Lluc Macià obligan a tirar de hemeroteca para compararlos con los de otros escaladores precoces. A nivel nacional, sólo Héctor Bazán había encadenado antes que Lluc una vía de 8b a los diez años de edad. El también catalán se hizo con El talismà directe 8b de Savassona a finales de primavera de 2013.
Tirando más del hilo de las comparaciones, vale la pena fijarse en uno de los grandes ejemplos mundiales de la precocidad en la escalada, el checo Adam Ondra. El indiscutible número uno de la escalada deportiva en la actualidad encadenó su primer 8b, Mrtvaski ples en Misja Pec (Eslovenia) cuando ya había cumplido los 11 años de edad.