Podría haberlo intuido: tenía madera, tenía ilusión, tenía ganas de caer una y otra vez hasta lograr lo que fuera… pero quién me iba a decir que esa chiquilla que se peleaba con los clásicos séptimos de Ceüsse se fuera a embolsar en doce meses once 8b y dos 8b+…
Ahora ha quedado segunda en la primera prueba de la Copa de España de escalada y sigue tan humilde y emocionada como en aquel viaje. Asegura que la competición no le motiva tanto como la roca, donde va más fanática. Aún así aquí está, dando el callo, para ser capaz de controlar la cabeza, la presión y los nervios…
¿Cómo te has visto en esta compe?
Bien, al principio nerviosa pero en la final me he ido soltando ha medida que he ido escalando y la he disfrutado, me he visto bien.
¿Qué tal era la vía?
Chulísima, era súper progresiva, de escalar y arriba del todo una sección de regletitas de crispar ¡que yo no crispo! La verdad es que una línea bonita.
Con el segundo puesto de hoy estarás contenta…
Bueno, motiva.
¿Cuánto tiempo llevas compitiendo? ¿Cuál ha sido tu mejor resultado hasta ahora?
Llevo años ya, igual cuatro o cinco, lo que pasa es que no he sido nada constante y estos tres últimos años sí que soy más constante. Mi mejor resultado fue hace dos años subcampeona en el campeonato de España.
¿Qué objetivos tienes para este año en competición?
En competición estar ahí. Tampoco me obsesiona lo de las compes, me tira más la roca y esto es como mi asignatura pendiente y por esto estoy aquí dando el callo. Las compes lo veo como que a veces no depende de ti, si se te patina un pie o lees mal o no se te da bien la vía… te vas de vacío… escalo más fanática en la roca.
¿Qué es para ti la competición?
En mi caso es como un ponerme a prueba y controlar los nervios, la presión… siempre estoy dándole a la cabeza me presiono mogollón, es como una manera de coger confianza en mí. Pero es muy relativo porque si te va bien, vale, es el chupinazo, pero no es real porque igual a las otras no se les ha dado bien.