EN OLIANA

Entrevista con Maria Benach, 14 años y primer 8b con Marroncita

La joven escaladora barcelonesa, campeona de la Copa de España sub-16, encadenaba el pasado fin de semana el que podría ser el 8b femenino más precoz de España.

María Benach en Marroncita 8b - Oliana . Agosto 2017  ()
María Benach en Marroncita 8b – Oliana
Darío Rodríguez | No hay comentarios |

Maria Benach no es un nombre nuevo en este medio. En Desnivel.com publicamos la primera entrevista con ella cuando tenía 10 años y se movía principalmente entre las presas de colores del rocódromo, aunque ya había encadenado 6c en Margalef. Hemos ido siguiendo su progresión durante los cuatro años y medio que han pasado desde entonces y que ha vivido un nuevo paso adelante durante el pasado fin de semana, cuando la joven escaladora catalana lograba su primer 8b con Marroncita en Oliana.


Ahora mismo tiene 14 años –cumple los 15 el 30 de septiembre– y es probablemente la escaladora española más joven que ha podido encadenar un 8b. Su evolución, tutelada por su entrenadora la pentacampeona de España de búlder Berta Martín, ha sido constante: 7c+ con 12 años, 8a con 13 años recién cumplidos, su primer 8a+ el verano pasado con 13 y ahora el primer 8b con 14.

Además, anda muy motivada con las competiciones. Este año ya se ha proclamado campeona de la Copa de España sub-16 y tiene entre ceja y ceja el Campeonato de España dentro de unas semanas.

“Al principio no me lo creía”

Has hecho tu primer 8b, ¿estás contenta?
Sí, porque al principio Berta me dijo: “estaría bien que fueras probando uno, que lo fueras matizando para que, cuando te metas en el grado, sepas donde te estás metiendo”. Empecé a probarla hace unos meses y vi que me salían todos los pasos. Como vi que me motivó y que me gustaba mucho, la empecé a probar y siempre me caía en el mismo punto. Entonces paré durante una temporada y este fin de semana volví a ir, el sábado la recordé con un intento y el domingo la encadené. Muy contenta. Al principio no me lo creía.

¿Esperabas que ibas a tardar mucho más en encadenarla?
Yo veía que la podía hacer, pero me faltaba un gesto de rabia en un paso. Y cuando lo saqué, me salió.

¿Tan importante es el gesto de rabia?
Sí, porque si tú vas en una vía pensando que te vas a caer en el mismo punto que te has caído en el intento anterior, vas a llegar ahí y no lo vas a dar todo. Lo que hice fue llegar al paso, relajarme y hacerlo… y me salió. En todos los intentos que le iba dando, me caía en el mismo punto; cuando llegaba allí, me ponía nerviosa y me caía.

“Cada vez que he probado la vía me ha motivado más”

¿Cómo es la vía?
Es una vía de dos largos. El primero es un 7a o 7a+ chulo y después viene a la salida un paso duro y pelín intenso. Son como tres cintas muy intensas, un reposo bueno y, para llegar a la reunión, es muy fino, con pasos muy técnicos a los que hay que ir relajado y sin tener prisa. Es una vía muy chula y cada vez que la he probado me ha motivado más. La disfruto.

¿En qué consiste el movimiento clave?
El paso que más me costaba a mí era uno un pelín largo, que estabas en una regleta de un bidedo y tenías que tirarte como a un invertido de derecha y me costaba mucho pillar el invertido. Era como un agujero enorme que podías coger un pelín en lateral. Pero si lo cogías lateral, costaba subir los pies para seguir. Yo me caía rebotando al invertido. El día que le metí rabia, lo clavé.

¿Qué grado tenía la vía de mayor dificultad que habías hecho hasta ahora?
Había hecho varios 8a+, como tres o cuatro. El último de ellos en Rodellar, la Montserrat en el sector Ventanas.

Tienes 14 años y has hecho 8b, no está nada mal… ¿Has mirado si hay otras chicas que hayan hecho este grado con tu edad?
Hemos mirado, pero de momento que hayamos visto, soy la más joven.

“He decidido no ir al Campeonato del Mundo porque llegó un momento que me estresé”

¿Cómo te ha ido este verano?
Pues muy bien. Empezó con una competición que teníamos en L’Argentière y aprovechamos para ir a escalar a las Gorges du Tarn, que estuvo muy chulo. Después fuimos a escalar a Tres Ponts y me he ido moviendo por la roca. Aunque sobre todo han sido competiciones, porque me han venido todas muy seguidas.

¿Te motiva mucho la competición?
La verdad es que sí. Aunque ahora están haciendo el Campeonato del Mundo en Innsbruck… Yo he estado yendo a las competiciones internacionales, pero llegó un momento que me estresé y decidí no ir al Campeonato del Mundo, porque si voy tiene que ser para dar el máximo de mí. Como yo no me veía al 100%, decidí no ir. Fue una decisión dura, pero dentro de lo que cabe lo he compensado un poco.

“Entreno cuatro días a la semana, más la roca o las competiciones los fines de semana”

¿Cómo es tu vida como escaladora? ¿Estás sobre todo centrada en la competición? ¿Cuánto entrenas?
Sí, ahora básicamente es la competición. Entreno cuatro días a la semana más la roca o las competiciones que te vengan, los fines de semana. Es difícil de organizar, pero voy sobre la marcha.

Berta Martín es tu entrenadora. Ya lleváis muchos años juntas…
Sí, ella me marca los entrenamientos y ya empezamos a apretar duro. Empecé con Berta que debía tener 8 o 9 años.

¿Descansas algún día?
Normalmente, el lunes hago campus y todo lo que es físico, el martes escalo, el miércoles descanso y el jueves también escalo. Cuando tengo competición, refuerzo el viernes.

“Me dio un bajón tras una competición, pero Berta me pegó la charla y ya está”

¿No te cansas ni te desmotivas?
Tuve un bajón en una de las competiciones y me sentía como muy indignada. Yo me veía súper bien entrenando, pero la competición no me iba bien y me desmotivé un montón. Pero Berta me pegó la charla y ya está.

¿Con la charla, Berta lo arregló?
Sí, porque Berta me conoce muy bien. Sabe cuándo estoy mal, cuando tengo exámenes… no hace falta ni que se lo diga, ella ya me lo nota. Nos compaginamos muy bien. A la mínima que voy mal, nos sentamos, hablamos e intentamos arreglarlo.

¿Qué te dijo Berta? ¿Qué frase se te quedó de lo que te dijo aquel día?
Que dentro de lo que cabe tengo 14 años y que acabo de entrar en el mundo de la competición internacional y que no tengo por qué agobiarme. Es normal que quiera hacer buenos resultados y ser la mejor, pero no soy la única, sino que hay mucha gente que quiere llegar a ser primera o ganar. Ella me decía que poco a poco todo llega, que todo sacrificio tiene su recompensa y que llegas a conseguir lo que quieres. Me fue motivando así y luego me pidió hacer una lista con todos mis puntos fuertes: se me da bien resolver, ponerme en la piel de los demás… y así me fui animando. Entrenando también estuvo más encima de mí y diciéndome cosas, y poco a poco me animé.

“Veo difícil ir a los Juegos Olímpicos, aunque hay años para mejorar”

Ahora mismo, ¿cuáles son tus próximos objetivos? ¿En qué competiciones vas a participar?
A mediados de octubre tengo el Campeonato de España de cuerda sub-16.

¿Cómo te ha ido este año con las compes?
En las de Copa de España, la verdad es que muy bien. Empecé más o menos bien, hubo una que me fue un pelín mal, y la última muy bien. Yo me noto muy bien en Copa de España.

Tú eres de la generación que es posible que pudieras ir a las Olimpiadas, ¿no? Porque tendrías 18 años en el 2020… ¿cómo lo ves?
No sé, aún hay años para mejorar, pero de momento lo veo un poco difícil, porque hay mucha gente fuerte que aprieta mucho y que es una pasada cómo escala. Yo soy una entre todas las que hay. Hay cinco o seis que destacan un montón y que dices “lo van a bordar”, y después estamos las otras que luchamos por lo que queremos.

“Soy una escaladora explosiva y técnica, dicen que me parezco a Berta Martín escalando”

¿Cuál es tu mayor virtud como escaladora?
Soy muy explosiva en las vías y básicamente intento dar siempre lo mejor de mí escalando. También tengo mucha técnica, gracias a Berta, que ella es muy técnica y como he estado con ella tantos años… he ido aprendiendo poco a poco. Llegaba un momento que íbamos a escalar juntas a Rodellar y más de uno le preguntaba si yo era su hija, porque escalamos igual.

¿Cuál es el mayor defecto que tienes? ¿Lo que más tienes que trabajar?
Lo que más tengo que trabajar son los lanzamientos y todo lo que es sincronización, es decir, correr por volúmenes y rollos de esos.

¿Cuál es tu zona de escalada preferida?
No tengo una que diga que me encanta. Me gusta mucho Montserrat, que es muy fino, y luego paso a Rodellar, que es muy gorilero. Me gustan también Margalef, Terradets… muchas zonas.

¿Tipo de escalada?
Prefiero el desplome y vías largas. Antes me daban mal rollo las vías largas, pero ahora ya me encantan. Eso de llegar arriba a la reunión y verlo todo…

De mayor, ¿qué quieres ser?
Me gustaría estudiar la carrera de Historia, porque siempre me ha gustado muchísimo la arqueología y todo eso. Y en el mundo de la escalada, llegar a ser campeona del Mundo. Bueno, lo intentaré.

¿Qué hobbies o pasatiempos tienes?
Charlar con los amigos, leer, estar con la familia, dibujar…

“Tienes que luchar por lo que te gusta, porque nadie te lo va a regalar”

Debe ser complicado organizar tu tiempo, entre los entrenamientos, estudios…
Sí. En verano es más fácil, porque como no tienes que estudiar te lo puedes organizar mejor, pero a medida que te vas haciendo mayor cada vez es más difícil estudiar y tienes que tener más tiempo para sacar más nota.

¿Hay alguna frase que te inspire?
Que con esfuerzo todo se consigue. Tienes que luchar por lo que te gusta, porque nadie te lo va a regalar.

¿Qué es lo que más te gusta de la escalada?
Que viajas por muchos sitios y conoces a mucha gente nueva. Además, estás en la naturaleza y tienes como tranquilidad, diversión… Es una pasada cómo me siento cuando voy a escalar.

¿Y de la competición?
Básicamente el ambiente. Cuando es la hora de competir, todos somos competidores, pero cuando la competición termina no dejamos de ser amigos que en cualquier momento podemos quedar para escalar y lo que sea.

Tú empezaste a escalar, pero tus padres no eran escaladores, ¿verdad?
Sí, empecé con 6 años como una actividad extraescolar, un día a la semana. Nadie de mi familia escalaba. Sólo escalamos yo y mi hermano. Mi padre tiene un restaurante y un amigo que iba allí le llevó publicidad del rocódromo La Panxa del Bou, de Sabadell, y decidieron llevarme porque yo me subía por los parques, los árboles, por cualquier lado. Fuimos a hacer la prueba y, como vieron que me gustó, iba todos los viernes. Cuando llevaba dos meses o así, me apuntaron a Copa Catalana, porque antes podías empezar a competir con 6 años si querías. Empecé a competir y en la competición de Reus, que recuerdo muy bien, encontramos a Berta, que dijo que me quería entrenar. Así empecé a entrenar un día con ella y un día en La Panxa del Bou, hasta que llegó un momento que me decidí a entrenar con Berta, y hasta hoy.

¿Cómo recuerdas tu primera competición?
Bueno, antes estaba muy mal organizado y los pequeños competíamos con los mayores. Y recuerdo que me indignaba con los mayores… Las salidas de los bloques estaban altísimas y yo no llegaba ni saltando. En ese momento, pedías ayuda y nadie te subía. Yo indignada. Hubo una competición en la que me saqué la camiseta y dije que ya no quería competir más. Todas las competiciones fueron un drama, hasta que hubo una en la que encadené mi primer bloque.

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