La historia del proyecto Mescalito – Dawn Wall lleva camino de convertirse en interminable. Un año más (y ya van siete), Tommy Caldwell tiene que bajarse de la pared del Capitán sin haber conseguido encadenar su línea soñada, a pesar de contar con la ayuda de Kevin Jorgeson (también lleva varias temporadas) y de Jonathan Siegrist (en su primera experiencia). La llegada de la primera nevada ha marcado el punto y seguido al trabajo de la cordada, que sin duda se reanudarán el año próximo.
Este otoño de 2012, el trabajo en el Dawn Wall comenzó el 10 de octubre, con una cordada inédita formada por Tommy Caldwell y Jonathan Siegrist. Este último ocupaba el lugar de Kevin Jorgeson, con otros compromisos durante la primera parte de la temporada y que se uniría posteriormente al grupo para reforzar la cordada.
El trabajo de los escaladores se ha centrado este año en los largos clave de la vía, la durísima travesía situada a media altura (largos 14 y 15) que termina en un larguísimo dinámico (largo 16). Jonathan Siegrist, bastante familiarizado con el noveno grado, no tardo en darse cuenta que el grado de esos largos se sitúa claramente en el 9a, lo que convertiría a esta línea en la vía larga más dura del mundo cuando llegue a ser encadenada.
Progreso sin resultados
En un detallado post en su blog, Jonathan Siegrist narra los progresos realizados por la cordada en la línea. Según él, las opciones de encadenamiento se fueron ampliando y hubieran tenido alguna posibilidad real de completar el proyecto si la meteorología hubiese sido algo más clemente y la temporada se hubiera alargado un poco más.
Después de dos semanas de trabajo de Tommy Caldwell y Jonathan Siegrist en los largos clave, Kevin Jorgeson se incorporó al equipo. Los tres continuaron matizando los movimientos de los largos 14, 15 y 16 para intentar pintarles el punto rojo y posteriormente realizar un intento completo desde abajo. “Atacamos esta sección de la escalada como si se tratara de un proyecto de un solo largo, marcando cada pequeño movimiento de pie y de mano, trabajando hacia el encadenamiento. Hacia la mitad de la última semana, me sentía bastante confiado de que Tommy iba a sacar adelante el largo 15 y que, con suerte, yo resolvería el largo 14 (ambos en el 9a)”, escribe.
Además, añade que “Kevin se mostró super motivado y en su segundo día allí arriba nos enseñó cómo se hacían las cosas, clavando el Ballistic Dyno dos veces con poco calentamiento”. “Había buena energía allí y, a pesar de las deterioradas pieles y cuerpos de Tommy y de mí, realmente pensaba que podríamos sacar algunos redpoints”.
De hecho, todavía tenían cuatro o cinco días para completar ese objetivo, aunque no contaban con un cambio inesperado de la meteorología. Como en años anteriores, el primer frente realmente frío de la temporada llegó a Yosemite con rapidez, trayendo unas preocupantes previsiones nevadas intensas en la cumbre del Capitán. Tiempo justo para empaquetar sus cosas y marcharse sin cerrar el asunto.
“No ha habido encadenamientos, con lo que es difícil cuantificar y comunicar progreso pero, como cualquiera que haya escalado lo suficiente sabe, chapar cadenas no es siempre algo obligado para sentirse realizado. No puedo hablar directamente por Tommy, pero incluso bajo la lluvia helada dejé el Valle con una amplia sonrisa”, concluye Siegrist.
Mission impossible 9a en Clear Creek Canyon
Tras bajarse de la pared del Capitán, Jonathan Siegrist ha regresado pleno de motivación a la deportiva y no ha tardado en hacerse con un nuevo encadenamiento de noveno grado, en una evidente demostración de que su estado de forma es inmejorable y que las dificultades del Dawn Wall son realmente exigentes. El escalador estadounidense se desplazó hasta Clear Creek Canyon para hacerse con la primera repetición de Mission impossible 9a, una vía equipada hace años por Jay Samuelson y cuya primera ascensión correspondió a Daniel Woods la pasada primavera.
Se trata, según describe el propio Siegrist en su blog, de “una línea bastante guapa, con un estilo único. Hay dos problemas de búlder obvios separados por un buen reposo. El primer problema es muy tenso y sostenido, sobre una mezcla de romos malos y algunas regletas con pies generalmente malos. El segundo problema se caracteriza por un intenso movimiento invertido, algunos pies malos y una secuencia final con un afiladísimo canto y un talonaje super alto a una regleta”.