Nico Favresse describe The devil’s brew, la línea que acaba de trazar junto a su hermano Olivier Favresse, Sean Villanueva y Ben Ditto, como “probablemente la vía más aventurera que hayamos hecho nunca”. La ruta recorre los 850 metros de altura del Seagull Wall y se sitúa en algún lugar de la costa oeste de Groenlandia, donde llevan todo el verano explorando nuevas paredes y donde el mes pasado ya informaban de la apertura de otros tres nuevos big walls.
El cuarteto de escaladores belgas se ha servido de tres campos de hamacas para completar la nueva vía, que empieza desde el agua de uno de los fiordos que ocupan la costa groenlandesa y que tiene todos los ingredientes para ser considerada una de sus mejores ascensiones. Su currículum de aperturas y descubrimientos es envidiable, con ascensiones a paredes vírgenes de medio mundo: la isla de Baffin, Patagonia, Yosemite…
Primeras impresiones
Favresse y los suyos continúan a bordo del velero que les ha cobijado estas semanas de exploración por Groenlandia, y preven bajar a papel los detalles de sus ascensiones en cuanto vuelvan a casa. De momento, los belgas dejan constancia de unas interesantes primeras impresiones sobre la actividad, bajo la pluma de Nicolas Favresse, quien desvela que el capitán del barco, Bob Shepton, les dijo que “llevaba doce años mirando ese muro, pero nunca había encontrado un equipo lo suficientemente bueno”, y continúa narrando la aventura:
“El 12 de julio nos entregamos al ‘muro imposible’. Después de 8 días, nos encontrábamos en la cima, el 22 de julio. Os estaréis preguntando: ¿cómo es posible que hayan pasado 11 días en sólo 8 días? La respuesta, amigos míos, radica en el ardiente sol de medianoche y en las 30 horas de sus días, o sus noches, como queráis llamarlo”.
“Nuestros esfuerzos en la pared nos han ofrecido probablemente la ruta más aventurera que jamás hayamos hecho. Tiene de todo: grietas cubiertas de hierba, grietas con musgo esponjoso, pendientes llenas de líquenes, un montón de basura y una ducha incorporada. Nos llovió encima, se nos cagaron encima y nos vomitaron encima… ahora entendemos porqué los locales lo llaman Seagull Wall (el muro de las gaviotas)”.
Granito de gran calidad
“Cada largo de los 850 metros de la pared ofrecía una escalada de una increíble y sostenida belleza, siempre desafiante, en un granito de soberbia calidad. Estamos muy contentos de haber podido escalarlo entero en libre (si agarrarse a la hierba es aceptado como escalada libre)”.
“Decidimos bautizar esta nueva línea The devil’s brew (la bebida del diablo) por el pequeño regalo que le hicimos a Bob cuando lo conocimos y que él llamo de este modo. También se parece bastante al agua que salía de un agujero negro que encontramos en la pared, tanto en el color como en el sabor”.
“Estamos particularmente orgullosos de no haber dejado nada atrás: ni seguros, ni anclajes, ni reuniones. Hicimos cumbre con todo nuestro material y las hamacas; descendimos a pie hasta la costa y celebramos nuestra aventura con champán y un pez recién pescado. Más tarde esa noche, nos despertó una furiosa tormenta que duró varios días, así que fuimos muy afortunados por no haberla experimentado mientras estábamos en el muro”.