Edu Marín y Sasha DiGiulian realizaron el pasado 20 de julio la segunda ascensión en libre de Mora Mora (700 m, 8c) en el macizo del Tsaranoro (Madagascar). La vía fue abierta en 1999 por los españoles Francisco Blanco y Toti Valés, quienes escalaron en libre diez de los doce largos que la componen y se vieron incapaces de resolver lo que ellos estimaron un 8a.

No fue hasta 2010 que Adam Ondra llegó a Madagascar y, tras liberar su vecina Tough enough original (380 m, 8c), se puso manos a la obra con la liberación completa de Mora Mora. Aplicó su estilo rápido y eficaz para lograrlo y, de paso, rectificar a los aperturistas en cuanto a su estimación de grado del largo duro, que sería 8b+/c en lugar de 8a.
La cordada formada por Edu Marín y Sasha DiGiulian llegó a Madagascar con Mora Mora como objetivo principal. “El 8c está justo a la mitad de la vía, a unos 350 metros del suelo. Nuestra idea inicial era dedicar los primeros días a fijar cuerdas hasta el 8c y poner allí la hamaca para dormir y probar ese largo, que es el difícil. Pero cuando llegamos a Madagascar, vimos que nos habían perdido la hamaca, que nos llegó una semana más tarde. Nos fastidió mucho porque entonces tuvimos que caminar cada día una hora y media desde el camping hasta la pared, jumarear otra hora y media hasta el 8c, probar el largo difícil, rapelar y volver otra hora y media para casa. Los días eran muy largos, estábamos exhaustos y llegábamos al 8c y sólo podíamos hacer dos intentos porque se nos hacía de noche…”, explica Edu.
Cuando por fin llegó la hamaca, las cosas fluyeron mucho más. A las dos semanas, ya habían resuelto todos los pasos y estaban listos para lanzar su intento de encadenamiento desde abajo. Y a la primera, consiguieron su objetivo: “Al final, estuvimos dos días y medio en la pared, con dos noches. Llegamos al 8c hacia las 16:00 horas de la tarde del primer día. Sasha fue la única que tuvo tiempo de darle un intento ese día antes de que se hiciera de noche. Por la mañana le daba mucho el sol y hacía mucho calor, con lo que tuvimos que esperarnos a la tarde. Hacia las 14:00 horas subimos un poquito, pero enseguida se hizo de noche y tuvimos que esperar un día más hasta llegar a la cumbre”.
Granito y con hamaca
Edu Marín se ha enfrentado en esta ocasión a varias circunstancias diferentes de lo que suele escalar. Por un lado, el granito de las paredes del Tsaranoro, y por el otro, la hamaca, que no había utilizado jamás: “Nunca había dormido en una hamaca, porque siempre había escalado en un estilo rápido, y es algo increíble y sobre todo poder compartirla con Sasha”.
En cuanto al estilo, tanto Edu Marín como Sasha DiGiulian han subido todos los largos escalando, y ambos han hecho de primero y primera de cordada el largo clave y más duro de la vía. “A mí me gusta un estilo muy ligero, y todos mis proyectos los he intentado hacer en el menor tiempo posible. En este, hemos elegido otro método: hemos petateado mucha agua y mucha comida y hemos estado muy tranquilos en la pared. El 8c es la clave de la vía. Sí es verdad que los 8a+ son difíciles y los 7c también, porque es un estilo muy técnico, de presa pequeña y te van gastando la piel. El 8c es un largo muy tenso, de presa realmente pequeña, con secuencias de búlder que te ponen muy al límite”, explica Edu.
El escalador catalán cuenta algunos detalles más sobre la escalada de Mora Mora: “Es un estilo muy técnico, porque son placas de granito, con presas muy pequeñas, pies pequeños, muy de la vieja escuela. Creo que la vía es un diez y que necesita que otros escaladores la vayan a probar. Es una vía de corte deportivo. Está toda equipada con parabolts. Sí que tiene una altura para llamarla big wall, porque son 700 metros, pero no tiene exposición; está muy bien equipada, con parabolts cada 3 metros y reuniones muy bien puestas. Toti Valés y Francisco Blanco hicieron un gran trabajo abriendo esta vía en 1999. Es una vía muy difícil, una de las más difíciles que puedan haber, porque el 8c es muy difícil y no creo que mucha gente pueda repetirlo, pero al final no tiene compromiso, es bastante deportiva”.
Desglose de largos (Edu Marín): L1 6a+, L2 6b, L3 7b, L4 7b+, L5 7b+, L6 8a/+, L7 8c, L8 6c, L9 7b+, L10 8a+, L11 7b+, L12 IV.
Tercer proyecto Edu-Sasha y nuevos retos
El de Mora Mora ha sido el tercer gran proyecto de la cordada formada por Edu Marín y Sasha DiGiulian, que ya escalaron juntos Bellavista (500 m, 8b+) en Dolomitas (2013) y Viaje de locos (270 m, 8b+) en Cerdeña (2014). Pero los proyectos no se acaban ahí. “Ahora en agosto me voy un mes a Estados Unidos para entrenar de cara al invierno, cuando me gustaría hacer mi proyecto Stoking the fire 9b de Santa Linya. Chris Sharma hizo la primera ascensión y Adam Ondra hizo la primera repetición. Una vía muy desplomada, de fuerza resistencia, con muchos movimientos seguidos de 7A+ y 7B de búlder, largos sobre invertidos de presas romas. Un estilo que me encanta”, adelanta Edu Marín, que ha vivido una primera mitad de 2017 complicada, afectado por un virus que ha mermado su capacidad.
Sin embargo, Edu mira el futuro más a largo plazo: “Mi gran idea es llevar la dificultad al mundo de las grandes paredes. Llegar a hacer algún big wall con un 9a+ o un 9b, e intentar buscar también el compromiso. Me gustaría el día de mañana abrir mi propio proyecto con mi propia música en este ámbito”.