Que Chris Sharma estaba en su mejor momento de la temporada ya nos lo demostró con el encadenamiento del mega-proyecto de Clark Mountain, Jumbo love, una línea de más de 70 metros para la que tras llegar a la cadena proponía 9b. Pero por si algunos incrédulos no lo tenían claro, Mr. Sharma ha vuelto a poner en marcha sus «prácticas salvajes» sobre el conglomerado de Maple Canyon, en Utah.
«El Rey», como se le conoce por la zona, lograba encadenar sendos 8c´s a vista esta semana. Sus víctimas: T-rex y Divine fury, dos líneas de casi 25 metros ciertamente intensas cuyas bicicletas (y otros trucos que Sharma logicamente no conocía) son consideradas clave para la ascensión.
El californiano se detuvo en Maple, en la que suponía su segunda visita a la escuela, de camino a Mill Creek, y fue a plantarse bajo la cueva de Pipe Dream, reconocida por sus técnicas travesías horizontales. El primer día se apuntaba T-Rex, una extensión de Millenium. El segundo rellenaba la libreta con Whole shot, 8b/b+, Toxic turkey (8b) y otro par de octavos, todos ellos onsight. El tercer día, en apenas 24 minutos de lucha, se hacía con Divine fury, una ruta que Ethan Pringle intentaba recientemente sin éxito.
Chris ya se había quedado cerca del 8c a vista en tres ocasiones esta temporada. Primero en Baltzola, donde a punto estuvo de resolver Nuska (8c/c+) ante cerca de 400 personas durante la celebración del DimaRock Master. Luego fue en Oliana, escuela en la que se apuntaba T1-Full equipe, una línea abierta por Víctor Fernández y para la que el americano no se mojaba. Ya lo hacía su aperturista: «Mínimo, 8c». La última de sus aproximaciones fue con Resistence, un 8c abierto en el 92 por Alex Huber en la escuela austríaca de Schleierwasserfall y para la que Adam Ondra proponía previamente una revisión a la baja del grado. Ahora ya no hay pegas, el 8c onsight de Sharma es una realidad.