Dando continuidad a los números de contenido monográfico que llevamos ofreciendo los últimos meses –en los que hemos tratado en profundidad zonas como el Naranjo, Riglos, Ordesa, Gredos, Montserrat, las paredes de Alicante y recientemente El Chorro– trasladamos ahora el foco no a una zona en concreto, sino a toda una década: la de los ochenta.

Fueron unos años en los que se produjeron las transformaciones más profundas en la escalada, pasando de la alpargata a la bota y al pie de gato, acompañado de todo un cambio de mentalidad. Una época en la que nació la escalada libre primero y deportiva después, en la que se organizaron las primeras competiciones y se establecieron las reglas no escritas que desde entonces hemos seguido. Abordamos estos cambios en un amplio artículo histórico, haciendo un repaso de sus tendencias y algunos de sus protagonistas, sin ánimo de exhaustividad.
También fue una década de importantes expediciones en las altas montañas. Gracias a la importante recopilación realizada por Pedro Nicolás, hacemos un repaso cronológico por las ascensiones más relevantes a cargo de españoles, realizadas en montañas superiores a los 7000 metros en las cordilleras de Asia.
Hemos incluido cuatro entrevistas de personajes representativos de las distintas disciplinas, profundizando en sus trayectorias y su filosofía. Entrevistas con:
Enric Lucas, autor junto al tristemente fallecido Nil Bohigas de la actividad más sobresaliente de esa década, hoy ya convertida en mito: la apertura de una nueva vía en estilo alpino por la cara sur del Annapurna (1984). Nos habla sobre lo que representó aquella expedición y cuál ha sido su aprendizaje vital desde entonces.
Paco Aguado, fue uno de los alpinistas de referencia de principios de la década, con una destacada actividad principalmente en Alpes, así como en Gredos, tanto en verano como en invierno, realizando también importantes escaladas en solitario.
Jesús Gálvez, con una personalidad y talento fuera de serie, es sin duda uno de los escaladores más influyentes de aquella generación. Las vías que dejó en los ochenta siguen contándose entre las más emblemáticas de nuestras paredes, cuarenta años después de su apertura.
Patxi Arocena, con una inagotable motivación y energía de la que todavía le quedan reservas, se codeó en los ochenta con las grandes figuras de la escalada internacional. Suyos fueron muchos de los primeros octavos en las distintas escuelas (y escalones en el grado encadenados fuera del país), así como los primeros octavos a vista.
“Nuestros 80”
Un importante número de páginas lo hemos dedicado a los escaladores y escaladoras más o menos anónimos que vivieron en esa época, muchos de los cuales permanecen hoy en activo. Gracias a las fotografías y relatos que nos han enviado los lectores (respondiendo al llamado que hicimos en redes sociales) y a la participación de algunos colaboradores habituales, ponemos cara y palabras a toda esa generación que forjó las bases sobre las que ahora nos sostenemos.
Un número que sin duda disfrutarán los nostálgicos, pero también para quienes llegaron después y tuvieron de referencia a aquella generación. Y sobre todo un número necesario para los muchos que se han incorporado recientemente a esta comunidad y todavía desconocen su historia.
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