
Por tercera ocasión David Lama coquetea con el noveno grado. Ya ocurrió en su tierra, cuando en la escuela de Niederthai encadenaba Mordor (8c+/9a). La segunda vez fue en España, en Siurana, repitiendo Estado crítico, propuesta como 9a a la que las sucesivas repeticiones han decotado un plus. Este julio, el joven austriaco, en Covolo, escuela transalpina notablemente visitada por los lolos del mundo, lograba tumbar, al segundo intento Il guerriero del futuro, línea cuyo grado tampoco esta completamente consensuado, que David, de 18 años, se apunta como 8c+/9a y que se estira en uno de los muros que contiene mayor dificultad de Italia.

Compartiendo escaladas con Patxi Usobiaga y la local Jenny Lavarda, Lama comenzó abriendo boca con la repetición, a vista, de Incantesimo (8a) del mismo sector y en el mismo día. Tamaño calentamiento y tamaña compañía fueron suficiente para que el austriaco resolviese la vía abierta por Marco Savio, productivo aperturista italiano. El primer punto rojo que vio Il guerriero del futuro se lo puso Dino Lagni, Campeón del Mundo en Birmingham en 1999, y desde entonces, tras la rotura de un agarre crucial, el itinerario no había sido repetido.
Para acabar la jornada, David Lama, con estilo y energía, encadenaba Le dita di Pietro, 8a+, a vista claro. Cabe recordar que Covolo es una escuela conocida por la dura cotación de sus líneas y que Lama hace tiempo que dejó de ser una de las promesas más resplandecientes de la deportiva, habiendo saltado hace mucho a la primera línea de la escalada internacional, aunque no se prodigue en el encadenamiento de líneas célebres. Sobre su forma física, mejor lo explica Jenny Lavarda: «La vía que ha hecho es impresionante y no ha parecido que hiciese ningún esfuerzo. La velocidad de sus movimientos, la coordinación, la potencia. Es increíble, me dejó estupefacta». Lama, un guerrero para el presente y para el futuro.