El Reino Unido tiene una larga tradición escaladora que se remonta a los mismos inicios de este deporte. También en la génesis de la deportiva, nombres como los de Ben Moon, Jerry Moffatt o el recientemente fallecido Andy Pollitt lideraron la escena global. No obstante, en las últimas dos décadas, la escalada deportiva británica parece haberse quedado ligeramente atrás, inmersos sus escaladores más bien en el clasicismo y el grit de las Islas.
De hecho, resulta sorprendente que un país con una historia escaladora tan prolífica solamente tuviera hasta ahora un escalador capaz de haber encadenado vías de 9a+ o más. Concretamente, se trata del veterano Steve McClure que está a punto de cumplir los 50 y en cuyo historial figuran los primeros 9a (Mutation en Raven Tor, 1998), 9a+ (Overshadow en Malham, 2007) y 9b (Rainman en Malham, 2017) del Reino Unido.
Exhibición en First ley
Buster Martin, de 23 años, ha inscrito su nombre como el segundo británico en el 9a+. Para hacerlo, ha escogido una vía nada obvia. Se trata de First ley, un itinerario corto y muy explosivo del sector Laboratori de Margalef. De hecho, comparte primera parte con First round first minute, una de las vías de 9b más famosas del mundo. Tanto la una como la otra fueron obra de Chris Sharma, que se anotó la primera ascensión de First ley en 2010.
Según cuenta él mismo en sus redes sociales, este encadenamiento es la culminación de “doce años de pasión, obsesión y grandes sueños cumplidos”. Buster Martin comenzó a probar First ley en enero pasado: “Tan pronto como me metí en la vía, me quedé enganchado; el grado no importaba y yo había encontrado el oponente para la batalla que siempre había deseado”, explica.
Ha tenido que realizar al menos otros dos viajes a Margalef antes de ser capaz de resolver la vía. El calor, la humedad y las propias dificultades de la ruta le pusieron las cosas difíciles, pero al final desplegó una enorme potencia en un intento definitivo a principios de semana.
Reflexión acerca del grado
El hecho de haberse convertido en el segundo británico capaz de encadenar 9a+ ha llevado a Buster Martin a reflexionar acerca de la importancia de los números y letras: “Cuando más escalo, menos me motivan los grados. Y eso que el 9a+ siempre ha sido un gran objetivo para mí. Es solo un número pero era el más duro del mundo cuando empecé a escalar”.
Sin embargo, él mismo argumenta que: “No es la validación externa o la comparación con otros lo que me inspira, sino el compromiso y la pasión que parece exigir escalar a este nivel. ¡Eso es lo que me motivó a intentarlo!”.