Salamandre es uno de los nombres míticos relacionados con una leyenda viviente de la escalada deportiva. Fue la última gran creación de Fred Rouhling, en 2007, cuando contaba 37 años de edad en la escuela de Double Cache (Saint-Pierre-en-Faucigny, Alta Saboya). Propuso para ella 9a/b, llegó a afirmar que era lo más duro que había encadenado jamás y la encumbró como una clásica a la altura de Biographie.
Sin embargo, como ha sucedido con las otras grandes rutas de Rouhling, Salamandre no tuvo repeticiones rápidas y a punto estuvo de caer en el olvido. De hecho, durante 10 años nadie había conseguido alcanzar su cadena, hasta la llegada de Baptiste Dherbilly.
Este escalador local de 24 años eligió sacar del olvido la línea de Fred Rouhling y trabajó Salamandre en 17 sesiones repartidas en algo más de dos meses. Tras darle unos 50 pegues, finalmente consiguió llevarse el gato al agua en el mes de octubre. Hasta entonces, en la libreta de Baptiste Dherbilly figuraba un único 8c+, Ordalie también de Fred Rouhling y un par de primeras ascensiones que propuso de 8c/+.
La historia de Salamandre
La línea de Salamandre fue equipada por François Ducastel y es íntegramente natural. Fred Rouhling empezó a probarla en 2006, esperó pacientemente durante diez meses a que dejara de estar húmeda para finalmente meterse en ella de pleno en agosto de 2007. A principios de diciembre de aquel año conseguía pintarle el punto rojo.
Respecto al grado, Fred Rouhling la calificó como “una vía de noveno grado extrema” y propuso para ella una cotación de 9a/b, aunque dejó la tarea de concretar más para los repetidores… unos repetidores que han tardado bastante en llegar. En este sentido, Dherbilly ha hablado con Rouhling y considera que el grado más adecuado es 9a+.
La trayectoria de Rouhling
Lo cierto es que Fred Rouhling es un tipo con poca suerte en el sentido de las repeticiones. De hecho, sus vías han generado a menudo polémicas y han recibido escasísimas repeticiones que pudieran confirmar o desmentir la opinión del primer ascensionista.
El gran hito en la trayectoria de Fred Rouhling fue realizar la primera propuesta histórica de 9b, en 1995 (cuando todavía no existía ni tan siquiera el 9a+), para una vía de Eaux-Claires llamada Akira que nadie ha repetido desde entonces. Otros novenos con firma Fred Rouhling son Hugh 9a (también en Eaux-Claires, 1993), L’autre côté du ciel 9a (Eaux-Claires, 1997) o Mandallaz drive 9a (Allonzier-la-Caille, 2004).
Su figura, de todos modos, ha sido ampliamente denostada. Se le critica el hecho de que sus vías incluyeran presas manufacturadas, se le afea que pudiera no haberlas encadenado y se le cuestiona que en realidad fueran del grado sugerido. Sumido entre esas polémicas y un innegable talante visionario, forma parte de la historia de la escalada deportiva.
Vídeo de Baptiste Dherbilly en Salamandre
Des lignes oubliées from Etienne Seppecher on Vimeo.
El vídeo de Fred Rouhling en Salamandre hace 8 años
Salamandre – Fred Rouhling from Revolve Studio on Vimeo.
9a, 9a/9a+, 9a+, 9a+/ 9b y 9b. Sin entrar en los suaves y en los duros, entre 9a y 9b, por lo menos, hay cinco posibilidades de equivocarse. Es que con esto de las barras no se sabe si se quiere decir que se duda entre un grado y otro o si la dificultad está entre un grado y otro. Rouhling, propuso en esa época un grado entre 9a y 9b debido o lo prematuro de la propuesta, y ahora, tras la primera repetición y con todas estas cinco posibilidades (y mas) bien asentadas, a propuesto 9a+ a pesar de no tener un 9a+ en su libreta ni de lejos. Un poco osado, pero si se confirma el grado es una gran ascensión.
de 9a/b a 9a+ ¡eso es tener ojo proponiendo grado vaya crack!