“Un buen amigo y conocedor como nadie de la zona, Armand Ballart, le propone a Paca la posible última línea que queda para abrir en el Pisón, pero la roca en su parte baja deja mucho que desear, así pues nos enseña más o menos por dónde puede ir la cosa”. Como relata Pelut, Armand Ballart les pone sobre la pista de la, seguramente, última línea evidente que quedaba por trazar en el emblemático mallo Pisón de Riglos (Huesca). En ella se embarcan dos reconocidos especialista del artificial: Jaume Clotet Paca y David Palmada Pelut.
En dos ataques cumplen su objetivo. El primero entre el 22 y 28 de agosto, siete días en los que solo abren 4 largos; el segundo del 31 de agosto al 5 de septiembre, en los que se mudan a vivir a la pared y montan dos campos de hamacas hasta concluir su Sin chapas y a lo loco (315 m, A5/Vº B3).
Roca mala, largos muy trabajosos y, sobre todo, reuniones precarias y complejas son la tónica de la ascensión. “¡Vaya puta mierda de reunión! Dos puntas y un friend que no quiero que deje de ser mi amigo. En fin, vale más que nos acostumbremos, pues esto es lo que nos espera durante toda la escalada. La diferencia del ‘non expansion’ es que cuando cuando tu muñeca pide clemencia a gritos, no puedes poner una chapa y bajarte. Quizá tardes unas dos horas en montar algo con un mínimo de condiciones para soportar nuestro peso”, relata Pelut en su escrito.
Precisamente de esta cuestión de las reuniones surge una nueva graduación que nos propone Pelut.