ENTREVISTA

Alexander Polli: «Cruzar volando en traje de alas Roca Foradada en Montserrat fue una forma de autoexpresarme”

El vídeo de su salto BASE atravesando la Roca Foradada de Montserrat ha sido visualizado más de 10,5 millones de veces en Youtube. ¿Quién es el protagonista? ¿Loco o avanzado a su tiempo?


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Alexander Polli es el protagonista de uno de los más famosos y espectaculares saltos BASE que se han podido ver. El vídeo en el que vuela a toda velocidad a través de la Roca Foradada de Montserrat, un agujero en pleno conglomerado de la emblemática montaña catalana, ha dado la vuelta al mundo y ha recibido más de 10,5 millones de visulizaciones desde que lo colgó en la red el pasado mes de abril.

Este vuelo ha coincidido aproximadamente en el tiempo con la serie de accidentes mortales que ha habido este verano entre los practicantes de salto BASE, entre los que se contó el de Álvaro Bultó. La relación que se establece entre una cosa y la otra es inevitable y conduce a la lógica conclusión de que quizás arriesgó demasiado Alexander Polli con ese salto… Pero, ¿qué sabemos de él? ¿Es un loco de la adrenalina o un deportista avanzado a su tiempo?

Sus datos biográficos comienzan hace 28 años en Noruega, donde nació de madre nórdica y padre italiano. Posteriormente, se trasladó a Italia, donde ha vivido la mayor parte de su vida. Entre lo que más destaca él mismo de su historial es que, durante 20 años, ha pasado dos meses cada año en un barco: “He hecho más inmersiones que saltos en caída libre”, afirma, para añadir que “profeso amor por todos los elementos, ya sea la madre océano, la madre montaña o la madre bosque… siento que la madre Tierra me ha brindado los mayores placeres de esta vida. Creo que las mejores cosas de la vida son gratis y sólo necesitas los ojos adecuados para verlas y apreciarlas”.

Coincidimos con él en la International Mountain Summit (IMS) de Brixen-Bressannone y aprovechamos para tener una larga charla y conocerle mejor. Es uno de los personajes más interesantes y únicos que hemos conocido en los últimos tiempos. Inteligente, carismático, gran comunicador, divertido… Tiene las cosas muy claras y unas ideas fundamentadas en la reflexión y la firme decisión de vivir la vida de una determinada manera: una manera que le permita ser feliz en cada momento, disfrutar de la naturaleza que tanto ama y profundizar en su relación con la comunidad de personas que practica salto BASE, intentando escapar del consumismo y no dañar el planeta.

“Vive con un objetivo. Camina hasta el borde. Escucha duro… Ríe. Elige vivir sin reproches”

Hablando con él, uno llega a entender el porqué de la frase “autoproclamado filósofo y artista” que aparece en su página de Facebook. Una página que no tiene desperdicio en la que se define como “atleta BASE, piloto de traje de alas, profesional del body flight y de la caída libre”, cuyo lema es: “Vive con un objetivo. Camina hasta el borde. Escucha duro. Practica wellness. Juega con abandono. Ríe. Elige vivir sin reproches”.

¿Por qué esta última frase?
Como humanos, tenemos algo defectuoso. Somos una criatura que, necesariamente, siempre quiere más y a veces puede ser dirigida por el ego. Cuando digo “camina hasta el borde y practica wellness; vive con objetivo, vive con propósito”… Vives con objetivo o con propósito cuando haces algo con sentido para ti o para otros, que no es dañino para la vida de otros, que no trate de hundir a nadie para hacerte subir a ti. Que seas independiente con tu placer. Creo en una especie de amor; creo en la gente genuina. Si hay algo que me inspira a continuar saltando es que la gente que tiende a hacer actividades outdoor (paracaidismo, submarinismo, escalada en roca, alpinismo, salto BASE…) tienden a ser seres humanos más felices en general. Y la gente que persigue una sociedad más mediática (el mercado consumista), necesita comprar algo para procurarse la felicidad. No creo que sea la manera correcta.

A través de mis vuelos, a través de mis vídeos, una cosa que intento es ser capaz de compartir la felicidad que siento cuando vuelo. Pero otro gran objetivo para mí al compartir mis vídeos es el hablar sinceramente de algo más grande de lo que estoy haciendo con el vuelo o de lo que un alpinista hace cuando escala una montaña; es algo que nos lleva juntos a un terreno moral más elevado: nuestros valores vitales, que son algo diferentes de los de la mayoría del mundo. Nuestro aprecio general por la naturaleza.

¿Cómo sois los practicantes de salto BASE?
Diría que es un grupo de gente revolucionario. La individualidad, la originalidad de cada individuo, es bastante increíble en general. Sociológicamente hablando, hay algo que no he visto en ningún otro sitio: es el único lugar del mundo en el que –exagerando- puedes tener a un oficial antidrogas de la USDA, al lado de un señor de la droga húngaro, al lado de un multimillonario y al lado de un albañil australiano. Y todos se sientan alrededor de la misma mesa y viajan juntos. Todos son familia… a pesar de ser gente que nunca hubiera estado conectada.

Más allá de esto, no es gente superficial. Si alguien te pregunta “¿cómo estás?”, realmente significa “¿cómo estás?”. Es algo que me hace volver una y otra vez; no se trata sólo de saltar. Es también el estado de mente en el que viven los saltadores, cómo vivimos, cómo nos levantamos por la mañana, cómo nos vamos a la cama por la noche. Tu corazón es luz, tu carcajada es fácil… eres verdaderamente libre cuando vives así. Mucha gente no se da cuenta de que, incluso en las grandes ciudades, cuando piensan que viven una vida libre, en realidad no son libres: son consumidos por los medios, que les dicen qué comprar, dónde vivir, que ganen más dinero, siempre están obsesionados sobre algo más, nunca son realmente felices con lo que tienen; sencillamente no pueden sentarse y ser felices con lo que tienen sin desear nada más.

«En salto BASE y vuelo con traje de alas tu modo de progresar y avanzar tiene que ser de una manera muy calculada»

¿Es el salto BASE la revolución actual del mismo modo que lo fue la escalada unos años atrás?
Quizás sí. El deporte está creciendo, la tecnología se está volviendo algo increíble. De verdad pienso que nuestro conocimiento de los trajes de alas es muy pequeño, no sabemos lo que sucede cuando giras con un traje de alas, cuando vas adelante, cuando haces un picado, cuando tratas de flotar… No hay expertos de verdad; estamos aprendiendo. Una de las cosas que hay que recalcar en el vuelo con traje de alas o en el salto BASE en general es que, a diferencia del motociclismo o del snowboard o algo así, en los que se te permite caerte, aquí no te puedes caer. Tu modo de progresar y avanzar tiene que ser de una manera muy calculada y estudiada por la que habrás hecho un entrenamiento potencialmente intenso para llegar a un nivel en el que puedes hacer determinadas cosas con seguridad y repetidamente.

En tu vida, ¿te gusta arriesgarte y estar cerca de la muerte?
No, esa es tu confusión como periodista… Tú igual conduces una moto y vas por una carretera de doble dirección… ¿cómo sabes que la persona del coche que viene de cara no está escribiendo un mensaje de texto o la persona que va en el coche a tu lado no se tira el café encima y se avalanza sobre ti? Ni tan siquiera tienes tú el control; le das el control a otra persona. Yo soy el tío que se abrocha el cinturón en el taxi; soy el tío que no conduce una moto aunque me hubiera encantado… No quiero darle la opción a otra persona de dañarme de esa manera. El riesgo es relativo. Y decir que vivo cerca de ello no es la terminología correcta… Tú ves a los escaladores y yo creo que ellos hacen algo potencialmente más peligroso que lo que nosotros hacemos.

Si miramos todos los accidentes que están habiendo, todos han sido en vuelos con trajes de alas. Creo que de los 22 accidentes mortales de este verano, 20 han sido con trajes de alas. El salto BASE normal es en realidad relativamente seguro, si se hace correctamente y con el entrenamiento adecuado. Pero para la gente que no lo entiende, por supuesto puede parecer que estamos cerca de la muerte en todo momento. Pero yo eso se lo diría a un fumador. Si eres fumador, no es que estés cerca de la muerte, es que tienes garantizado que estás perdiendo tiempo de vida. ¿Qué pasa? ¿Está bien porque es a largo plazo y no es ahora mismo en tu cara? Todo es relativo.

«Esta supuesta cercanía con la muerte te hace entender que la vida tiene reloj»

En tu página de Facebook hablas mucho de tu filosofía de la vida y de la muerte, ¿puedes explicármelo?
La mayor parte del tiempo, en mi página de Facebook hablo de mi filosofía de vida. No hablo mucho de la muerte. Me ha conmovido recientemente una persona cercana que se ha ido, que tuvo un accidente en una competición con traje de alas en China, y eso pone de manifiesto cuánto valoro a la gente de mi alrededor y cómo trato a mis amigos y cómo intento tratar a mi familia. Nunca sabes cuándo tu tiempo se va acabar ni cuándo se va a acabar el tiempo de otra persona. En general, si tienes que pedirle perdón a alguien, te sugeriría que fueras y se lo pidieras; si tienes que felicitar a alguien a quien no has felicitado, también te lo diría; si tienes que confesar algo que te está a agobiando  y que no te deja ser libre, te diría que lo confesases. Esta supuesta cercanía con la muerte te hace entender que la vida tiene reloj. Nunca he conocido a ninguna persona mayor que no me haya dicho que la vida transcurre super deprisa. Todas las personas mayores que he conocido me han dicho que la vida transcurre muy rápida. Yo tengo 28 años y me parece que mis últimos 15 años han pasado en nada, y aparentemente va incluso más rápido cuando te haces mayor. La vida es extremadamente corta y si tienes la suerte de tener algo que amas y tienes la posibilidad de vivir una vida de este tipo, no te puedes rendir ante el miedo que te retiene de hacer algo que te gusta… Te recomendaría que escucharas a ese miedo pero que lo afrontaras, lo entendieras, que te dieras cuenta de si es real o falso.

¿El hecho de practicar este deporte hace que reflexiones más acerca de estas ideas?
Creo que mi deporte me brinda un contacto más cercano con lo que aprecio de verdad en esta vida y cuánto aprecio a los humanos en ella, y cuánto los valoro. Es muy habitual que no valores algo de verdad hasta que lo pierdes. Eso es parte de nuestros defectos humanos. Siempre pensamos que la hierba es más verde del otro lado y nunca apreciamos de verdad algo hasta que lo perdemos. Por supuesto parte del peligro de este deporte me ha abierto los ojos, el alma y el corazón, haciendo que me dé cuenta de quién quiero ser, cómo quiero tratar a otra gente, cómo quiero vivir esta vida… No quiero preocuparme de lo que esté haciendo otra gente y si es buena o no, sólo quiero mantener limpia mi parte de la calle.

«Cada vez que voy a la montaña intento bajar algo que no haya subido yo: una colilla, un vaso de plástico…»

¿Cómo quieres vivir?
Libre. Quiero meter más basura en el cubo que la que deje… Para ponerte un ejemplo, cada vez que voy a la montaña intento bajar algo que no haya subido yo, ya sea una colilla o un vaso de plástico o una botella de agua, algo que encuentre. Tengo como un tic, e incluso viniendo hacia aquí desde el hotel he estado recogiendo colillas. Y lo hago sólo por mí, porque ya sé que es inútil y que la gente las seguirá tirando, es sólo por mí.

¿Eres una persona preocupada por los animales, el medio ambiente?
Por supuesto, estoy muy preocupado… bueno, tengo los ojos abiertos con respecto a lo que le está pasando a nuestro planeta y soy consciente de que el cambio no va a llegar nunca a menos que los humanos comencemos a cambiar uno a uno. El cambio tiene que venir desde dentro y luchar contra nuestra defectuosa naturaleza humana: nuestro consumismo, nuestro ego, nuestro querer más, más, más y más, el nunca estar contento, nunca sentarnos y decir “ya tengo suficiente, ya estoy satisfecho”… Tengo algunos amigos a los que les pregunto: “pongamos que tienes 10, 20, 150, 400 millones, ¿todavía quieres más dinero?”, y dicen que sí. “Pero, ¿sabes cómo vas a gastar el dinero que ya tienes?”. “No”. Eso para mí no tiene sentido. Y creo que la mayoría de la gente piensa así, siempre quieren más y nunca llegan a ser seres humanos ricos, porque un ser humano rico es una cosa diferente.

«He mantenido hasta ahora ese estado mental infantil en el que todo es posible. Me permito soñar. Me permito convertir mis sueños en realidad»

¿Cómo mantienes el equilibrio entre el deporte que practicas y el hecho de vivir con sencillez, sin consumismo…?
Uf… a ver. Por supuesto, soy un gran consumidor, todos lo somos. Yo no cazo mi propia carne, sino que la compro en el supermercado, como patatas fritas, uso botellas de plástico, conduzco como todo el mundo… no puedo decir que sea verde… Cuando le preguntas a la gente cuáles son las mejores cosas de su vida, la mayoría de veces no te dirán “estar en aquella reunión en la oficina”. Si no te dicen “mi mujer y mis hijos”, que es la respuesta más normal, te dirán algo que tenga que ver con su niñez: cómo jugaba aquella tarde o cómo corría hacia el lago aquella fantástica tarde. La mente de un niño es libre, no tiene todas esas ideas en la cabeza sobre lo que la sociedad te dice que tienes que pensar y creer, lo que está bien o está mal… La mente es todavía libre para maravillarse, soñar y creer. Y si hay algo que yo he mantenido hasta ahora es ese estado mental infantil en el que todo es posible. Me permito soñar. Me permito convertir mis sueños en realidad.

En tu página de Facebook dices que eres filósofo…
Autoproclamado filósofo. Si le digo a mi hermana que soy filósofo me dirá que soy un fanfarrón… Pero, ¿cuándo te conviertes en filósofo? ¿Cuando te lo dice una persona, dos, tres…? Porque más de diez personas me dicen que soy un filósofo por cómo pienso y cómo creo. Así que, sí, me quedo con el título: filósofo. Filósofo, artista y después el que vuela en traje de alas.

«Hay filosofía en el salto BASE. Es extremadamente antinatural saltar desde un precipicio»

¿Necesitas ser un filósofo para hacer salto BASE?
Sí, quizás. Sin duda, hay algo de filosofía en el salto BASE. Hay algo de extremadamente antinatural en saltar desde un precipicio. Tus instintos de supervivencia te dicen que eso está mal. Los animales saben lo que es la altura, hasta los ratones saben que no deben saltar desde el techo incluso cuando sólo tienen una semana de edad. Para ser capaz de hacer caso omiso de ese instinto, sabiendo que puedes hacerlo porque te has preparado, sabes cómo funciona, lo has aprendido desde un avión… Sí, puedes hacerlo. Es increíble ser capaz de superar algo así. Superar algo así te puede dar una fuerza increíble para superar cualquier otra cosa en esta vida.

¿Cómo recuerdas tu primer salto BASE?
Fui con un amigo. Llegamos a lo alto del precipicio. Yo había hecho 1.500 saltos en paracaidas durante los dos años anteriores. Nos pusimos los paracaídas y me dijo: “Alex, deberías hacer un mortal hacia atrás”. “¿Sí?” “Venga: 3-2-1… Boom”. Hice un gran salto mortal hacia atrás y volé durante 25 o 30 segundos. Luego volvimos al día siguiente e hice un doble mortal hacia atrás y volé durante 20 segundos. Alguien dirá “¿cómo haces un mortal hacia atrás en tu primer salto?”. Porque yo sabía que el precipicio era tan alto que, incluso aunque lo hubiera hecho mal, tan pronto como el viento llegara, podría volar incluso aunque saliera mirando a la pared, podría girar y salir de allí. O sea, teniendo confianza en tu capacidad y sabiendo que puedes hacerlo.

«El salto a través de la Roca Foradada fue una forma de autoexpresarme»

¿Cómo describirías tu salto en la Roca Foradada de Montserrat?
Fue una forma de autoexpresarme. No lo consideraría una hazaña ni algo que hace un adicto a la adrenalina. Sale de la pasión y el amor por lo que hago, de mi confianza en mí mismo y en mis capacidades, de saber que me puedo preparar para algo como eso. Ser capaz de acertar en la pancarta que puse pintada con los números 2013, haciendo dos saltos repetidos sobre ella: el primero de ellos, en el que fallé el centro por unos 50 centímetros; y el segundo salto, en el que le di al centro de la señal de 2013, que era sólo de 2 metros por 1 metro. Sabiendo que podía hacer eso, no había duda de que podía hacer lo de la cueva, que no es tan pequeña sino que es al menos el doble de grande, yo diría que de 4 por 4. Sabiendo que podía acertar en la pancarta de 2013, sólo el miedo me prevenía de convertir mis sueños más salvajes en realidad… Si me hubieras dicho que iba a hacer eso cuando tenía 15 años te hubiera dicho que estabas loco, que tenía miedo de la muerte y que nunca iba a hacerlo… y en cambio aquí estoy. Fue una experiencia realmente revolucionaria para mí, ser capaz de creer realmente en mí mismo, ver cómo podía ser el proceso y entonces llevar toda esa confianza en mí mismo hasta arriba de la montaña.

«Diez segundos de compromiso total»

Una vez que saltas del helcóptero… ¿puedes rectificar y cambiar el rumbo para evitar pasar por la cueva?
Abandonar una vez estaba yendo hacia la cueva no estuvo nunca en mi mente, ni cuando saltaba desde el helicóptero… en ningún momento pensé que no fuera a volar a través del agujero. Nunca pensé en abandonar, era un 100% de opciones desde antes de poner mis pies en el helicóptero. Creo que hay como diez segundos en los que estás frente al risco y no hay manera de retirarse, o sea que son diez segundos de compromiso total.

¿El futuro del salto BASE se encamina en esta dirección?
En el futuro del salto BASE, está claro que la gente se siente muy atraída por los trajes de alas. En lugar de caer sólo para abajo, esto es una puerta abierta a la imaginación del ser humano: verdaderamente puedes abrir tus brazos y tus piernas y volar. Ojalá pudiera traer tanta gente fantástica como fuera posible a probar y unirse… aplicando la correcta preparación, intentando no tomar ningún atajo. No es el tipo de actividad que te permite tomar atajos. Si tomas muchos atajos y corres demasiado, las puras matemáticas dicen que no va a acabar bien. Son de ese tipo de cosas que tienes que decidir y que, si realmente lo quieres, entonces vas a por ello. No es algo que decidas y digas “voy a hacer salto BASE una vez al año”, o “voy a probarlo sólo una vez”. No funciona así.

«Nuestro conocimiento sobre los trajes de alas es aún muy limitado»

Pero también ha muerto gente con muchísima experiencia, con muchos saltos…
Sí. Los trajes de alas son tan nuevos que pienso que todavía no sabemos suficiente acerca de ellos. Creo que nuestro conocimiento sobre cómo vuelan y cómo nos propulsan, es muy limitado: las matemáticas, los números, a esta velocidad y en este ángulo, ¿cuántos giros puedo hacer? ¿cuánta velocidad estoy perdiendo? ¿cuál es la posición específica de tu cuerpo para volar?… Tienes mucho entrenamiento para trajes de alas, pero la gente puede enseñar de formas diferentes y creo que una cosa muy peligrosa y que la gente no dice es que la caída libre con traje de alas y el salto BASE con traje de alas son dos cosas totalmente diferentes. Practicar caída libre de avión con traje de alas puede provocarte malos hábitos, porque vuelas por ahí durante cinco minutos y comienzas a volar con una posición incorrecta de tu cuerpo, una posición relajada que no es tan rápida y precisa como la que querrías cuando practicas salto BASE… la manera en que giras, la manera en que se enseña… no existen unas reglas generales para vuelos de proximidad. La manera en que la gente vuela es todavía demasiado improvisada.

«El momento más peligroso es cuando ya no tienes miedo»

Se está comenzando a comprender cómo funciona un traje de alas y estamos en el momento más peligroso, ¿no?
Creo que el momento más peligroso es cuando ya no tienes miedo. Ese el momento que debes temer de verdad. Mientras tienes miedo, lo haces bien, porque al menos estás despierto y entiendes que tienes que tener cuidado y calcular lo que estás haciendo.

¿Sigues teniendo miedo cuando saltas?
Por supuesto. Mucho. Soy consciente del riesgo, soy consciente del hecho de que tengo que ser preciso. Soy consciente del hecho de que no puedo golpear la pared.

¿Tienes muchas luchas psicológicas cuando saltas?
Creo que la batalla psicológica cambia… Al principio era una cosa. El segundo año que estuve saltando era una cosa diferente. El tercer año que estuve saltando fue de nuevo otra cosa diferente… Sin duda que hay una batalla psicológica muy fuerte porque soy un saltador BASE extremadamente sociable, con lo que conozco a muchos saltadores. Cuando perdemos a alguien en el deporte, muchas veces los conozco y los considero mis hermanos. Echo de menos a la gente que me ha dado tanto, con los que he compartido algunos de los mejores momentos de mi vida. Y también celebro de verdad su vidas. Creo en cómo vivieron sus vidas, y creo en la manera que he elegido de vivir la mía.

Una de las particularidades de este deporte es que tenéis una muy buena relación entre todos, ¿verdad?
Sí, es una gran familia. No he visto nada parecido a esto en ningún otro sitio. Es el tipo de familia en el que conoces a alguien por cinco minutos y un año después estás en su ciudad, él no está pero te está diciendo por Facebook o por email: “Ve a casa de mi madre, puedes dormir en mi habitación, ella te hará el desayuno”. Imagina tratarnos los unos a los otros así, imagina vivir rodeado de gente que se tratasen los unos a los otros así. Esa es una vida bendita, una buena manera de vivir, una vida rica.

¿Tienes otros proyectos como este de Montserrat?
Sí, definitivamente tengo otros proyectos más en mente. Algunos van a requerir más preparación que otros. No voy a considerar ninguno de ellos hazañas; otra vez diré que son una forma de autoexpresión en mi propio vídeoarte, si quieres llamarlo de esa manera. Creo que puedo captar algunas imágenes increíbles de algunas maneras artísticas en las que he estado pensando y espero poder compartirlas con los espectadores.

¿Te preocupa que haya gente que quiera hacer lo que tú has hecho y que entonces haya accidentes?
No, no me preocupa que alguien quiera hacer mi mismo vuelo en Montserrat. Lo que me preocupa es la manera tan tridimensional en que los trajes de alas y los vídeos sobre vuelos con trajes de alas se están haciendo. En los que se vuela y se resigue el terreno… Eso es mucho más peligroso que simplemente volar en línea recta entre dos árboles. Algunos pilotos son tan expertos y los trajes tan buenos, que lo que algunos pilotos expertos hacen verdaderamente requiere un montón de práctica y dedicación, y la gente tiene que entender que no puede sólo comprar un traje de alas y volar de esa forma. Porque van a ocurrir accidentes… y va a continuar habiendo accidentes, seguro.

¿El vuelo de Montserrat ha cambiado tu vida de alguna manera? Ahora eres mucho más conocido…
Para mí, no ha cambiado mi vida en nada. Lo que he hecho esta mañana ha sido levantarme con unos amigos y subirnos a una montaña para volar, como ninjas o cowboys, y aterrizar en absoluta felicidad. Una persona con la que he saltado tenía 61 años, su hijo de 26 también saltaba con nosotros, había gente de Noruega, Rusia, Francia, España, Italia… un grupo de gente multinacional. Esa es mi vida y no la ha cambiado. Lo que sí ha hecho sin duda es ampliar el alcance mediático y, si puedo utilizar este alcance que la cueva me ha dado para provocar algo positivo e inspirar de forma positiva a alguien, ese sería mi objetivo. Eso es lo que me lleva a estar aquí y no saltar sólo para mí mismo.

«Las mejores cosas de la vida son gratis. Sé feliz»

¿Cuál sería tu consejo?
Escúchate a ti mismo. Tú sabes lo que está bien y lo que está mal. Hacer lo que está mal es normalmente el camino más fácil. Hacer lo que está bien es normalmente lo que más cuesta. Créeme, es más fácil hacer lo que está mal, pero con el tiempo te lo encontrarás. Si tienes un secreto que contar, cuéntalo; si tienes que pedir perdón a alguien, hazlo; si estás soportando algo que te agobia, suéltalo; e intenta darte cuenta de que las mejores cosas de la vida son gratis. Sé feliz.

Estamos acabando la entrevista y no hemos hablado nada acerca de situaciones en las que hayas estado a punto de tener un accidente…
Puedo decir que he tenido dos situaciones apuradas con traje de alas, y eso que he estado saltando mucho; no considero que sean muchas. Pero dos situaciones apuradas son potencialmente demasiadas, una puede ser todo lo que necesites. De nuevo digo lo mismo: verdaderamente estamos en los inicios de entender de qué son capaces los trajes de alas y cómo se supone que debemos volar con ellos.


 

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