Roger Schaeli es uno de los mejores alpinistas suizos de la actualidad. Su currículum de realizaciones alpinas no da lugar a dudas respecto a su capacidad. Haciendo cordada con el surtirolés Simon Gietl ha llevado a cabo actividades de altísimo nivel, como la liberación de la cara norte de la Arwa Spire en el Himalaya indio o la primera travesía invernal de las Tre Cime di Lavaredo. Encordado a Robert Jasper completó una impresionante trilogía de directísimas en libre a la norte del Eiger: Japonesa, John Harlin direttissima y Ghilini-Piola. También en la norte del Eiger, uno de sus terrenos de juego favoritos, repitió la mítica The sanction, con Roger Christen.

Sin embargo, toda su experiencia y capacidad como escalador no fueron suficientes para poder llevar a cabo un viejo proyecto suyo en el Staldeflue (Valle de Lauterbrunnen, Suiza). A sólo 15 minutos de la carretera, se eleva un muro de unos 550 metros de altura en el que imaginó una línea que tardó más de tres años e incontables horas en abrir, entre 2006 y 2009. En aquella ardua tarea lo ayudaron varios compañeros como Michel Pitelka, Markus Iff, Bernd Rathmayr, Max Grossman y Stefan Eder.
El resultado fue Fly, un itinerario de 20 largos y 600 metros de recorrido con dificultades bastante sostenidas por encima del 7b (una docena de largos), con las tiradas clave arriba del todo: L17 8b, L19 8c y L20 8b+. Durante cinco años había estado Roger Schaeli intentando la liberación de su vía y durante cinco años se dio de bruces contra la realidad de la tremenda dificultad y envergadura de la empresa.
Alex Megos entra en juego
Finalmente, Roger Schaeli encontró el compañero de cordada ideal para enfrentarse a la dureza de Fly. Alguien que desayuna 8c’s a vista, que se merendó el primer 9a a vista de la historia y que para cenar se toma vías de 9a+ en un par de horas. Efectivamente, el alemán Alex Megos quien, por otra parte, no había tenido ninguna experiencia previa con vías de varios largos.
El equipo para enfrentarse a Fly lo completaron David Hefti y el fotógrafo Frank Kretschmann. El 4 de junio comenzaban su periplo en el Staldeflue y, después de cuatro días en la pared, durmiendo en una hamaca a media vía (en la R9) y trabajando a destajo, conseguían salir por arriba el 8 de junio, con la liberación en el bolsillo.
Una vez completada la liberación, Alex Megos volvería a su casa, en Frankenjura, para continuar con su rutina habitual y realizar otras dos extraordinarias primeras ascensiones, con Modified 9a+ y Janus 9a.
Un puñado de vías largas de 8c
Fly entra directamente, aunque sólo sea por su grado, a formar parte del listado de vías largas más duras del mundo. Sólo un puñado de ellas han sido propuestas de 8c y mantienen todavía dicho grado. En el peldaño más alto se encontrarían Orbayu (8c+/9a para unos, 8c para otros…) de los hermanos Pou en el Picu Urriellu y Zembrocal (130 m, 8c+) de Yuji Hirayama, James Pearson, Caroline Ciavaldini, Sam Elias y Jacopo Larcher en la isla Reunion.
En Madagascar, destacan la Tough enough original (380 m, 8c) liberada por Adam Ondra, y Dreams of youth (700 m, 8c), propuesta de los alemanes Martin Schindele, Lukas Binder, Philipp Hofmann y Tobias Baur. Mientras que en China, Dani Andrada creó Corazón de ensueño (210 m, 8c), en el valle de Getu.
En cuanto al arco alpino, la roca italiana tiene una variada oferta, formada principalmente por las creaciones dolomíticas de Alex Huber Pan aroma (500 m, 8c) y Bellavista (240 m, 8c), así como por Solo per vecchi guerrieri (150 m, 8c), de Mauricio ‘Manolo’ Zanolla. Finalmente, Suiza ya tenía antes de Fly otras dos vías de enorme consideración: WöGu (230 m, 8c) en el Rätikon, abierta por Beat Kammerlander y liberada por Adam Ondra; y Zahir+ (300 m, 8c) en Wendenstock, obra de los alemanes Jörg Andreas y Felix Neumärker.