Potrero Chico es una de las zonas de escalada más destacadas de México. Situada en el estado de Nuevo León, ofrece tanto sectores donde practicar la escalada deportiva como grandes paredes en las que escalar vía larga. Alex Honnold ya había demostrado anteriormente su predilección por la escalada mexicana. Hace exactamente un año, se anotaba la liberación de Giraffe 5.13 al Gran Trono Blanco, haciendo cordada con Will Stanhope.
Esta vez, su compañero de correrías iba a ser Josh McCoy y el objetivo, otra vía larga sin ascensiones previas. Mi regalo favorito es un itinerario que fue abierto 15 años atrás por Kurt Smith y Jeb Vetters en el Outrage Wall de la cara oeste del Cerro San Miguel. Los aperturistas invirtieron 21 noches en la pared para dejar terminada una línea de la que nunca completarían el encadenamiento.
Calentamiento en La Bestia 8b
Antes de enfrentarse a los 19 largos de Mi regalo favorito, Alex Honnold estuvo haciéndose a la roca del lugar a base de escalar vías de deportiva. Entre los numerosos octavos que se anotó en Potrero Chico, destacan los 8a’s a vista de Nemo, Big blue y Taco butter, y muy especialmente la primera ascensión de La Bestia 8b, una de las vías más duras de la escuela.
Entre las rutas de deportiva, el escalador de Sacramento también estuvo probando algunas de las vías largas de Potrero Chico. Primero se hizo con la liberación de Trail of tears, una línea de seis largos con un largo de A1 nunca antes escalado en libre. Honnold lo encadenó al segundo pegue valorando la calidad del itinerario.
También se ejercitó encadenando a vista los nueve largos de El gavilán 7c+, en la primera repetición de este itinerario desplomado a través de chorreras y diedros. Pero el premio final eran los 19 largos de Mi regalo favorito.
Proceso completo
Alex Honnold comenta en su scorecard de 8a.nu que el encadenamiento de Mi regalo favorito fue “bastante satisfactorio”, por el hecho de “recorrer todo el proceso desde la limpieza hasta el encadenamiento” de la vía.
“Sabía de ella desde hacía años”, explicaba el propio Honnold en declaraciones a Planetmountain.com, “y finalmente me motivé para ponerme a la tarea y escalarla”. El escalador californiano comentaba que “la vía no había sido nunca limpiada, en realidad no creo que nadie la hubiera tocado para nada”. Estima que dedicaron “como tres días a limpiar roca suelta y cactusde ella para hacer del conjunto algo escalable; y también quitamos 650 m de vieja cuerda fija que se había quedado en la vía”.
En su página de Facebook, Honnold compartió el encadenamiento y calificó la vía exclamando en español: “Bueno!”