Llega un momento en que hablar de primera ascensión de noveno grado en Cuenca para Álex Garriga suena casi como una redundancia. El escalador local de la escuela manchega ha completado su media docena de primeras ascensiones de 8c+/9a y 9a en el último año y medio con Cordia maleficarum 9a.

Más allá de sus repeticiones de vías de hasta 9a+, el camino hasta aquí incluye líneas como La copa del güey 8c+/9a (en mayo de 2019), El intento deseado 9a (en octubre), Climbing obsession 9a (en diciembre), Copadrina y Marillion, ambas 8c+/9a en junio de este 2020. En esta ocasión, se trata de una combinación de vías del sector Museo de los Horrores, que le ha servido para recuperar su mejor estado de forma después de unas semanas de parón casi completo.
Él mismo nos lo cuenta en la siguiente entrevista, en la que también valora su 2020 y sueña ya con la llegada de un 2021 muy diferente.
“Me caí seis veces en el último paso”
¿Cuál es la historia de este proyecto?
La vía es una combinación de tres vías (o dos y media)… Empieza por Corazón cofrade (8c u 8c/+), una vía que terminó de equipar Dani Andrada. Pasa por una travesía que es parte de un proyecto de variante añadida por el mismo Dani. Y termina en el final de Malleus maleficarum, otro proyecto que equiparon José Luis Palao ‘Primo’ y Luis Alfonso Félix. Yo vi lógica esta variante nada más subirme por Corazón cofrade.
¿Cómo la describirías?
Es una vía de pura resistencia. Haces todo lo duro de Corazón cofrade –que es una sección de resistencia– menos el último paso; de ahí empiezas una travesía hacia la izquierda de unos diez pasos de resistencia en invertidos, y llegas hasta el último reposo de la vía, que no es malo pero no te deja descansar bien. Para terminar, haces el final de Malleus maleficarum, de placa desplomada en canto más pequeño y plano, que te peta bastante. Yo me caí seis veces en el último paso.
“Mola que sea una vía solo de resistencia”
¿Cuánto te ha llevado encadenar y qué ha sido lo más difícil para ti?
Me ha costado más de lo que me hubiera gustado, pero a finales de octubre tuve que estar tres semanas casi sin escalar. Cuando volví, estaba bastante flojillo, así que elegía esta vía para recuperar la forma, ya que era de tanta resistencia. Yo creo que le habré dado como dieciséis pegues, sin contar los intentos al hacer Corazón cofrade ni los del final de haber estado probando la Malleus maleficarum.
¿Dirías que es una vía más de Cuenca o tiene algo especial?
Tiene de especial que justo la he hecho y me vuelvo a sentir fuerte! Por lo demás, a mí me parece una vía muy buena. Mola que sea una vía solo de resistencia, ya que está en un sector que, por lo general, las vías suelen tener un bloque cabrón.
¿Cómo resumirías tu 2020 y qué esperas de 2021 en términos de escalada?
A nivel general, el 2020 ha sido una mierda para todos. A nivel de escalada, no creo que haya sido muy malo para mí, aunque me hubiera gustado que hubiera sido diferente, como a todos. Pero no me puedo quejar. Este año escalé mucho menos y entrené mucho más, ya que tuve la oportunidad de hacerlo durante la cuarentena. Así que, para 2021, con poder estar escalando en la roca con mis amigos y poder viajar, tocando el plafón lo justo, es lo que más espero.
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