Adam Ondra no es de los que deja demasiados cabos sueltos por el camino. La historia de su vida se podría resumir en un “llegó, vio y encadenó”, versionando el aforismo neni, vidi, vici de Julio César. Y es que el escalador checo es proclive a resolver con celeridad la inmensa mayoría de las líneas que se le ponen por delante… aunque no todas. De hecho, ya en enero de 2012 eran noticia las vías que no había podido encadenar el año anterior.
En aquella ocasión no mencionó Neanderthal, aunque ya se había enfrentado a la vía más dura de Chris Sharma en la cueva de Santa Linya sin éxito en ese 2011. En aquella ocasión solo fue un día, así que todavía no podía saber que se convertiría en una de sus peores pesadillas, a la que tendría que regresar hasta en cuatro ocasiones para terminar anotándosela ayer martes 12 de febrero de 2019.
No hay muchas vías acerca de las cuales pueda decir que he llegado a odiarlas en un determinado momento. Pero Neanderthal es sin duda una de ellas. No porque la vía sea de mala calidad, sino por la cantidad de veces que he fallado, una y otra vez. Superarla y finalmente tener éxito ha sido una enorme lección para mí.
En una publicación mucho más larga de lo habitual en sus redes sociales, Adam Ondra rememoraba todo el proceso vivido en Santa Linya con Neanderthal. Un proceso marcado por un fracaso tras otro, como recogimos en 2017 en este artículo de Desnivel.com. Él lo recuerda de esta manera:
En 2011 la intenté un día, llegué hasta el dinámico en el segundo pegue y el día siguiente se humedeció la vía.
En 2015 la intenté durante una semana más o menos, y descubrí que no podía alcanzar el dinámico desde abajo. Me parecía demasiado duro con dos dedos en el agujero y tenía ni idea de cómo apretujar mis tres dedotes en él.
En 2017 encontré mejores reposos de rodilla, averigüé como apretujar mis gordos dedos en el agujero y acerté el dinámico en el primer día del viaje! Solamente para caerme luego en el reposo sin manos por la rotura de una presa de pie. Luego, la intenté durante cinco días más, pero nunca tuve buenas condiciones o sencillamente estaba demasiado débil.
En el segundo viaje de ese año me puse enfermo.
En 2019 he hecho un viaje corto y en el penúltimo día acerté el dinámico y me caí más arriba otra vez, esta vez debido a un desfallecimiento repentino y brutal. El último día del viaje, en el primer pegue me caí en el dinámico otra vez, el sol llegaba lentamente, tenía que darme prisa. Era ahora o de nuevo en otra temporada. Fue un intento épico pero, demonios, sienta bien estar al sol en la cadena.
El rey del 9b… o más
La suya es la segunda repetición de Neanderthal, que recibió la primera ascensión a cargo de Chris Sharma en 2009 y que no fue repetida hasta diciembre del año pasado, gracias a Jakob Schubert.
La libreta de Adam Ondra suma con esta 23 vías encadenadas de grado 9b o superior. Para contextualizar su enorme dominio de las máximas dificultades a nivel mundial, valen un par de datos. El primero es que solamente hay 9 propuestas de 9b o más del mundo que Adam Ondra no haya encadenado (de las 32 existentes a día de hoy).
Por otro lado, Adam Ondra es con diferencia la persona con más 9b’s o más en su libreta. El segundo es Chris Sharma, que lleva siete. De hecho, como ha quedado dicho, Adam Ondra suma 23, mientras que los otros 13 escaladores que han resuelto 9b totalizan 30.
ops! Gracias Soulrider por avisarnos.
Casi lo he hecho yo peor, grrr maldito corrector.
Alea, jacta, est.
Aforadísimo el vedi, vini, vici de Julio Cesar. Casi tanto como el vení, vidi, vici que dijo en otra ocasión.