Philip John Hawkes (25) falleció tras caer al mar cuando escalaba en los acantilados de Cala Serena (Felanitx). Según han publicado algunos medios locales, no pudo salir del agua porque “iba cargado con cuerdas y mosquetones”.
Su compañero dio la alarma y dijo que Philip había caído al agua en un momento de la escalada y “se había quedado sin fuerzas para salir del mar, ya que llevaba encima cuerdas y mosquetones”. Cuando Salvamento Marítimo llegó con su embarcación solo pudo recuperar el cuerpo sin vida del escalador.
No es lo habitual, pero en ocasiones se ensayan las vías de psicobloc en top rope, y esa puede ser la causa de que Philip llevara material a Cala Serena. Lo que no sabemos es por qué acabó en el mar con el equipo.
En 2004 otro escalador inglés, Damian Cook, murió ahogado haciendo psicobloc. Fue en la Cova del Diablo (Porto Cristo). Damian cayó al mar un día de condiciones muy malas y se agotó intentando inútilmente alcanzar la roca tras caer al agua.
El mar y la roca
Aunque pueda parecer lo contrario, no se han dado muchos accidentes en el psicobloc, y los más graves han sido por ahogamiento. La mayoría de los escaladores que visita la isla atraída por la escalada de sus acantilados marinos conoce bien su medio, la roca, pero subestima el otro 50% del psicobloc: el mar.
Miquel Riera, pionero del psico y el mejor conocedor de las zonas de Mallorca explica en su guía unas pautas muy básicas de seguridad: “Antes de meteros en los acantilados siempre debéis inspeccionar bien las salidas del mar y poner una escalerilla. No os metáis en las vías solos, en invierno o con mala mar”.
Además, en ésta más que en ninguna otra modalidad de la escalada, la ayuda de los locales puede ser determinante para nuestra seguridad: nos dirán si la mar está en condiciones, nos explicarán trucos para salir del agua, nos enseñarán los destrepes y los escapes…