Una triste noticia asolaba a la comunidad escaladora de Gran Canaria la semana pasada, con el fallecimiento del escalador Nacho Guerra en un accidente de escalada el pasado miércoles 16 de enero minutos antes de las ocho de la noche. Este canario de 25 años de edad y con muchos años de experiencia se precipitó desde unos 80 metros cuando rapelaba la pared del Frontón de Ayacata. Los equipos médicos desplazados hasta el lugar no pudieron hacer nada por él, puesto que falleció en el acto.
El accidente se produjo ya de noche, cuando Nacho Guerra y su compañero de cordada descendían después de terminar la segunda vía que habían escalado durante la jornada en la pared del Frontón. Se trata de un muro de 120 metros de altura, con lo que el cansancio y la oscuridad confluyeron para que los escaladores cometieran un error fatal.
Según han apuntado a Desnivel.com fuentes cercanas a los escaladores, Nacho Guerra y su compañero no anudaron las puntas de las cuerdas al iniciar el primer rápel desde la cima. Por lo tanto, se cree que posiblemente se pasó de la siguiente reunión y se les acabaron las cuerdas. Las mismas fuentes aseguran que “era un gran escalador y su compañero también, y tenían muchos años de experiencia, pero nunca sabemos dónde nos va a tocar”.
Ciclista amateur
Nacho Guerra era un completo deportista. Las crónicas hablan de él como un apasionado del ciclismo y de la escalada. De hecho, el deporte de las dos ruedas le llevó incluso a emigrar durante un par de años a la península, donde estuvo integrado en el equipo amateur del Caja Rural. Su prometedora carrera, de todos modos, terminó cuando decidió dejar el ciclismo y regresar a Gran Canaria. Allí, se pasó al mountain bike y profundizó en su otra pasión, la escalada.
En el terreno vertical, pertenecía al Club Topatrás, donde había llegado a ser muy conocido y apreciado. Sus restos fueron incinerados en el tanatorio Mémora Fucasa (Las Torres, Las Palmas de Gran Canaria) el pasado viernes.