El invierno de este año, excepcional por la intensa y considerablemente duradora ola de frío que ha azotado Europa, no podía por menos que motivar a alguien tan de por sí fanático por este efímero elemento como Pau Escalé. El escalador de Vic, que en los últimos años ha protagonizado algunas de las actividades de escalada en hielo más relevantes del país, ha aprovechado la ocasión para armarla en varias zonas de Francia, su destino habitual de fin de semana.
Su cómplice de fechorías esta vez ha sido Toti Solé, uno de sus habituales compañeros de cordada. Juntos se fueron hasta el circo de Fer à Cheval para abrir el 11 de febrero La guillotine (V/6, 210 m), una variante de la Inachevée (V/5, 170 m, abierta por Patrick Gabarrou y François Marsigny). Al día siguiente, se adjudicaban la primera repetición de Piliere de la Contrainte (III/6, 180 m) en el mismo escenario. Antes de regresar, pararon en Chamonix para abrir Parad-Ice (I/5, 310 m), variante de la Cascade de Bocher (I/3, 270 m).
Pero no contentos con eso, repitieron el siguiente fin de semana, del 18 y 19 de febrero, para enfrentarse a hielo de calidad ínfima en el freestanding de Manigod, del que realizaron la tercera y cuarta repetición desde el suelo, justo antes de que la estructura colapsara. Al día siguiente, Pau Escalé se atrevió con la Dame du lac, aunque no pudo terminar la vía porque ninguno de sus compañeros se aventuró a ir desmontando de segundo por la precariedad del hielo.
Lo cuenta todo para los lectores de Desnivel.com, en su particular estilo:
La guillotine
Viernes, 10 de febrero.- Salimos el viernes en dirección a los valles de Briançon, ¡¡para aprovechar la ola de frío!! Ya antes de llegar a casa de Toti, una llamada me pone el corazón a cien: es Marcel Garrell, que vuelve de Chamonix donde vive, a ver a la familia… Pero el mensaje que me da es el siguiente: “¡¡¡David (el propietario del bar de Fer à Cheval) me ha llamado diciendo que en Fer à Cheval hay varias líneas formadas y la nieve está estable!!!” ¡¡Todo lo demás queda en último plano!! Llego a casa de Toti y le comento el cambio de planes… Unas horas más tarde, estamos en el frío vivac que tenemos en Sixt.
Sábado, 11 de febrero.- Por la mañana, nos levantamos temprano. Hay niebla y es difícil encontrar el camino, ya que nadie ha escalado en el circo y por lo tanto no hay huella. Dos horas más tarde nos damos cuenta de que hemos subido por una canal que no era… Decidimos seguir y flanquear por debajo de las paredes. Al llegar cerca de la pared, me acuerdo de que el año pasado queríamos intentar una nueva vía, pero el hielo no conectaba con el suelo y nos olvidamos por completo… Un espolón de piedra nos tapa la entrada de la vía. Cuando estamos muy cerca, ¡podemos comprobar que hay hielo suficiente como para atacar la vía Inachevée (V/5, 170 m) por la línea de tubos paralelos de la izquierda!
El ansia nos oprime con fuerza, ¡necesito escalar o mato! Empiezo con unas rampas fáciles que superamos en ensable y sin poner seguros (100 m, 3). Aquí monto reunión protegida y le paso el turno a Toti, que se va desplazando bajo la vertical de nuestra nueva variante. Tras un buen trabajo de limpieza de carámbanos y medusas, Toti monta reunión debajo de un techo de hielo, lo más separado que puede de la línea de la vía (35 m, 5).
Con muchas ganas, empiezo el largo clave de la vía, 55 m con pantallas de hielo fino, desplomes con medusas y tubo final con hielo bastante hueco y aéreo. Monto reunión y sube Toti (5+/6) que, casi sin parar en la reunión, sigue hasta llegar debajo del gran techo de piedra. Aquí se termina la vía, queda abierta esta nueva variante que pasa por la línea de tubos paralelos de la izquierda de la vía Inachevée, abierta el 26 de enero de 1992 por Gabarrou y Marsigny. Un gran día en el que parece que la misma magia del hielo ha querido: no sólo que acabemos en Fer à Cheval, sino que además nos ha llevado justo donde ha querido, cambiando nuestros planes tanto de viaje como de escalada. Así nace La Guillotine (V/6, 210 m); el nombre es ocurrencia de Toti, al que las gigantescas estalactitas de hielo que colgaban sobre nuestras pequeñas cabezas le sugieren este agradable nombre para una vía en el valle de los valles!!
Piliere de la Contrainte y Parad-Ice
Domingo, 12 de febrero.- La mañana siguiente, el valle sigue siendo únicamente nuestro, así que decidimos escalar la vía que veníamos a escalar: Piliere de la Contrainte (III/6, 180 m). Nos hacemos así con la primera repetición de esta espectacular vía que fue abierta por nuestros amigos Nicolas Beauquis y Pierre Damon en febrero de 2010. Tras dos noches en vela por el frío, decidimos pasar la última noche en casa de Marcel Garrell, ¡¡que vive en Chamonix!! Vaya campo base…
Lunes, 13 de febrero.-Por la mañana, antes de viajar para casa, decidimos ir a ver las vías de la entrada del valle. Por sorpresa, la que buscamos no está formada, pero como revancha, vemos una vía que sólo ha sido escalada en parte, la Cascade de Bocher, una vía de 270 m y grado 3. Por encima del último largo, se ha formado un tubo bastante azul pero que durará poco… Decidimos subir a ver cómo está, escalamos la vía original, ¡pero esta vez saliendo por el tubo final! La vía queda 40 m más larga. A esta variante le hemos puesto el nombre de Parad-Ice (I/5, 310 m). Muy contentos con el fin de semana, volvemos para casa pensando en lo que podremos escalar el siguiente fin de semana, ¡si sigue el frío!
Sueños de hielo extremo
Y por supuesto que el frío siguió. Pau Escalé y Toti Solé lo aprovecharon para volver a enfilar el camino de Francia el fin de semana siguiente y vivir lo que serían dos días dentro de una especie de ensoñación de hielo extremo.
Sábado, 18 de febrero.- Yo ya tenía la segunda repetición de la Dame du lac (V/6, X) en el lago de Montriond, y la primera documentada de esta vía dentro de nuestras fronteras. Seis días después de que tocara al suelo, fuimos hasta su base a hacer una inspección: empiezo a tocar el hielo para ver cómo suena, el tacto, etc. y cuando me doy cuenta ya estoy demasiado lejos del suelo como para tirar atrás. El primer largo es una rampa que hicimos a pelo para situarnos detrás de la columna y hacer una reunión protegida. Empieza la batalla: dura, intensa, implacable hasta que supero el último techo y por fin llego al pie del último largo, donde hago reunión en una estalactita que conecta con el suelo.
No pude terminar la vía, porque ninguno de mis compañeros quiso desmontar el segundo largo. Los compañeros me aseguraron con una reunión a parte, y no se ataron a las cuerdas; así, si se me partía la vía y me iba montaña abajo atado a toneladas de hielo, no me los llevaría… sólo yo estaba atado a la vía. Es otra manera de escalar; escalas un poco más solo. La otra vez que escalé esta vía hicimos lo mismo, porque el compañero tenía hijos y lo veía de otra manera; esta vez ha sido por lo extremadamente justa y frágil que estaba la vía… una experiencia brutal, casi tuve que levitar para pasar alguna sección de las que no te olvidas, escalada extrema de verdad.
Debido a lo desplazada que está la reunión de la línea de subida, no me quedó otro remedio que destrepar la vía para poder quitar los dos tornillos que utilicé para proteger los 40 metros de desplomes y columna. Estaban tan en el centro del tubo que destrepé casi hasta el suelo para no pendular y golpear contra los cientos de espadas que colgaban de los techos. ¡¡Brutal climbing!! Un día de auténtica locura.
Domingo, 19 de febrero.- Tuvimos la suerte de escalar el freestanding de Manigod, en el pueblo del mismo nombre. Esta ha sido la tercera y cuarta repetición de la vía, abriendo con la cuerda por abajo. Normalment, sólo se escala con la cuerda por arriba, pero en 2005 la escalaron de primero y este año ya se había vuelto a hacer. Nosotros ya la encontramos al límite, tanto que creo que cuando llegábamos al coche colapsó. La cuestión es que oimos un ruido bastante fuerte de derrumbamiento de hielo, y por allí sólo hay esta vía colgando… Estaba desprendida de la pared, fundida y vacía en la parte de arriba, y partida en varios sitios, uno de ellos sobre el zapato, el punto de unión menos resistente de la vía, por lo precaria y transparente que estaba… Corría agua por dentro y estaba toda vacía de arriba abajo. Un día de sueño extremo.
Unos sueños extremos de Pau Escalé que no serían posibles, según él mismo reconoce, sin el apoyo de sus patrocinadores (Arteryx, Esports Montanyà y Equip Techrock) ni de su padre Joan Escalé y su hermana Marta, «que son los que verdaderamente sufren con esta movida y siempre están ahí».