Lo decía su compatriota Dave MacLeod en una entrevista que le hicimos hace unos meses: «Creo que sería difícil encontrar escaladores mixtos mejores que estos dos en el mundo». Se refería a Greg Boswell y Guy Robertson, que este invierno no se cansan de demostrar que son los dos escaladores más en forma del panorama de la escalada invernal escocesa. Han realizado tres primeras ascensiones de vías de grado X,10 en pocas semanas, con The greatest show on earth en Cùl Mòr, Range war en Coire an Dubh Loch y The Messiah en Beinn Bhàn.
La explicación de la cordada que forman es fiel reflejo de aquel refrán que reza «dios los hace y ellos se juntan». Guy Robertson y Greg Boswell pertenecen a generaciones diferentes. Robertson, de 44 años, vive en Aberdeen. Boswell, de 24 años, reside en el campo, cerca del fiordo de Tay, al norte de Edimburgo. Pero tienen en común su pasión por las condiciones invernales escocesas y la ética férrea de la escalada en aquel país, de la que son sus máximos exponentes hoy en día.
Este invierno han unido esfuerzos en el descubrimiento de nuevas líneas para la causa invernal. Han recorrido la agreste región de las Highlands en un trayecto de norte a sur que los ha llevado a escalar las tres líneas mencionadas.
The greatest show on earth (X,10) en Cùl Mòr
Comenzaron su periplo el lunes 19 de enero en el Cùl Mòr (849 m), una de las cumbres principales de la cordillera de las Northwest Higlands y un agradable trekking en fechas del año más propicias. En su cara norte, Guy Robertson tenía vista una pared no escalada y con un gran techo en la parte de abajo que llevaba 20 años en la imaginación de los escaladores asiduos a la zona.
Guy Robertson fue de primero en el primer largo, a través de una tiesa cascada de hielo hasta una repisa bajo el desplome. Allí, Greg Boswell cogió el relevo, para enfrentarse a uno de los largos de su vida. El citado techo, protegido por dos bulldogs invertidos y un friend precario, dio paso a un comprometido muro vertical sin apenas posibilidad de protección.
Superados esos dos largos, por encima despacharon otros dos largos más fáciles de mixto y 100 metros de terreno fácil que los llevaron hasta la cima. Además de resolver uno de los problemas pendientes del Noroeste de Escocia, Greg Boswell y Guy Robertson conseguían realizar el primer grado X abierto a vista de la historia.
Range war (X,10) en Coire an Dubh Loch
Y si aquel fue el primero, tres días más tarde, el 22 de enero, llegaría el segundo X abierto a vista de la historia, esta vez en el expuesto muro del Coire an Dubh Loch. La línea elegida fue Range war, que nunca se había escalado en invierno. Greg Boswell había subido hasta allí siete veces en los tres años anteriores, pero nunca había encontrado la vía en condiciones totalmente invernales. Esta vez sí.
El dúo decidió escalar una variante invernal del primer largo, a la izquierda de la línea original, que Guy Robertson hizo de primero, superando una serie de diedros y desplomes hasta una repisa. El siguiente era el largo clave, técnico y muy desplomado, que Greg Boswell realizó de primero luchando contra la creciente hinchazón de sus antebrazos. Una cueva de hielo acogió la reunión. Guy Robertson de nuevo se puso de primero para el tercer y último largo, de grueso hielo y estilo más alpino.
The Messiah (X,10) en Beinn Bàhn
Y como no hay dos sin tres, el lunes 2 de febrero, Guy Robertson y Greg Boswell volvían a reunirse para tumbar otro enorme proyecto, esta vez acompañados por Uisdean Hawthorn. Se dirigieron al Giant’s Wall del Beinn Bàhn (896 m) en la península Applecross para enfrentarse a un itinerario de ocho largos que les deparó dos tiradas clave y de alta dificultad técnica. «La intensa batalla tensó tanto a Greg como a mí hasta nuestros límites, en mi caso quizás incluso un poco más allá», describía Guy Robertson en su blog.
El espectacular hat-trick de vías de grado X ha dejado con la boca abierta a los seguidores de la escalada invernal escocesa. De todos modos, Greg Boswell explicaba a Scottishwinter.com que «no teníamos pensado salir ahí afuera y escalar tres nuevos grados X seguidos. Simplemente pasó que habíamos estado esperando a que estas vías estuvieran en condiciones durante las últimas temporadas, y con las tormentas de este invierno, todas se pusieron en condiciones perfectas. Además, esto sucedió en el momento en que tanto Guy como yo estábamos al máximo de nuestra forma por el largo tiempo de entrenamiento debido al mal tiempo».