Gordon McArthur es el último nombre inscrito en The game, el famoso M13 de la célebre Cineplex Cave, en las Rocosas Canadienses. De hecho, fue la primera línea del mundo propuesta con este grado. Sucedió en enero de 2004, cuando el canadiense Ben Firth –creador del primer M12 mundial junto a Will Gadd con Musashi en la misma cueva- encadenó la vía inmediatamente a la izquierda de Musashi y se dio cuenta de que era más dura que su vecina, dándole el primer 13 de la historia.

Sólo un par de meses más tarde, Israel Blanco se hacía con la primera repetición de una vía que pronto adquiriría tintes icónicos, atrayendo a numerosos especialistas y consiguientes repeticiones. Personajes de la talla de Mauro ‘Bubu’ Bole o Evgeny Kryvosheytsev viajaron hasta Alberta para enfrentarse con éxito a The game. La propia línea fue escalada un año más tarde por Will Gadd sin espuelas, añadiendo un plus de dificultad al resultado.
McArthur, por su parte, tenía el objetivo de escalar The game en mente desde hacía años aunque, según comenta en su blog, “nunca había estado realmente listo para hacerlo… Pero este año me sentía más fuerte, más listo, más rápido y simple y llanamente mejor”. Un estado de forma obtenido gracias a la preparación para las pruebas de la Copa del Mundo de Escalada en Hielo de esta temporada, en las que el canadiense tomó parte, con resultados más bien discretos.
Listo para The game
Ese nivel deportivo, sin embargo, sufrió un notable revés después de las Copas del Mundo, debido a la irregularidad de los entrenamientos durante los viajes. Con la cercanía de la primavera, McArthur estuvo a punto de olvidarse de sus viejos proyectos dry toolers y empezar a pensar en la roca, aunque finalmente “algo muy profundo en mi interior empezó a luchar contra esa idea”, señala en su blog.
Así fue como regresó con motivación renovada a los entrenamientos durante tres semanas para finalmente poner camino a la Cineplex Cave. Un camino que tuvo que rehacer sin ni tan siquiera haber probado la vía por culpa del elevado riesgo de avalanchas… A la semana siguiente, sería la vencida.
“Mi calentamiento fue corto y dulce. Unos ocho movimientos en una vía cercana a The game, simplemente enlazando un par de secuencias (horizontalmente) para que la sangre empezara a fluir. Me sentía bien. Realmente bien. Era la hora. Primer intento… movimiento clave… mi herramienta resbala fuera de la presa y salgo volando. Lo raro es que… estaba tranquilo”, narra el propio protagonista.
Después de esperar unos minutos, McArthur volvió a la carga: “Movimiento tras movimiento, las cosas iban yendo perfectamente. Era como estar en el patio trasero de casa. Calma, tranquilidad, sólo yo y mis piolets. Faltan cuatro movimientos. Faltan tres movimientos. Falta un movimiento. La cadena. Esta vez no hay caída. Se ha terminado”. De este modo cuenta el encadenamiento más duro de su carrera.
Piltdown man M12 para terminar
Apurando al máximo el estado de gracia de finales de la temporada invernal, Gordon McArthur fue al día siguiente a la Haffner Cave, “para cerrar oficialmente la temporada”. Y bien cerrada que la dejó, completando otro de sus grandes proyectos abiertos, Piltdown man M12. “No hay palabras para describir lo que sentí en esa cueva”, asegura el escalador canadiense.
Fuente: Blog de Gordon McArthur