La idea era realizar alguna actividad más alpina en una u otra de las numerosas grandes paredes de roca y hielo del sureste de Alaska, según cuenta Samuel Johnson en su blog. Sin embargo, el tiempo no acompañó para nada las tres primeras semanas de marzo a los alpinistas Ryan Johnson, Tim Banfield, Jason Nelson, James Q. Martin, Tom Lanagan, Alex Pedneault y el citado Samuel Johnson. A pesar de todo, la motivación les pudo y aprovecharon al máximo las escasas ventanas de buen tiempo (de unas ocho horas como mucho) para abrir dos líneas gigantes de hielo en la zona.
El primer objetivo del grupo fueron las paredes que se abren en la cabecera del fiordo Tracy Arm, que recorrieron en barco el 1 de marzo hasta descubrir entre las nubes el muro que querían escalar. Ryan Johnson, Tim Banfield, Jason Nelson, James Q. Martin, Tom Lanagan y Alex Pedneault tuvieron que superar unos 500 metros de terreno cubierto por el espeso bosque del lugar para conseguir alcanzar la base de la pared. La primera jornada se consumió en ese trayecto y en la visualización de la vía.
La escalada propiamente dicha empezó el segundo día de expedición, aunque un arranque ya demasiado tardío y unas mayores dificultades de las esperadas les obligaron a retirarse sin haber llegado tan siquiera a mitad de vía. El regreso de ese día estuvo amenizado por una fuerte nevada y olas en el trayecto marítimo. Ese mismo mal tiempo les obligó a descansar el siguiente día.
Ryan Johnson, Jason Nelson y Tom Lanagan todavía se atrevieron a regresar al lugar un día más tarde para retomar el proyecto. Y esta vez lograron culminarlo con éxito al anochecer. El resultado lleva por nombre Tide line (WI6, 420 m), cuyas principales dificultades se hallan en los 100 metros finales.
Suicide Bowl
Unos días más tarde, Samuel Johnson se uniría a Ryan Johnson y Tom Banfield (tras la marcha del resto) para dirigirse al glaciar Mendenhall con unas ideas más alpinas en la cabeza. Sin embargo, también tuvieron que optar por la escalada en hielo, dadas las adversas condiciones meteorológicas. Su objetivo fue la línea más directa de la pared oeste del Suicide Bowl, un muro de grandes dimensiones y muy vertical.
Allí se lanzaron a la tarea de abrir Bathtime with toaster (WI5, 340 m), vía que consiste en cinco largos y que pudieron despachar en seis horas de ‘faena’.
Fuentes: Blog de Samuel Johnson, Alpinist