Jordi Tosas y Marc Serradell abrieron Dogma el 1 de junio, nueva vía de hielo en una cueva de los Alpes, y proponen un “grado técnico” de 9 siguiendo la estela de las olvidadas Hurlements (8) y de La espada de Damocles. Creen que su vía se encuentra en otra entrada a la misma cueva glaciar de Devoluy donde se oculta Hurlements. De hecho buscaban ver esta vía. Lo que encontraron fue “diversión asegurada para el verano”, comentan. Sobre todo diversión, pero su propuesta de grado 9 significaba también “lo más” en una especialidad que, por otro lado, no cuajó como fin en sí mismo sino como entrenamiento
Así lo contaba Marc Serradell en un correo electrónico que enviaron a medios, amigos y patrocinadores al volver de la vía. “Diversión asegurada para el verano”, exclamé después de abrir esta ruta con Jordi Tosas situada en las profundidades de una cueva de los Alpes. Dogma, que así se llama, recorre una interesante bóveda de hielo fósil que descubrimos por casualidad mientras buscábamos la famosa línea de J.C.Lafaille (Hurlements).
Hielo deportivo y subterráneo que dejó exhaustos los bíceps de Jordi tras el encadenamiento. Aproximación con el 4×4 cargados de cuerdas estáticas y decenas de frontales prestadas, instalamos cuerdas fijas y ¡hala! viaje al centro de la tierra, a explorar los sistemas de galerías heladas de esta sima glacial. Mientras nos arrastrábamos por un entramado de salas ciegas y pasos muy estrechos un desprendimiento de hielo nos deja sin respiración al creer que nos había bloqueado la salida, ¡buf! El resto de la jornada, mucha diversión y risas mientras hacemos el murciélago armados de piolets y crampones”.
Para la sección Nuestro Mundo de la revista Desnivel del mes de septiembre, Jordi y Marc nos cuentan al detalle cómo escalaron la vía y comentan las implicaciones de su propuesta. Por un lado, aclaran que no se trata de una propuesta de tipo WI, ya que preprotegieron la vía en lugar de colocar los seguros escalando de primero, un aspecto clave utilizar esta escala.
También explican las diferencias entre Dogma y otras vías de hielo glaciar como la misma Hurlements en cuanto a la posibilidad de regeneración del hielo después de las marcas de las herramientas y la ética de su ascensión. A su juicio, mientras que en Hurlements el hielo no se regenera al ser hielo fósil y por tanto no es ético escalar (de hecho no se escala), en Dogma sí es ético escalar porque es hielo glaciar con buena regeneración. Aseguran también que el hielo de Dogma es más duro que el de Hurlements lo que explica su mayor dificultad y graduación. Su propuesta de grado 9 ha sido un tanto sorprendente.
Ellos han vuelto a utilizar el tipo de graduación propuesta por Lafaille, quien dejó de escalar vías subterráneas ante las críticas recibidas por equipar otra vía de este estilo: La espada de Damocles, según explica Marc Serradell gran conocedor de esta disciplina. Sin embargo, otros escaladores han continuado pinchando el hielo subterráneo, aunque sin graduar ni bautizar rutas. Así lo explica Philippe Batoux, local de Annecy, un lugar de referencia: “Cerca de Annecy tenemos una cueva con un techo de hielo fósil: es un lugar muy conocido para entrenar.
Nadie dio ningún grado porque es totalmente diferente al hielo de cascada donde la dificultad principal viene de colocar los tornillos, si esto es posible…
Es más parecido al grado de dry tooling, y si se quiere graduar este tipo de rutas sería mejor hacerlo en términos de energía como las vías de dry tooling.
Cuando doy un grado a una escalada de hielo, éste incluye la colocación de los tornillos y es para el primero de cuerda: esto significa que no hay picados y que el escalador tiene que limpiar el hielo, lo que es la parte principal de la dificultad.”
También existía la incógnita acerca del estilo empleado, sobre todo por la existencia o no de picados previos al encadenamiento, y Jordi nos lo explica con todo detalle: “A la vía le pusimos los tornillos, colgándonos de ellos y viendo las secciones. Cuando la escalé, no habíamos hecho ningún agujero para piolet, que es lo que se hace en los glaciares en los Alpes.
Si digo que no habíamos picado con las hojas en ninguna parte, mentiría, ya que sobre todo el primer cuarto de vía me sirvió para calentar. En el pegue primero y definitivo la encadené, sin haber tocado con los piolets tres cuartas partes de ella. ¿A vista?, no; no lo sé. Pero sin picados de piolet sí”.