David López Sáenz y Luis Penín pasaron unos cuantos días del mes de febrero enfrascados en la primera repetición de Stirb langsam (M11+, WI6+, 200 m), en el Tirol austriaco. Durante aquellas largas jornadas colgados en la pared trbajando la vía de Michi Wohlleben, ambos fueron lanzando miradas furtivas hacia la izquierda. Allí se les presentaba una línea evidente que les lanzaba sus cantos de sirena. No pudieron resistirse.
Al terminar con Stirb langsam, dedicaron su último día de aquel viaje a fotografiar con detalle la vía que habían vislumbrado y a convencerse de que era posible e incluso evidente que debían intentar abrirla. Una oportunidad así no se tiene que dejar escapar. Más días de vacaciones, más preparativos en casa, otro viaje y, siete días de escalada después –incrustados en diez días de viaje– dieron como resultado la apertura de Gaia (M12?, WI6+. 175 m).
Hablamos con Luis Penín, que nos cuenta cómo transcurrió la aventura:
«No sé si decir que nosotros abrimos la vía o que la vía nos abrió a nosotros»
¿Cómo surgió la idea de
abrir esta línea?
Pues al final, no sé si decir que nosotros abrimos la
vía o que la vía nos abrió a nosotros. Llevábamos días mirando la vía y al
final nos decidimos, aunque me extrañó que David quisiera abrir una vía, porque
él suele preferir repetir vías ya abiertas en lugar de abrir, pero es que es un
linión.
Hicisteis un viaje específico para Gaia, después de recoger información sobre el terreno. ¿Cómo os preparasteis?
Sí, organizamos un viaje de diez días. La verdad es que todo lo que hicimos para prepararnos apenas nos sirvió, porque la vía os engañó y era mucho más dura de lo que habíamos pensado. Llevamos 80 kg de material, ya que está en el mismo muro que Stirb langsam, que tiene 70 parabolts.
«Abrimos escalando en libre, psicológicamente fue muy duro»
¿Qué estilo y estrategia
aplicasteis?
Abrimos escalando en libre, con la idea de escalar en
las mismas condiciones que los eventuales repetidores. Psicológicamente fue muy
duro: muchos vuelos, desploma desde el primer metro, bastante agua en las
reuniones, muchos madrugones (a las 4:00 de la mañana estábamos en pie)…
Terminamos muy cansados. Nos ha costado mucho.
¿Cómo os habéis repartido el trabajo?
Es muy importante que el equipo se haya acoplado tan bien. Para mí ha sido un placer y un honor escalar con David. Además, tiene un enorme conocimiento de la meteorología y él se ha encargado de planear jornadas de descanso y horarios; yo me he encargado más bien de la parte logística. En la pared, él es un escalador muy técnico, el mejor que he visto yo en hielo; y yo he aportado quizás el físico. Cada día, comenzaba uno de primero y, cuando se cansaba, lo relevaba el otro. Cuando los dos estábamos cansados (después de quizás diez o doce horas), nos bajábamos.
«Hemos encadenado todos los largos excepto el L2» (M12?)
Por el croquis, entiendo que habéis liberado todos los largos excepto uno…
Hemos encadenado todos los largos excepto el L2. Esperamos volver para terminar el trabajo. De todos modos, están los movimientos resueltos y por secciones, pero nos quedamos sin tiempo para completar el encadenamiento. La cuestión es que el penúltimo día del viaje, cuando nos quedaban los últimos 20 metros de vía por abrir, descubrimos que el viento se había llevado la cuerda del primer rápel, de 80 metros y desplomado. Como teníamos todo el material de progresión en las reuniones, no tuvimos más remedio que subir por una vía ferrata que hay en el lado opuesto de la montaña y descolgarnos de un árbol desde arriba… La vía ferrata puede ser fácil en verano y con pies de gato, pero con hielo y bota rígida…
Aún así, tuvimos tiempo de terminar de abrir el L5 (M8+, 30 m) y encadenarlo. Al día siguiente, el último del viaje, encadenamos el techazo del L4 (M10, 30 m) y sacamos los movimientos del L2.
«Es la vía mixta de largos más dura que he hecho»
Ese L2 es el más duro de la
vía. ¿Cómo es?
El L2 tiene la peor roca de toda la vía, muy quebrada…
sale en M12 o incluso más. Creo que las graduaciones están bien ajustadas. El
largo en cuestión tiene bloqueos muy largos, con mucho desplome… y además han
quedado los gancheos justos. Los que utilizamos para abrir se nos fueron
rompiendo y al final han quedado los justos.
En resumen, ¿estáis
contentos con Gaia?
Estamos muy contentos y muy cansados. Ha quedado una vía
bastante guapa, sobre todo el L4, que es como una vía de mixto deportivo de
Kandersteg pero a más de 150 metros del suelo. La línea es difícil desde la
primera parte del L1, donde un tramo de hielo que antes de empezar pensábamos
que sería como WI4 es en realidad mucho más difícil porque desploma y sale de
WI6+.
Sin lugar a dudas, es la vía mixta de largos más dura que he hecho. Es una vía para profesionales, no para escaladores como nosotros.