«Siempre me había preguntado cómo de rápido se podría escalar Crack baby«, comentaba Dani Arnold respecto a la motivación que le llevó a intentar esta colosal línea de hielo de Kandersteg en solitario integral. El escalador suizo se merendó los ocho largos de la vía en un impresionante tiempo de 27 minutos y 13 segundos… una vía que cuenta con 380 metros de recorrido y dificultades nada despreciables, cotadas en WI6. No constan precedentes parecidos de su realización, que marca una nueva referencia en la escalada en hielo de dificultad.
Dani Arnold, que ya conocía Crack baby con anterioridad, la escaló una vez más -con cuerda- el 8 de marzo. Pudo comprobar con detalle y en primera persona el excelente estado del hielo que la forma y aprovechó para dejar en la cima un arnés y cuerda para poder realizar el rápel de descenso el día siguiente.
El 9 de marzo se plantó de nuevo en la base de la pared helada del Breitwangflue sólo con los crampones y piolets. Cogió aire y comenzó una carrera vertical, superando las dificultades sin apenas despeinarse. Su marca de 27 minutos y 13 segundos establece un promedio de unos 8 minutos por cada 100 metros de vía.
Un crack de la velocidad
Guía de montaña profesional, Dani Arnold no es un principiante en esto de las ascensiones de velocidad. De hecho, actualmente ostenta el codiciado récord de la cara norte del Eiger, que estableció en 2 horas y 28 minutos en abril de 2011, rebajando en 20 minutos la marca de Ueli Steck. Había dejado ya constancia de su velocidad en escalada en hielo de dificultad en febrero del año pasado, cuando encadenó en el día las exigentes Flying circus M10, Mach 3 M9 y precisamente Crack baby WI6, todas ellas en el Breitwangflue.
Pero su talento no se reduce sólo a la velocidad. En su currículum figuran también significativas ascensiones alpinísticas, como la primera invernal de la Torre Egger y la tercera del Cerro Torre (ambas en Patagonia), la repetición de The hurting (XI, 11) en Escocia, y muy especialmente la apertura junto a David Lama de Bird of prey (1.500 m, 6a, M7+, 90º, A2) en la difícil cara este del Moose’s Tooth (Alaska).