“Se buscan mujeres para un viaje peligroso. Sueldo bajo, frío intenso, no se asegura el retorno con vida pero sí honor y gloria en caso de éxito”.
Chus Lago se ríe cuando cuenta que esta frase de Ernest Shackleton podría haber compuesto su anuncio para encontrar a las compañeras de su nueva expedición, que partió el pasado 24 de marzo. Las viajeras que van con ella al casquete polar de Barnes, situado en la Isla de Baffin (Canadá), son Verónica Romero y Rocío García, es decir, una expedición exclusivamente femenina.
Pocas horas antes de partir tuvimos la oportunidad de conversar con Chus Lago y sus compañeras en la Librería Desnivel. Un encuentro aún más interesante pues la escritora Rosa Montero, gran amiga de Chus, quiso también despedirse de ella con lo que la improvisada reunión se convirtió en un encuentro realmente interesante entre dos mujeres que, partiendo de realidades muy distintas, se admiran y comparten muchas ideas.
Chus Lago es una gran desconocida a pesar de que, entre otras muchas actividades, ha realizado dos realmente importantes: alcanzar el Polo Sur en solitario y el Everest, que ascendió sin oxígeno aunque luego lo utilizó en el descenso. Pero lo más importante de Chus no es su faceta deportiva, sino su capacidad de expresar lo que ha vivido. Por eso os recomendamos disfrutar de sus palabras en el vídeo que acompaña este texto.
«Es necesario que la mujer, en cualquier ámbito, de un paso adelante y se haga visible”
Su objetivo deportivo de este año es atravesar con esquís el casquete polar de Barnes, en la isla canadiense de Baffin, por su ruta más larga y superando sus más de 1.000 metros de altura en su punto más alto, un camino dificultoso con una ruta real esquiada de más de 200 kilómetros en uno de los lugares más remotos y de difícil acceso de todo el Ártico.
“Es una expedición que va a ser dura porque hay que explorar cómo se entra a ese casquete polar, cómo se sale, manejar la tensión de que pueda llegar por la noche un oso polar… Vamos a contrareloj, con la comida y el combustible justo para hacer este recorrido», contaba Chus sobre los puntos clave de la expedición femenina que lidera. «La sociedad necesita referentes femeninos, en pleno siglo XXI las figuras femeninas son necesarias en cualquier ámbito: aventura, exploración, deporte… Es necesario que las mujeres den un paso adelante, que se visualicen».
Chus nos contaba que en su historial faltaban las expediciones de mujeres, lideradas por mujeres, en las que todas formen un equipo, todas iguales, cada una con su función. “No es que necesitemos demostrarnos nada”, explicaba, “pero ya que mis compañeras y yo somos mujeres realizadas que hemos conseguido las cosas que nos gustaban, nos parecía interesante juntarnos y vivir esta experiencia».
La expedición busca concienciar sobre el cambio climático
«Una vida entera metida en dos meses», así concibe el proyecto polar Chus Lago, lo que significa que es muy conciente de los altibajos emocionales de un reto de tanta envergadura, por eso tiene claros conceptos como este: «La energía hay que enfocarla hacia tu objetivo, sino no llegas, no lo haces».
La expedición forma parte de un proyecto más amplio que arrancó el año pasado y continuará el próximo que busca, también, concienciar sobre el cambio climático. “En la isla de Baffin hay un lugar central que los inuit conocen como la tierra que nunca se derrite. Pero ha empezado su cuenta atrás. Uno de los lugares más fríos del planeta ha empezado a retroceder”.
En la entrevista también hablamos con Chus sobre su ascensión al Everest y su expedición en solitario al Polo Sur, dos proyectos que han marcado su vida, dos proyectos absolutamente distintos pues no tiene nada que ver recorrer en solitario la gran extensión casi horizontal de un paisaje monótono y poco cambiante con la ascension a la montaña más alta del mundo. Dos vivencias muy distintas que Chus analiza con esa capacidad poética y, a la vez, profundamente reflexiva que la caracteriza.
«La sensación del Everest fue de tristeza, fue de pérdida, me di cuenta de que me hubiera gustado quedarme cincuenta metros por debajo de la cima para que esta quedara siempre pendiente, porque había metido toda mi energía, todo mi foco en esa montaña, durante siete años, y no sabía ver más allá. Se escuchó el clic y fue un clic de pérdida. El Everest es el Everest, no fue la montaña más difícil, fue la más exigente por la manera en que la hice: a la altura de esa montaña… esperando que me fuera para abajo en cualquier momento. Al llegar a la cima la perdí, me dije ¿ahora qué?».
«En el Polo Sur llegué a ese lugar hacia el que siempre he estado corriendo, no llegué solo al Polo Sur, llegué mucho más lejos, al punto al que he querido ir desde que tengo uso de razón. Puede haber más expediciones, pero ya no voy a estar buscando nada más. Voy a disfrutar de otra forma, esa búsqueda se ha terminado».
Lo del cambio climático en el planeta, no hay duda que se está produciendo. De igual manera no hay duda que todo lo relacionado con el cambio climático se ha convertido en un negocio de dimensiones cada vez mayores y es mucha la cantidad de dinero que se mueve detrás del tema. Un gran terreno de juego para oportunistas de todos los ambitos,sea de la ciencia, de la política,etc.Todos se aproximan al concepto para sacar partido, dejando la conciencia ecológica para otros, que luchan sin lucrarse.
con el mayor de los respetos, que mujer tan hermosa, en el mas amplio sentido de la palabra.
Increíble, preciosas palabras finales. Gracias Chus.. y suerte!
Jopeta! Q suerte! Con tanta chica guapa seguro q salen unas afotos chulísimas!!! Mucha suerte chicas, sois unas chanpions
Verónica Romero es la cantante de operación Triunfo???? K krack!
NO
Quisiera preguntar… ¿Es más dificil una actividad si no hay hombres de por medio? Muchas gracias, Saludos.