Cecilia Buil ha viajado este invierno en busca del hielo a una de las mecas de esta especialidad. Y lo ha hecho dentro del proyecto que lleva años desarrollando, HuEllas On Ice, de escalada femenina. Esta vez, su compañera de cordada era la mexicana Ixchel Foord. A pesar de una climatología que no colaboró especialmente, consiguieron la ayuda del especialista local Jon Walsh, quien les abrió la puerta de una nueva línea en el célebre Upper Weeping Wall. Entre los tres realizaron la primera ascensión de Lynx (130 m, WI5): «No es una vía difícil, pero si una rareza, una apertura de hielo puro en una de las paredes de hielo más famosas del mundo», la presenta Cecilia Buil.
Ella misma nos cuenta algunos detalles más sobre su aventura:
El 15 de febrero, Ixchel y yo nos juntamos en Calgary para recalar en las Rocosas Canadienses durante dos semanas y media. Fuimos con idea de escalar algunas de las clásicas que estuvieran formadas y abrir una vía de hielo dentro del proyecto HuEllas On Ice, con el que he podido abrir ya en cinco continentes –en unos mas y en otros menos–, y en todos en un momento en que el calentamiento global está poniendo difícil escalar hielo… El caso es que, al llegar, llevaban dos semanas de calor, así que muchas vías en plena formación se habían caído o despegado.
Escalando los primeros días en varios lugares, incluida la famosa y clásica Weeping Wall, vimos que las condiciones, aun si ser malas, no eran buenas, así que nos centramos en disfrutar del viaje y del hielo que había.
Llega el frío
Y entonces llegó el frío, con varios días de temperaturas extremas… demasiado frío para escalar a la sombra. Para entonces nos habíamos trasladado a Field, donde las condiciones estaban muy favorables, con las cascadas formadas especialmente gordas este año. Con pocas esperanzas, preguntamos a Jon Walsh, gran escalador y fotógrafo amigo de Ixchel, si conocía alguna línea para abrir que no estuviera a muchas horas de camino. Y entonces nos dijo que un amigo suyo le sugirió ir a abrir una línea que había aparecido en el Upper Weeping Wall. ¡No puede ser! A la derecha del todo y perfectamente visible desde la carretera, había una línea fina, escalable, pero todos debían pensar que ya estaba abierta… Jon nos dijo: «Lo he mirado y no aparece en ningún lado».
El lince
«Así que allí fuimos el día 27 de febrero, con una temperatura cuando llegamos al parking era de -25ºC«, señala Cecilia. Por el camino, el terceto tuvo la ocasión de avistar un esquivo lince, que se cruzó por delante de su coche y que tomaron como una señal de buena suerte y les dio la idea sobre el nombre de la vía que iban a intentar abrir.
Jon Walsh es el encargado de contar en sus redes sociales los detalles sobre la ruta, la 12ª que se traza en el Upper Weeping Wall:
Esta lengua se encuentra a unos 400 metros a la derecha del Weeping Pillar y tiene unos 130 metros de hielo fino que se escala en dos largos largos y parece como de WI5, aunque si llegase a engordar, sería WI4. La protección del primer largo fueron siete tornillos de 10 cm y cuatro tornillos de 13 cm, todos ellos tocando la roca. La mayor parte del hielo en ella tenía una media de unos 5 cm de grosor, hasta la reunión a 70 m, donde tiene 15 cm de grosor. No puedo explicar por qué esta placa escasa es divertida, ¡pero realmente lo es! El segundo largo era un poco más empinado y grueso (aunque todavía bastante delgado) y acababa en un árbol sobre una gran repisa de nieve. Las vistas desde esta proa no son nada menos que de primera clase. ¡Id antes de que se derrita!