Tamara Lunger vivió muy de cerca las tragedias que se sucedieron el pasado invierno en el K2. Llegó al campo base en compañía del rumano Alex Gavan. El 16 de enero, ellos dos fueron las primeras personas en llegar hasta el cuerpo sin vida de Sergi Mingote que, en su caída, fue a detenerse en las cercanías del CBA, donde ellos dos estaban en ese momento.

Fue un terrible golpe anímico para Tamara y Alex, que llevaban semanas de convivencia con Sergi y con Juan Pablo Mohr. Las dos cordadas estaban realizando de forma paralela la aclimatación para intentar ascender el K2 sin oxígeno. Como resultado de aquel accidente, Alex Gavan decidió abandonar y regresar a casa. Tamara y Juan Pablo optaron por quedarse, formar cordada e intentar ascender en honor del amigo desaparecido.
Las siguientes semanas fueron duras, con muy mal tiempo que les obligó a permanecer días y días en sus tiendas del campo base hasta que finalmente llegó su turno de intentar la cumbre. De nuevo, no obstante, la tragedia golpeó con fuerza. En el campo 3 (7.350 metros), el 5 de febrero, Tamara Lunger decidió no continuar ascendiendo y dar marcha atrás, mientras Juan Pablo Mohr se unía a John Snorri, Ali Sadpara y Sajid Ali… Solamente este último regresó y los otros tres continúan desaparecidos. Aquella misma jornada, Atanas Skatov perdía la vida en una caída cerca del C3.
Ha pasado casi medio año de aquello. Unos meses que han sido muy duros para ella. El invierno se desvaneció y pasó la primavera. Ha llegado el verano, pero Tamara Lunger no ha hecho planes para regresar a las grandes montañas del Karakórum, donde otros de sus compañeros del K2 invernal sí regresarán para hallar respuestas sobre los desaparecidos.
La alpinista italiana, sin embargo, ha encontrado las fuerzas para volver a Pakistán a realizar una tarea con mucho sentido. Tamara Lunger tomará el relevo de Juan Pablo Mohr en el proyecto Climbing for a Reason que el chileno impulsaba en el valle de Shigar. Este valle se extiende los 170 km que van de Askole a Skardu, puerta de entrada del Karakórum. El proyecto Climbing for a Reason pretende educar a los niños del lugar para que en un futuro tengan la formación que les permita vivir del turismo de montaña.
Así lo explica Tamara Lunger en sus redes sociales:
¡En unos días, parto de nuevo hacia Pakistán! Vuelvo con ilusión y miedo a la vez, pero por encima de todo, ¡regreso con el corazón abierto y con una misión!
El lunes 5 de julio se cumplió el aniversario de 6 meses [en realidad son cinco meses] de aquel día aciago. Lo que podría haber sido un día de muchísima alegría fue en cambio el día que lo cambió todo, trayendo consigo momentos verdaderamente difíciles, dolor y tristeza. Parece que fue ayer y al mismo tiempo es como si hubiera pasado una vida entera. ¡Lo que permanece igual es cuánto se echa de menos a JP! Sergi, Ali, John y Atanas también, por supuesto.
Cada momento difícil y doloroso puede traer venir con algo bello y este es el caso en este:
Decidimos recoger el testigo y continuar con el proyecto del que JP se cuidaba tanto. Va en su honor y memoria, el proyecto era enseñar escalada a niños de Pakistán, en el valle de Shigar, ciertamente para que se lo pasen bien pero también para garantizarles un futuro comenzando por los recursos de su tierra.
Se llama Climbing for a Reason (“escalando por una razón”). Y estamos orgullosos de poder hacer esto no solo con niños sino también con niñas.
Tamara Lunger ha animado también a la participación de los amantes de la escalada y la montaña, a través de contribuciones de crowdfunding por GoGetFunding.com.