Peter Croft es un canadiense de 55 años residente en Bishop (California). Alex Honnold es un californiano de 28 años que vive en su furgoneta. Ambos pasan mucho tiempo en Yosemite, escalando en el granito más famoso del mundo con la particularidad de que muchas veces lo hacen sin cuerda. Peter Croft es uno de los maestros históricos de esta modalidad, en la que puso el listón muy alto cuando, en 1987, escaló Astroman y Rostrum en el día. Alex Honnold es uno de sus alumnos más aventajados, y fue el primero en repetir aquel mismo logro cuando tenía 22 años (2007); después, ha completado otras sonadas realizaciones tanto en escalada de velocidad como en solo integral, en Yosemite, Zion o Bugaboos.
Los dos fueron reunidos por The North Face Speaker Series en una charla emitida en directo por internet bajo el título Riesgo y recompensa del solo integral, conducida por el también escalador y realizador audiovisual Peter Mortimer. Este inauguró el acto con una doble aproximación al solo integral: Por un lado, “es la expresión más pura de la maestría en la escalada; los más grandes solos integrales trascienden nuestro deporte y entran en la conciencia colectiva como verdaderos logros de la humanidad, llevando más allá los límites de lo que somos capaces de hacer”; por otro lado, “el solo integral incluye gran cantidad de variables, y todas ellas te pueden matar: una presa que se rompe, abejas que te pican, la pared se moja, pierdes la concentración, alguien deja caer algo sobre ti, te deslumbras… quizás el escalador se siente conforme con ello, pero ¿qué pasa con quienes quedan atrás (familia, amigos…) por el simple hecho de intentar escalar una pared? No se puede negar este argumento ni las estadísticas de tantos grandes escaladores en solo integral que han fallecido: John Bachar, Derek Hersey, John Yablonski, Dan Osman, Michael Reardon…”
Peter Mortimer presentó conjuntamente a Alex Honnold y Peter Croft como dos escaladores “con una dedicación maníaca a lo que uno de ellos definió como hacer una de las cosas más peligrosas del mundo de la forma más segura posible”.
¿No es tan peligroso?
Peter Croft: El peligro es una cosa muy personal. No es peligroso ‘para mí’. Desde mi punto de vista, la comprensión del hecho de que no puedes caer es fundamental. Te sitúas en una zona de no-caídas y eso lo hace más seguro. Si escalas con cuerda, antes de poner tu primera pieza de material estás escalando en solo, y si te caes… la diferencia con el solo integral es que eres consciente de ello desde el principio y no hay distracciones, lo que hace que estés mucho más concentrado y por tanto que escales mucho más seguro. Si eliminas distracciones como la cuerda, tus compañeros de cordada y el material, entonces estás completamente concentrado en la escalada.
Alex Honnold: Creo que la duda es el principal peligro. En cuanto empiezas a dudar estás jodido. Además, nadie ha muerto por tener un accidente mientras estaba totalmente concentrado.
¿Igual escalar con cuerda no es tan seguro?
PC: Cuando escalas con cuerda, parte de atención está en la cuerda y en la manera de mantenerte seguro, o en tu compañero de cordada (si está nervioso, preocupado, atento, distraído…). El miedo está fuera del programa: yo no escalo en solo integral cuando tengo miedo. En cambio, todo es positivo y estoy completamente concentrado: cuando escalas en solo integral tienes un nivel extra de concentración y también puedes dedicar un nivel de esfuerzo extra (el que ahorras por cargar con cuerda, material, etc.).
¿Qué cálculo de riesgo-recompensa hacéis?
AH: No hay ningún cálculo del riesgo. Vemos un objetivo y, si es estético e inspirador y estoy convencido de que puedo hacerlo, vamos a por él. Y siempre estás convencido al 100%, no piensas que tienes un 95% de posibilidades.
PC: Para mí, es algo más emocional que racional. No me meto en matemáticas. Yo quiero volver de una pieza, así que pienso en si puedo hacerlo y me motiva lo suficiente; si es que sí, lo hago.
¿Cómo controláis los momentos de pánico?
PC: Si me siento nervioso antes de empezar, ya no comienzo. Si suceden cosas como la rotura de una presa, animales o lo que sea, simplemente se trata de manejarlo y superarlo, de forma casi insconsciente. Manejas la situación y avanzas. Es como cuando vas conduciendo y encuentras un imprevisto en la carretera: más que asustarte y entrar en pánico, lo esquivas subconscientemente y sigues adelante.
AH: He tenido que lidiar muchas veces con presas rotas, animales que te atacan, tormentas que llegan y descargan… también es verdad que tengo experiencia de escalar lloviendo en Canadá y también de destrepar rutas enteras. Así que si las cosas se ponen feas, tampoco me importa destrepar y puedo hacerlo con seguridad.
¿Os ha pasado muchas veces el tener que destrepar?
PC: ¿Bromeas? Sólo se habla de los solos que hemos hecho, pero ha habido montones de vías que he intentado pero en las que no me he sentido a gusto y he tirado para abajo.
AH: Sí, a mí también me ha pasado más de lo que la gente cree. A veces, planeas hacer algo un día y cuando llegas a pie de vía no te sientes como para hacerlo y no lo haces, cambias la escalada por un trekking. O a veces escalas unos metros y ves que no va bien y te vuelves.
Contad algunos de vuestros momentos más difíciles, cuando las cosas se ponen feas… por ejemplo hay un vídeo en el que a Alex Honnold le resbala un pie…
AH: Son cosas que pasan escalando, pero yo me sentí completamente seguro. En 20 horas de escalada pueden pasar muchas cosas: he tenido un ratón en la mano, han venido pájaros, etc., pero son cosas que pasan. Además, también los vídeos se editan para quede dramático, pero no lo es tanto.
PC: Yo, por ejemplo, en New dimensions (Yosemite), cuando estaba cerca de la cumbre a unos 120 metros, se acercó una tormenta y comenzó a llover… Como era bastante desplomado, quedaba un poco protegido de la lluvia, pero tuve que ir desescalando cada vez más rápido hasta abajo del todo para evitar la lluvia.
O cuando estaba en una zona remota de Canadá con un amigo y vi un pilar precioso de unos 500 metros que sabía que tenía que escalar ese día o ya no lo haría nunca, aunque el tiempo estaba algo sospechoso. Cuando estaba a unos 150 metros de altura, en una zona bastante desplomada, comenzó a llover ligeramente y me encontré una laja que se movía y amenazaba con soltarse, con lo que tuve que empujarla con mi pecho para que no cayera pero entonces empezaron a caer las piedrecillas de los lados que la sujetaban en su sitio… al final, conseguí meter los dedos de una mano en una fisura y tirar la laja con la otra mano y los pies… Después, cuando ya llovía muhco, me encontré una placa en la que no podía escalar por falta de adherencia de los pies de gato; tras mucho intentarlo, finalmente conseguí hacerlo escalando sobre mis rodillas y eso me salvó. ¡Me sentí como si hubiera descubierto la penicilina!
¿Sacáis alguna lección de ello?
AH: ¿Lección? Yo nunca escalo bajo la lluvia… quizás es porque soy de California.
¿Vale la pena? ¿Habéis pensado alguna vez en no hacerlo nunca más?
PC: Yo siempre pienso que puedo darme la vuelta en cualquier momento, así que claramente sí, vale la pena.
AH: He tenido experiencias malas, pero de ello no saco una conclusión general. Si acaso te preguntas por ese día o por esa vía.
¿Se pierde parte de la pureza del solo integral si hay una cámara grabando?
AH: El solo integral tiene realmente sentido cuando lo haces por ti mismo y para ti mismo y no hay cámara. Muchos de mis solos han sido documentados después de hacerlos.
PC: También para mí. En todos los grandes solos que he hecho me he asegurado que no hubiera nadie alrededor.
AH: Que haya alguien documentando allí al lado cambia completamente la experiencia. Aunque sólo sea por el hecho de que tienes a alguien con cuerda ahí mismo y si te asustas siempre puedes recurrir a pedirle una cuerda… Es una experiencia muy diferente estar completamente solo.
Alex, tienes previsto escalar el rascacielos Taipei 101, ¿por qué?
AH: Escalar edificios es obviamente muy diferente que escalar en roca. Todo el proceso es muy diferente. Pero creo que también es un objetivo muy estético de escalar.
PC: Sí, a mí también me parece estético, aunque creo que la naturaleza supera todo lo que el hombre es capaz de hacer, no sólo en estética sino también en durabilidad.
AH: También es bonito hacer cosas diferentes de vez en cuando.
Pregunta del público: He empezado a escalar en solo integral y a media vía mis piernas comenzaron a temblar, ¿cómo combatís el miedo?
PC: Si fuera yo y mis piernas temblaran de miedo, me iría a casa a mirar la televisión. No se trata, para mí, de una batalla contra el miedo, sino de hacerlo cuando es el momento de hacerlo y está claro que para él no es el momento. Cuando empecé en el solo integral, había mucha diferencia entre mi nivel con cuerda y lo que escalaba en solo, que eran cosas muy fáciles. Nada de llegar a mi límite.
AH: Totalmente de acuerdo. Mi primer solo fue un 5.3 (IV grado francés), que vendría a ser básicamente una caminata técnica.
Pregunta del público: ¿Queréis morir escalando?
AH: ¿Quién querría morir escalando? Yo querría morir como mi abuelo, a los 80 años o incluso mayor, después de haber disfrutado de la familia y jugado a las cartas con mis nietos.
PC: Si puedo elegir, preferiría que no.
Pregunta del público: ¿Qué pensáis del solo integral a vista?
PC: Lleva la aventura a otro nivel. Si has estado antes allí, casi escalas con el piloto automático puesto. Hay una diferencia enorme en el grado también. Mucha más aventura y mucha más satisfacción.
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