Paul Pritchard, uno de los mejores escaladores ingleses de la década de los ochenta y los noventa y que sufre una hemiplejia –parálisis del lado derecho del cuerpo- se ha propuesto un nuevo reto: recorrer el camino que separa la ciudad tibetana de Lhasa y la capital nepalí, Kathmandu, en un triciclo adaptado junto a una compañera que también sufre una discapacidad, Carol Hurst.

Pritchard sufrió un accidente mientras escalaba el Totem Pole, en Tasmania, tras el que perdió la movilidad en el lado derecho e incluso los doctores le dijeron que posiblemente no volvería a poder caminar. Lejos de esa sentencia, Paul tiene ahora en mente este proyecto, de unos 1.100 kilómetros de longitud.
¿La razón? Mejorar la negativa imagen que de las personas con discapacidad se tiene en esa zona del mundo, donde se llega a pensar que una discapacidad es un castigo del karma por algún hecho ocurrido en una vida pasada.
Pritchard y Hurst emplearán el deporte para intentar promover una imagen de la discapacidad más positiva, tratando de difuminar el aspecto negativo al que está asociada. Según sus previsiones, partirán de Lhasa el próximo 20 de septiembre en dirección oeste, pasando por los pies de montañas como el Everest, el Cho Oyu o el Shisha Pangma. Esperan terminar el viaje 36 días después.
Como colofón, la pareja intentará conseguir el dinero necesario -8.000 dólares- para poder filmar y editar un documental sobre la experiencia, para lo que han habilitado una página web desde la que se pueden hacer donativos para la causa, con un mínimo de un dólar.
Puedes acceder a toda la información del proyecto y a la sección de donativos desde la web oficial.