El pasado miércoles 17 de Abril, la Librería Desnivel reunió a un públicodiverso -no estrictamente montañero- y muy numeroso -muchos de ellos de pie-para asistir a la esperada conferencia de CésarPérez de Tudela, que bajo el titulo La Montaña y el Hombre. Una visiónpersonal, fue, efectivamente, personal. Habló y se presentó al públicoél mismo, agradeciendo la deferencia que supone ser requerido en la TribunaDesnivel, y realizando digresiones sobre si era o no adecuado aceptar elofrecimiento de hablar en público, debido a lo que cualquiera de sus accionestienen de reacción para otros.
«Vengo como un deber que debo cumplir, aunque me resulte incómodo.Llevo cuarenta años hablando y escribiendo de las montañas y lo que ellaspueden significar en la vida de los hombres y no voy a dejar de hacerlo ahora,precisamente en este lugar que se ha erigido como templo del alpinismo».
Realizó diversas conjeturas sobre la montaña y su persona, confesando quealgunos le habían llamado y dicho que acudían a su conferencia «no por loque fuiste, sino por lo que sigues siendo» Y precisamente por ello estuvoallí, para enlazar el ayer juvenil del hecho deportivo, ser el mejor y estarcerca del récord, con ser explorador de montañas, y hoy quizás también unactivo peregrino y alpinista que sólo busca la metafísica y la mística de lacima.
Difíciles comparaciones
Ayudado con pocas diapositivas, Cesar pasó revista a diversas montañas desu vida, a las que ha vuelto en algún caso treinta y hasta cuarenta añosdespués (el Cervinopor diversas rutas ), estableciendo interrogantes y preguntas sobre lasdifíciles comparaciones de alpinistas y montañas. » ¿Qué montaña esmás grandiosa el K2o el Monte Sarmiento? No se puede comparar a Bonatticon Messner.Ni a nadie con nadie. Decir que alguien es el mejor, el más grande, esdesconocer la realidad de la historia de este mundo incomparable en si mismo,lleno de personajes, que cada uno en su época y a su modo, la han llenado desucesos de extraordinaria profundidad poética, filosófica y humana».
Toda la conferencia de César Pérez de Tudela, expresada a viva voz,fundamentalmente recitada, y poco apoyada en diapositivas impecables, fue unlargo monólogo repleto de historia del alpinismo, enjundia y conceptos muypersonales, al margen de las creencias generales, ante las que se presentó, unavez más, como uno de los «adelantados», con concepciones muysingulares y personales. Al terminar recibió un prolongado aplauso que muchosde los asistentes estimaron extraordinario en virtud del normal y fríolaconismo muy frecuente en la reacción de los montañeros en este tipo deactividades culturales.