Jerzy Kukuczka se hallaba, en 1986, el pleno fervor ochomilista. Reinhold Messner se convirtió en la primera persona en completar, el 16 de octubre de ese año, los catorce ochomiles, algo por lo que también pugnaba el polaco. Mientras el surtirolés hollaba la cima del Lhotse, Kukuczka se hallaba en plena expedición al Manaslu, que unas semanas después se convertiría en su 12º ochomil.
No se habló tanto del Manaslu de Jerzy Kukuczka, pero sin duda figura como una de sus ascensiones remarcables. De hecho, abrió allí una nueva ruta con Artur Hajzer en puro estilo alpino y ambos firmaron la primera ascensión de un ochomil en un mes de noviembre. Fue el 10 de noviembre de 1986.
Tiempo horrible
Jerzy Kukuczka llegó al campo base del Manaslu en el mes de septiembre, un par de meses después de haber alcanzado la cima del K2 ese verano y con la primera invernal del Kangchenjunga con Krzysztof Wielicki en enero todavía fresca en el recuerdo. Se había rodeado de un magnífico grupo de compañeros para la ocasión: los también polacos Artur Hajzer, Woytek Kurtyka y Ryszard Warecki, así como los mexicanos Carlos Carsolio y Elsa Ávila.
Aquella expedición estuvo marcada por el mal tiempo desde el primer día. De hecho, tras plantar el CB (4.400 m) el 8 de septiembre, tardaron en poder aventurarse a la montaña diez días en los que no dejó de llover y nevar. Inicialmente se centraron en la arista este, abierta el año anterior por una expedición austriaca.
Lanzaron hasta cinco intentos por aquella línea, que estuvieron trabajando desde el 17 de septiembre hasta el 31 de octubre. Alcanzaron su máxima altura el 29 de octubre, cuando llegaron a los 7.600 metros.
Cambio de ruta y estilo alpino
A continuación, la expedición cambió de idea y se fijó en la cara noreste. El 5 de noviembre, Jerzy Kukuczka, Artur Hajzer y Carlos Carsolio comenzaron su ataque en estilo alpino por una ruta situada en el lado izquierdo de esta vertiente, siguiendo una línea independiente de la normal.
Los días sucesivos fueron ganando altura e instalando vivacs a 5.500 m, 6.300 m y 7.300 m. En la cuarta jornada de ascensión, tuvieron que hacer frente a varios largos duros de escalada mixta y montaron su cuarto vivac a 7.600 m. Tras superar otras secciones exigentes y pasar por la virgen cima secundaria del Manaslu Noreste (7.895 m), por fin en su quinto día en la pared alcanzaron el plató somital (8.000 m), donde vivaquearon por quinta noche consecutiva el 9 de noviembre.
La mañana siguiente amaneció con un Carlos Carsolio aquejado de congelaciones e incapaz de seguir subiendo. El mexicano permaneció en el vivac mientras Jerzy Kukuczka y Artur Hajzer continuaban hasta la cumbre, que hollaron con un frío extremo tras dos horas de caminata. Las crónicas de la época citan a Jerzy Kukuczka, quien reconocía que “a pesar de que el esfuerzo fue enorme, estuve tiritando todo el tiempo”.