El 29 de junio de 1970, mientras los hermanos Messner descendían del Nanga Parbat por la vertiente del Diamir, Günther, que se había quedado rezagado, fue víctima de una avalancha y desapareció. Reinhold contó que pasó el día siguiente buscándole y luego descendió, perdiendo seis falanges de los dedos de los pies y varios dedos de las manos a causa de las congelaciones.
Pero dos montañistas alemanes de la misma expedición, Hans Saler y Max von Kienlin, recordaron que el mayor de los Messner, un atleta mucho más formidable que su hermano, había dejado bien claro que no quería la compañía de su hermano en el asalto, y que la aceptó de mala gana.
Afirmaron, primero en campamentos, luego en salones y más tarde en sendos libros, que la ambición de Reinhold Messner era tan poderosa que durante el ascenso, al comprobar que Günther demoraba su marcha, lo abandonó a una muerte segura.
Celos de Saler y Von Kienlin

Messner logró que la justicia alemana prohibiera nuevas ediciones y traducciones de los libros de sus enemigos, pero todos en el ambiente del montañismo conocían la historia.
Además, la personalidad de Messner contribuyó a que muchos dieran crédito a la versión de sus ex compañeros de expedición, a pesar de que él adujo que se trataba de celos profesionales, en el caso de Saler, y del otro tipo en el caso de Von Kienlin, ya que después de aquella trágica expedición, en la que Reinhold perdió varios dedos de sus pies, Von Kienlin lo invitó a reponerse en su casa. Y allí estaba Ursula, su esposa, que rompió con su marido y se marchó con Messner.
Muchos años después de la tragedia, en 2004, se encontró un peroné en la vertiente Diamir de la montaña, y los análisis encargados por Reinhold a una universidad alemana revelaron que, efectivamente, había muchas posibilidades de que el hueso perteneciese a su hermano, lo que confirmaba la versión del alpinista.
El enigma resuelto
Y el pasado verano, la historia se cerraba definitivamente cuando un guía de montaña encontraba cerca de la base del Nanga Parbat unos huesos y algo de ropa, que fueron reconocidos enseguida por Reinhold como pertenecientes a su hermano. Messner, sin que nadie lo viera, sacó de contrabando unos pedazos de huesos, que mandó analizar. Los resultados de las pruebas de ADN dieron positivo, con lo que la versión de Messner quedó totalmente confirmada.
Ahora, una vez resuelto el enigma, el director alemán Joseph Vilsmaier, autor de películas como Stalingrado o Comedian Harmonist, quiere llevar a la gran pantalla esta emocionante historia de muerte, celos, éxito, juicios, sospechas… Para la elaboración del guión, que ya está terminado, el director alemán se reunió con Messner para obtener su versión de la historia, que dentro de unos meses podremos ver en el cine.
Fuente: alpin.de
1 comentario
Para la «deutschseele» de los 70, aún impregnada de nacionalsocialismo, el difamar a alguien quien les hacía sombra, era una táctica muy rentable. Reinhold podrá ser alguien con quien no se simpatiza, pero afortunadamente ha quedado más que demostrada la «mala leche» de los von…. su prepotencia y su falta de escrúpulos . Günther no hizo caso de los consejos de su hermano y le siguió. y sus fuerzas se agotaron y la montaña hizo el resto.