Un grupo de científicos de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Pirenaico de Ecología han logrado escanear enteramente el glaciar de la cara norte de Monte Perdido. La acción, que se lleva a cabo por primera vez en Pirineos, busca conocer con exactitud cómo evoluciona el emblemático glaciar.
Que los glaciares pirenaicos retroceden es un hecho incontestable. Las mediciones que se vienen haciendo desde hace años lo demuestran. Pero se sigue sin conocer a ciencia cierta la mecánica de este retroceso.
Para tener más datos de cómo se descongelan nuestros glaciares, un grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Pirenaico de Ecología, un centro dependiente del CSIC, han escaneado el glaciar de la cara norte de Monte Perdido, el glaciar que es sin duda más emblemático y el más conocido y estudiado de la cordillera, pues se tienen fotografías de él desde finales del siglo XIX.
El grupo científico estuvo a pie del glaciar durante tres días y utilizó tecnología láser para obtener una imagen trimidensional de las dos grandes masas de hielo que lo componen. El proyecto es efectuar esta medición periódicamente para comparar las imágenes conseguidas y evaluar la evolución del glaciar. El grupo tiene previsto escanear otros dos glaciares pirenaicos más.
El trabajo sobre el glaciar Norte de Monte Perdido ha tenido una duración de tres días y gracias al empleo de tecnología láser se ha podido obtener una representación tridimensional del mismo. Este análisis será la base de futuros escaneados sobre el mismo glaciar con los que se observará y analizará la evolución de su superficie y de su volumen.
El glaciar de la cara norte de Monte Perdido es uno de los ejemplos más espectaculares del glaciarismo pirenaico, aunque no el más extenso, una circunstancia que recae en el glaciar de Aneto-Maladeta. El glaciar de Monte Perdido fue declarado Monumento Natural por el Gobierno de Aragón en 2007. De esta protección gozan también los glaciares de Balaitus, Picos del Infierno, Vignemale, La Munia, Posets, Perdiguero y el citado Aneto-Maladeta.
En el Pirineo aragonés se cuentan veinte glaciares. Son los glaciares más meridionales de Europa y se localizan en una franja de 90 kilómetros. Desde hace años, salvo en momentos puntuales como el sucedido en 2007, estas masas de hielo vienen registrando un continuo retroceso. Según un informe elaborado por el Minsiterio de Medio Ambiente, entre 2002 y 2008 los glaciares españoles perdieron una cuarta parte de su masa.