La Confederación Hidrográfica del Ebro ha anunciado en su último informe anual sobre el balance de masa y movimiento del hielo que el glaciar de La Maladeta, en Huesca, ha perdido casi 1 metro de espesor medio, la mitad con respecto al pasado año hidrológico, y más de 20 metros desde 1991, año en el que se empezaron a realizar dichos informes sobre el glaciar.
El documento, remitido al Patronato de los Monumentos Naturales de los Glaciares Pirenaicos, recoge los trabajos de análisis y obtención de datos desarrollados durante el año hidrológico 2015-2016 y se enmarca dentro del Programa ERHIN (Evaluación de los Recursos Hídricos procedentes de la Innivación) del Ministerio que realiza un control anual de los glaciares desde el año 1990 para cómo les están afectando los cambios en el clima.
Del informe llama la atención que el glaciar sigue retrocediendo, como muestra la medición de la superficie del cuerpo principal que en la última campaña era de 23,31 hectáreas frente a las 50 hectáreas al inicio de la serie. Además, la observación del último año hidrológico indica que una pérdida anual de -843 mm, una cifra ligeramente superior a la media de las mediciones (-680 mm) aunque la mitad que la medida del año anterior (-1.760 mm).
Durante los 25 años que se llevan realizando las mediciones el glaciar presenta un balance de casi -17.000 mm y también se ha comprobado que el espesor del glaciar crece un poco en cotas altas pero disminuye muy rápidamente en cotas bajas. La superficie del cuerpo principal del glaciar también se ha reducido hasta las 23,31 hectáreas, una cifra claramente inferior a las 27,68 de 2010 y las 50 hectáreas en 1991 (53 % de pérdida de superficie).
Las balizas instaladas en el glaciar en el año 1991, que se han ido reemplazando a medida que quedaban inoperativas por el hielo, han permitido determinar que en los últimos años el movimiento superficial anual del hielo ha pasado de 5 metros anuales en la zona más rápida a 3 metros, mientras que la lengua del glaciar apenas tiene movimiento.