Aunque Nims Purja es nepalí nació alejado de las grandes montañas en una familia con pocos recursos económicos que nada sabían de la escalada. Tenía solo una año y medio de experiencia en montaña cuando subió al Dhaulagiri, su primer ochomil.
«Desde muy pequeño aprendí a sentirme emocionalmente bien con un mínimo de comodidades, y eso puede explicar en parte que pueda haber sido capaz de vivir la mayor parte de mi vida en medio del caos de las guerras, o en una tienda colgada en la ladera de una montaña».
Más allá de lo posible
En 2018 anunció su propósito de pulverizar el récord logrado hasta el momento para completar las ascensiones de los catorce ochomiles, que se había mantenido en torno a unos ocho años. Así que cuando Nims pregonó que se proponía escalar los catorce en menos de siete meses la gente se burló.
Le dijeron que estaba loco, y despertó muchas críticas en ciertos sectores de la comunidad alpinística mundial por su estrategia logística: intensivo uso de helicópteros, y su estilo: utilizando oxígeno suplementario. Mientras que algunas de sus ascensiones (principalmente al K2, pero también al Dhaulagiri) recogieron una admiración prácticamente unánime.
Es interesante la reflexión que plasma Nirmal a cerca de la opinión de los demás sobre su estilo o sobre el uso de oxígeno o sobre la locura de hacerlo en tan poco tiempo o sobre los rescates o sobre la fiebre de la cumbre o a cerca del miedo.
Es una visión original la de Más allá de lo posible que quizá no nos cuadre con la mirada hegemónica que prevalece en las montañas y que no deja de ser sorprendente e inspiradora, cualquier mirada que revise creencias para mí lo es. Al proceder de un entorno «no montañero» se puede permitir desmitificar el mundo de la montaña: desde las compañías de guías y su competencia, hasta los alpinistas que permanecen en sus tiendas mientras al lado otros mueren.
«Tras el rescate en solitario de Seema aprendí una lección importante: que el hecho de haber utilizado oxígeno durante mi ascensión es lo que hizo posible salvar su vida. En caso contrario, la probabilidad de que yo hubiera tenido suficiente energía para ese rescate habría sido muy pequeña, o inexistente. Por esa razón decidí que, en adelante, utilizaría oxígeno artificial cuando escalara por encima de los campamentos superiores de los ochomiles, a sabiendas de que, en algunos círculos del alpinismo, eso no se consideraba la forma más pura posible de la escalada en altura. Pero ¿a quién le importaba eso? Nadie estaba en posición de dictarme por qué o cómo escalar las montañas, del mismo modo que tampoco yo tenía derecho a dictárselo a otros».
Más allá de lo posible
Durante la fase de planificación, le dio el nombre de «Project Possible» y esto se convirtió para Nims en «una oportunidad para demostrar al mundo que todo, cualquier cosa, es posible si una persona dedica todo su corazón y su mente a cumplir su plan».
Y efectivamente pone todo su corazón y su mente, sus proyectos son su Dios, se convierten en su causa.
«Al igual que en mi trabajo en el ejército, la escalada no era para mí una cuestión de ego o de fama. Para mí, era un servicio. “¿Podré hacerlo?”. Y si alguna vez se filtraba en mi mente la más mínima sombra de duda, recordaba inmediatamente a mi nuevo dios: demostrar al mundo que la imaginación es la fuerza más poderosa que existe».
Más allá de lo posible
Para llevar a cabo su proyecto, dejó su trabajo, hipotecó la casa, tenía suficiente confianza en sí mismo como para abandonar el ejército británico al que tanto esfuerzo le había costado acceder, donde había servido como soldado gurka durante varios años antes de alistarse en el Servicio Especial de Embarcaciones, una división de las fuerzas especiales compuesta por soldados de élite.
Y en Más allá de lo posible habla de su vida en conflictos bélicos y realmente parece que esté relatando una película de acción, sobre todo si me desprendo del juicio que me surge al pensar que esas guerras, esas secuencias de tiroteos, no forman parte de la ficción.
Conocer esa faceta te ayuda a comprender su carácter disciplinado, metódico, la cualidad entrenada de no desmoronarse, la dificultad para expresar abiertamente sus sentimientos. Tiene máximas muy extremas como «mejor morir que ser un cobarde» y dos reglas que se impone en las expediciones: «la esperanza es Dios; y las pequeñas cosas son de la mayor importancia en las grandes montañas».
Uno de sus grandes objetivos era dar visibilidad al pueblo sherpa «durante demasiado tiempo, el trabajo heroico de este pueblo había permanecido infravalorado en el seno de la industria de la escalada himaláyica». Y otro, reivindicar el cuidado de la naturaleza y el deterioro ambiental del Himalaya. Además su «Project Possible» se acabó convirtiendo en un proyecto del pueblo, gracias en parte a esa herramienta que son las redes sociales.
Y así montaña a montaña, paso a paso por encima de la Zona de la Muerte, Nims nos va relatando cada dificultad, cada aventura, con sencillez y honestidad. Su estilo y pensamientos a menudo están muy alejados de los libros de montaña y la tribu que la componen y esto a veces es un alivio, un regalo de diversidad. Su disciplina y empuje se alimenta también de una profunda confianza en la vida, en el poder curativo de los pensamientos, en la fortaleza interior. Y su pasión es muy parecida a la de tantas personas que disfrutan las montañas.
«También conocía el poder curativo de la naturaleza. Era fantástico poder estar al aire libre, escalando en las grandes alturas, en un entorno donde carecían de importancia factores como la raza, la religión, el color o el género. Allí, solo los seres humanos establecían diferencias, las montañas eran imparciales. No juzgaban a nadie. Cadavez que mis amigos me confesaban que estaban padeciendo graves problemas emocionales, yo les llevaba a escalar. Las montañas eran probablemente la mejor terapia que puede experimentar un ser humano. La vida parece mucho más simple cuando uno se siente conectado a la naturaleza con una cuerda de escalada y un par de crampones».
Más allá de lo posible
Más allá de lo posible esconde una sabiduría muy particular. Lo disfrutaremos mucho si conseguimos sacudirnos las creencias de lo que está bien o mal en relación al alpinismo: si es mejor no usar oxígeno que sí usarlo, si es más importante ser ético con el deporte o con las personas y la vida…. Si te dejas atravesar por este personaje entrañable al que puedes llegar a aborrecer y adorar en una misma página. Eso, para mí, es humanidad compartida.