Ampliar la mirada es algo que a veces asusta, en lo conocido se siente más seguridad y se está bien a gusto; pero ampliar la mirada da perspectiva, posibilidades, nuevos horizontes. Esta es la idea de la nueva colección «Más allá de las montañas» dentro del sello Desnivel, desdibujar las líneas que nos definen para recorrer nuevos caminos de la mano de historias que nos enamoren.

Empezamos esta nueva aventura con La memoria del hielo, de Susana Rizo, una conmovedora historia de misterio, añoranzas y redenciones, bajo el hechizo del fuego boreal en el mismísimo fin del mundo.
«La soledad la envolvió por completo. Era como si la misma vida hubiera desaparecido y ella fuera la única habitante de un universo desconocido. Deseaba volver a refugiarse en el interior de la izbá de Serguéi, y entregarse a ese enigmático hombre, que era lo único que tenía sentido en medio de aquella nada. Se dio la vuelta para observar de nuevo la cabaña donde había pasado esa larga noche ártica. De las ventanas no brotaba luminiscencia alguna y la estructura de aquel cubil de madera parecía fundirse con el resto del paisaje, como si el arquitecto de las sinfonías nunca hubiera estado allí».
La memoria del hielo
La memoria del hielo arranca con unas desgarradoras notas musicales que emergen de un edificio abandonado de la ciudad Norilsk durante la primera noche del invierno polar en Siberia. La joven Elena Ivanova, atrapada en un bucle autodestructivo, es atraída por la inquietante melodía. En el interior de la antigua construcción descubre a un enigmático hombre que esconde un pasado traumático. Juntos compartirán furtivos encuentros en un apartado paraje de la tundra durante los cuarenta y cinco días de la oscuridad ártica, en los que ambos bucearán a través de sus recuerdos tratando de desenterrar ocultas desolaciones. Dos almas náufragas colmadas de verdad, y también de dudas, entregadas a una dependencia mutua que les conducirá a la salvación, o al abismo.
«—En la vida damos por hechas tantas cosas… Y de repente, todo cambia. Las tinieblas están siempre a un paso de nosotros».
La memoria del hielo
Y en ese viaje, entre el abismo, las tinieblas, el amparo, la fuerza y el dolor, nos sumergimos para recorrer dos vidas y a la vez estrenar nuevos pasos para intentar no darlo todo por sentado y transitar un nuevo camino literario que seguro nos llevará a lugares sorprendentes.