A menudo se dice que hay circunstancias que marcan la vida de las personas. Pero para algunos alpinistas hay cimas que determinan su existencia de manera irreversible. Para Juanjo San Sebastián el K2, la montaña de las montañas para algunos, ha señalado un punto y aparte en su vida.
El día 4 de Agosto de 1994 alcanzó la cumbre a última hora de la tarde junto con Atxo Apellániz. A partir de entonces se inicia un descenso dramático, con vivacs por encima de los 8.000 metros, un alud de 400 metros del que sale ileso milagrosamente, congelaciones, hambre, sed, dolor, mucho dolor y la muerte del compañero por agotamiento.
Juanjo salva la vida y consigue llegar al campo base, con graves daños que le suponen severas amputaciones. «Cita con la cumbre» narra la obsesión por una montaña, el K2, las diferentes expediciones realizadas con anterioridad, y con numerosos flash-back da un rápido repaso a su carrera de alpinista.
El texto tiene dos cualidades destacables. En primer lugar su enorme gancho y fuerza narrativa, una irresistible tensión que hace que se lea de un tirón y recuerda las mejores páginas de Krakauer relatando el descenso del Everest de 1996 o la supervivencia de Joe Simpson en el Siula Grande que relata en «Tocando el vacio».
Las angustias, emociones, los sentimientos más íntimos, el miedo, se expresan magistralmente, con un equilibrio entre el pudor y la sinceridad sabiamente dosificados que atrapan el interés del lector hasta la última página.
Pero el gran valor de este libro no reside únicamente en narrar brillantemente un drama que deja al lector con el corazón encogido, sino transcender dicho drama y superarlo.
El texto tiene un claro componente existencial y catártico. Por un lado el autor necesita explicar la historia de su obsesión, descargarse del enorme peso que le ha supuesto el precio pagado por dar cumplimiento a su pasión y la terapia de exorcizar sus demonios personales, tras un largo periodo de maduración y reserva, parece que ha funcionado.
Paralelamente a dicha experiencia nace una nueva persona. Un ser más maduro, más sabio, más completo. Con las reflexiones que se apuntan sobre el valor de la amistad, la muerte, el sentido del viaje, la cordada, el camino hacia Itaca, Juanjo nos enseña como transcender los hechos dramáticos de una expedición para extraer una enseñanza moral y continuar adelante en la dura ascensión de la vida.
Al final de este texto, como en todos los libros de montaña que relatan experiencias de muerte y situaciones dramáticas siempre queda la misma pregunta: ¿Por qué? ¿Ha valido la pena el precio pagado? A cada uno su respuesta.
Quien disfrute con este texto puede ir preparándose con la próxima reedición por parte de Desnivel de «Cuando la luna cambie», también un bello libro de Juanjo San Sebastián, aunque de estilo diferente.