
Al inicio de la segunda Guerra Mundial se publica en Inglaterra un extenso libro de una periodista y reportera inglesa sobre un viaje realizado por Yugoeslavia, en un intento de implicar a los aliados en la lucha de los pueblos balcánicos contra el fascismo nazi. Rebeca West, fascinante personaje, había visitado a lo largo de un mes y medio todas las repúblicas de los Balcanes: Croacia, Dalmacia, Herzegovina, Bosnia, Serbia, Macedonia y Montenegro, visitando sus pueblos, hablando con sus gentes y deteniéndose en sus monumentos.
West interpreta la historia de estos pueblos y sus gentes a partir de su convulso pasado, de las continuas inflexiones de la historia, en una inestable deriva entre el imperio otomano y el imperio austrohúngaro. Para la autora la historia de estos pueblos marca de manera decisiva su presente y futuro, y en cierto sentido es un tanto fatalista. Parece considerar que el devenir de dichos pueblos, entendidos como grupos étnicos, está escrito en el destino y que los individuos que en su momento son protagonista, poco pueden hacer para cambiar el curso de los acontecimientos, ya que el peso de su pasado nacional es determinante.
El texto posee un estilo admirable, clásico, delicioso de leer, escrito por alguien de notable cultura, con una excelente formación histórica y una enorme perspicacia para deducir verdades de las realidades que contempla.
En la introducción Kaplan califica este libro como un monumento al clasicismo y lo señala como el libro de viajes perfecto, canónico, que nunca será superado. Reconociendo las evidentes bondades y cualidades de este texto excelente, sin dudas modélico libro de viajes, este cronista no osará contradecir al prestigioso Kaplan, pero se atreve a señalar que antes de la aparición de este libro ya existían algunos textos que han marcado sin dudas el canon sobre los libros de viaje. En cualquier caso es el lector quien debe juzgar, y aquel que posea el suficiente empeño y tiempo para enfrentarse con sus 1.300 páginas seguro que no quedará defraudado y leerá lo que sin dudas es un gran libro de viajes, a la vez que empezará a entender algunas de las claves actuales del laberinto balcánico.