
Añadirle un plus a la dificultad mundial del búlder requiere, no solo valor, sino una inmensa confianza en uno mismo y sobre todo, mucha tenacidad. Para Toni Lamprecht éstas parecen cualidades innatas. Su última propuesta supera todas sus anteriores creaciones, en dificultad y en longitud del nombre: Bokassa´s fridge-Assasin, monkey and man es su particular propuesta de 8c+.

«Fue un día afortunado cuando resolví mi mayor problema hasta la fecha», recuerda Lamprecht, quien, tomándoselo como un juego para entrenar, iba a tratar de combinar dos de sus bloques de Kochel, Bokassa´s fridge (8b+/c) y Assasin, monkey and man (8c). Su sorpresa sería mayúscula cuando al sexto intento del día lograba hilvanar los 12 pasos de ambas líneas, repartidos en seis metros sobre una vira. «Necesitaba prepararme para un gran proyecto en verano… quizás el último, debido a mi edad». Dos meses de intentos, sobre este combo, le bastaban reencontrarse con el mejor Lamprecht. «Debido a mi trabajo ya no puedo viajar mucho y las oportunidades de hacer búlder se han reducido más de lo que quisiera. Esta es la razón por la que paso tanto tiempo en Kochel (a 45 minutos de casa)», apunta el alemán, al que no se le puede negar una eficiente capacidad para aprovechar el tiempo. «Se trataba de probarme en estos bloques para coger la fuerza necesaria y afrontar alguno de mis próximos objetivos». El resultado sería una propuesta de 8c+, a la que se le rompieron dos agarres debido «al sobrepeso tras la Navidad», de puro taloneo, con amplias posibilidades de caer de espaldas o de cabeza.
«Qué se puede esperar. Cuando no tienes tiempo para conducir a lugares nuevos, y no quieres ir al gimnasio, tienes que escalar cosas como esta».
Durante los primeros intentos, Lamprecht todavía se resentiría de una lesión sufrida en Ticino. «Hice un viaje sano, eliminando el alcohol y la mala comida, e intenté este proyecto, dividiéndolo en tres partes. Sin embargo, la lesión no estaba totalmente curada, quizá porque realmente nunca dejé de escalar. Fue doloroso».
Pero volvería. Con cerca de 10 kilos menos y el dolor remitiendo, en febrero, recuperó la forma «increíblemente rápido» gracias a la terapia de rodeno de Albarracín. Entonces puso sus ojos en Bokassa´s fridge-Assasin, monkey and man. «Empecé a pensar, seriamente, que podía resolverlo». Lo haría. Lucharía como recomienda Dani Andrada («a muerte») y demostraría que la edad, como casi todo, es relativa.
Todavía tendría que enfrentarse al problema de la cotación. Proponer 8c+, aunque te llames Toni Lamprecht, siempre puede provocar algún delirio. «Es difícil comparar Bokassa´s fridge-Assasin, monkey and man con otras ascensiones porque para mí empezó como un juego. Realmente no creí que fuese a considerarla una gran línea, pero el poder intentarla con fecuencia cambió mi concepción. Es buena, larga y poderosa».