Ir tranquilamente en coche a por una jornada bloquera y de repente llevarte un 8B al flash es algo que está al alcance de muy pocos. De hecho, entre los escaladores españoles, sólo Nacho Sánchez lo había logrado, a finales de 2011, con el encadenamiento de I shot Sarkonazy assis en Targasonne. Aquella ascensión le valió el Premio FEDME del año siguiente en la modalidad de escalada deportiva y búlder.

Ahora ha sido Rubén Díaz quien lo ha emulado. El escalador bilbaíno conducía hacia Cataluña cuando de repente se le ocurrió que podría estar bien ir a La Pedriza. Allí se reunió con varios amigos y, envuelto de un ambiente estupendo, le dio con decisión un primer pegue a Lemento, un problema que no había probado anteriormente aunque sí lo conocía. Animado y arropado por su gente, luchó el bloque hasta que salió por arriba.
Él tampoco le da mayor importancia, y valora más la experiencia y el disfrute que los números y las letras. Lo que está claro es que su alto nivel de disfrute está directamente relacionado con un altísimo nivel de forma, que hace unas semanas ponía al servicio de la cuerda para encadenar Celedon txiki 8c+/9a. Un encadenamiento de una vía que de ningún modo le ha afectado negativamente en sus actuaciones en búlder.
No era tu objetivo ir a por el 8B a flash, ¿verdad? ¿Cómo fue ese día inesperado?
En absoluto. El tema flashear lo tenía absolutamente olvidado y descartado, sobre todo como objetivo. Antes flasheaba bastante, pero sentía que era generarte una presión prepegue innecesaria. Deportivizar y presionar en exceso una ascensión en roca. Llevaba más de un año sin flashear ni intertar flashear ningún bloque duro. Este flash simplemente ha ocurrido con relativa espontaneidad. Relativa porque sí que fui a por él y espontánea porque no me animé a hacerlo hasta que de camino con Ruano hacia el bloque que íbamos a probarlo de sentado salió la conversación de que por qué no un posible apretón en un primer pegue. Estaba muy a gusto con el grupo -Óscar, Ruano, Nacho, Rebe, Finuco, Manu y compañía- que estábamos, me apeteció tranquilamente intentarlo y salió.
¿Quién te flasheó y cómo? ¿Alguien hizo los movimientos antes o te fueron diciendo sobre la marcha?
Es un bloque con una altura suficiente para que no puedas ni siquiera ver realmente cómo son los cantos. Óscar y Ruano me pillaron por banda y desde el suelo me contaron con detalle cada matiz. Aún así, lo estuve visualizando un buen rato porque creía que me tocaría improvisar los pies ya que a los dos no les llego ni al pecho y estaba memorizando posibles opciones por si esos pies no me iban. Al final fue sólo seguir el guión.
¿Siempre le das un primer pegue a vista/flash a todo lo que haces o sólo a veces?
En arenisca o caliza voy más tranquilo. En granito cuando he calentado, toco un poco los cantos, me cuelgo de ellos probando algún paso suavemente y cuando veo lo que hay me quito los gatos, me abrigo y cuando veo que tengo los dedos bastante fríos sin llegar a no sentirlos le meto un pegue sin conocimiento. Al flash no suelo ir, pero a pocos pegues siempre.
¿Cómo describirías Lemento en cuanto a movimientos, longitud, etc.?
Tienes todas las características para que sea un blocazo: altura buena, línea estética, caída perfecta teniendo buenos porteadores -que eso sabía que los tenía y es la clave para tener la tranquilidad de ir a muerte-, en un lugar… La Pedriza, con el nombre queda todo dicho, un bloque corto para que sea todavía más puro y con pasos dinámicos y estáticos sobre regletas perfectas. Una auténtica joya que hay que agradecer a quienes lo encontraron, cepillaron y descorcharon.
¿Tiene unas características que lo hagan especialmente proclive a encadenarlo al flash?
Que te vaya bien, como todos, no sólo al flash sino a pegues. Hace dos años porteé a Arroita mientras lo tachaba, pero entre que creía que me iba fatal y otros proyectos que tenía ni lo probé. Fíjate si lo tenía descartado, no sólo al flash sino a pegues. Puede ser que si lo hubiese llegado a probar entonces no lo hubiese hecho en todo el día y esta vez… me sale en sólo un pegue. Lo que hace hacer las cosas cuando hay que hacerlas, cuando apetece y cuando estás motivado y con ganas.
Hacer algo tan duro al flash no es nada habitual, ¿representa un paso adelante en tu carrera como escalador?
No cambia absolutamente nada que haya cogido el top de un filo de granito a la primera o no. Sí que es verdad que es una experiencia nueva y otra vivencia adquirida. La concentración, visualización, autocontrol, las ganas, la tranquilidad… que experimentas en tan solo 30 segundos tan intensamente es un reto y una experiencia muy enriquecedora. Y no por la dificultad en sí -porque hay problemas en el mismo estilo y en diferentes que me han costado mucho más- sino por enfrentarte y superar ese nivel de exigencia que te supone estar ante un bloque así, mirarlo hacia arriba e intentar romper esa barrera con tus armas de aprendizaje.
¿Qué es lo próximo? ¿Cuáles son tus proyectos/planes para este invierno?
Faltan dos inviernos, este del hemisferio norte y el otro del hemisferio sur. Cada uno con proyectos diferentes pero con un denominador común: disfrutar al máximo.