Una de las líneas más duras del búlder mundial ha sido escalada por tercera vez. Se trata de No kpote only, la creación de Charles Albert en el sector Rocher Brûlé de Fontainebleau. Después de la primera ascensión de 2018 y de la única repetición que había registrada hasta ahora, ha sido también ascendida por Nico Pelorson.
La cuestión más destacada de la repetición de este joven escalador francés de 23 años es la que hace referencia a su propuesta de grado. Pelorson, que ganó varias pruebas internacionales de búlder en categorías juveniles, incluido el Campeonato de Europa 2016, se ha dedicado más a las vías que a los bloques en roca, como demuestra la media docena de encadenamienots de noveno grado que acumula.
Historia de la línea
No kpote only fue la segunda propuesta mundial de 9A. Dos años después de que Nalle Hukkataival lanzara la primera por la todavía no repetida Burden of dreams en Lappnor (Finlandia), Charles Albert se atrevía a emularlo con esta línea de diez movimientos que surcan un enorme desplome. Corría el mes de diciembre de 2018 y, como siempre, el también conocido como Mowgli o Barefoot Charles, lo hizo escalando descalzo.
En marzo de 2019, Ryohei Kameyama anunció haber resuelto también No kpote only, en un viaje por Europa que realizó el escalador japonés y que también lo llevó a probar Burden of dreams. Aplicó algunos métodos diferentes y, según él, el problema de Fontainebleau se ajustaba más a un grado de 8C+/9A.
Cuestión de métodos
Una vez más, los métodos utilizados por un escalador u otro son claves en No kpote only y su graduación. La escalada de Charles Albert se basa en la ventaja que tiene de usar sus dedos de los pies para aferrarse a salientes imposibles para los pies de gato y traccionar de ellos.
Nico Pelorson trabajó el problema a consciencia. Le dedicó siete días a lo largo de 2019 y otro más en 2020 y realizó un entrenamiento específico para reforzar sus bíceps y tríceps. El resultado más visible de esa preparación son los nuevos métodos optimizados que ha conseguido aplicar: en lugar de usar los dedos de los pies en varias secuencias como hacía Charles Albert, él ha optado por tirar de talonajes. “Con pies de gato y métodos optimizados, sale más bien como un 8C sólido”, asegura, aunque también matiza que “de todos modos, la cotación no es importante, sino la belleza la línea, el placer de escalar y de compartir”.