Lucie Hrozová lleva menos de dos años dedicada al búlder. Llegó hasta esta modalidad de la escalada después de que un período de lesiones la obligara a alejarse del drytooling primero (por una lesión en el hombro) y de la deportiva y vía larga después (síndrome compartimental en los antebrazos). Con los piolets había alcanzado el máximo nivel mundial, con su repetición de Saphira el primer M15- femenino en Vail (Colorado) y con hasta catorce medallas en pruebas de la Copa del Mundo de Escalada en Hielo.

Ahora, cuando sale a escalar al aire libre, deja los piolets y los crampones en casa y se lleva en su lugar el crashpad. Así, ya el año pasado comenzó a destacar notablemente en la escalada en bloque y se anotó sus dos primeros encadenamientos de 8B en un exitoso mes de abril: Temná hmota en Snezník y Conquistador en Sklapsko.
Prehistorik 8B/+
Este año, Lucie Hrozová estrenó la temporada bloquera con los primeros octavos en marzo. En abril igualó su máximo grado hasta la fecha con la repetición de Rustam direct 8B en Holstejn. Y el pasado sábado 14 de mayo daba el siguiente paso en su progresión con la repetición de Prehistorik 8B/+ en Labské Údolí.
Esta línea vio la luz hace poco más de un año. El campeón checo Martin Stranik se adjudicó la primera ascensión en enero de 2020. Hace pocas semanas, el problema registró su primera ascensión femenina, que corrió a cargo de la también checa Jana Vincourková.
Lucie Hrozová ya la había intentado brevemente el año pasado, cuando fuertes dolores en un dedo la obligaron a abandonarla. Este año, había vuelto a ella con ciertas reservas debido a esas dolencias, pero le ha salido más fácilmente de lo que pensaba.