Juan Alonso se mostraba muy contento días atrás en sus redes sociales. Y no le faltaban razones. Por fin había puesto punto y final a un proyecto que había intentado una y otra vez durante los últimos seis años y que se reducía a un único movimiento. ¡Pero qué movimiento! El resultado es Hell boy, situado en Tamajón, que llega con una propuesta de grado de 8C.
“No sé ni cómo empezar a contar la larga historia que tengo con este lance después de seis años dándole zambombazos a muerte”, expresaba el escalador madrileño. Si empezara por el principio, habría que viajar seis años atrás en el tiempo, cuando Óscar Martínez le llevó a ese rincón de Tamajón para mostrarle el bloque que descubrió y limpió en 2010. Él visualizaba un lanzamiento impresionante y ambos se emocionaron con la idea de quedarse de ese agujero casi imposible.
Salto de 2,5 m de longitud a 3 m del suelo
El problema de Hell boy se reduce básicamente a ese movimiento único y salvaje. La línea comienza con “dos pasos sencillos, nada difícil”, según explica el propio Juan Alonso. “Eso sí –advierte– te pones a una altura de unos tres metros para disponerte a lanzar, y eso hace que te lo pienses dos veces”.
Él calcula que lance en sí presenta un desplome de unos 58º grados de inclinación y el vuelo cubre una distancia superior a los dos metros y medio… Todo ello, sin olvidar que el escalador se encuentra por encima de los tres metros de altura sobre el suelo. “De ahí la necesidad de las colchonetas”, razona.
De hecho, en la fotografía en la que se le ve enganchando el tan ansiado paso, se pueden contar una decena de crash pads, algunos de ellos de entre los más gruesos del mercado.
Seis años y primer 8C de lanzamiento
Juan Alonso ha estado yendo y viniendo a su proyecto de lance en Tamajón durante los últimos seis años. “Han sido seis años de idas y de venidas pero siempre tuve la ilusión de hacerlo y eso me empujó a no rendirme nunca”, comenta una vez que el sueño se ha convertido en una realidad.
Respecto al grado, se ha decantado por una propuesta de 8C, basada en ese movimiento de locura. Según su información, sería “la primera propuesta de 8c de lance que se conozca”.
Antes del encadenamiento de Hell boy, Juan Alonso ya había tachado algún otro 8C, como Papá oso en Torrelodones. En la entrevista que concedió entonces a Desnivel.com ya adelantó cómo eran sus líneas favoritas: “Regletas buenas y movimientos largos en desplome y, si terminan en dinámico, ya lo flipo”.
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