Explosión del bloque en Navalosa. O mejor dicho, explosión de bloqueros. Mientras en Valcorchero (Cáceres) la lluvia arruinó la edición 2006 de la compe decana en nuestro país, la cuarta entrega de Navalameca, esta vez bajo el pseudónimo Woodstock-block, reunió a más de 2.000 personas (801 inscritos en la prueba) en dicha localidad abulense el pasado fin de semana (29 septiembre-1 octubre). Quien se acordase del multitudinario festival de música hippy de 1969 para bautizar la cita, acertó plenamente: no cabía nadie más en Navalosa.
El encuentro se convirtió en mega encuentro, con gente acampada ya dos días antes, y la zona cerrada a los coches desde el mismo viernes por la tarde. Además, gracias al apoyo y participación de la firma Petzl, acudieron cara muy conocidas y escaladores de primera fila de nuestra geografía (Josune Bereziartu, Berta Martín, Rikar Otegi, Leire Agirre, César Ciudad, Iván Luengo, Abraham Olcina…) y de más allá de los Pirineos (Jerome Meyer, Tony Lamiche, François Lombard, Amelie Delfino, Danie Dulac, Nalle Hukkataival…).
Maratón y Lolomaster

Y todos ellos con ganas de pasárselo bien. La prueba es que se mezclaron y escalaron junto al resto de participantes, con humildad, buen rollo y, sobre todo, mucho cachondeo. De hecho, la «expedición francesa» de los Meyer, Lamiche y compañía aparecieron disfrazados de hippies setenteros y con la videocámara constantemente encendida.
El encuentro arrancó el viernes noche con el concurso de lances y fiestón de dos ambientes hasta las seis de la mañana. La carpa de 9 metros de la zona de acampada, con platos, dj»s, y pantallas de video, completó el tradicional encuentro de los asistentes en la plaza del pueblo; y el bar hasta arriba, por supuesto. Bien lo celebraría Juan C. Carrillo, ganador del concurso de lanzamientos.
Al día siguiente, con la resaca de rigor, arrancó el tradicional Maratón popular de bloque, con caras también conocidas como la de Finuco Martinez, un habitual de Navalameca y finalmente ganador este año. A la misma hora, los más fuertes se centraron en los bloques seleccionados en el sector Campanitas para la categoría Lolomaster: trece bloques desde 6c a 8a, y el objetivo de encadenar el máximo número de ellos, con los menos pegues posibles.
8a de lance, a la primera
Y con tanto «máquina» suelto, los intentos decidieron al Lolomaster de Navalosa 2006, el francés Tony Lamiche. Ante la sorpresa de los presentes (ojos como platos), resolvió Iberia (un lance de dos metros y medio) a la primera, y se llevó el título.
Por detrás de él, el también galo Daniel Dulac (que tardó 9 pegues más en hacer el lance) y el finlandés Nalle Hukkataival (que no consiguió blocarlo) completaron el podio. Por su parte, Finuco y Agustina Lallana fueron los que más puntos sumaron en el Maratón popular.
Después de todo un día desgastando yemas, volvieron a encenderse los focos y los equipos de sonido, y se celebró la tradicional caldereta en la plaza del pueblo, cortesía de la organización, así como el lógico festival (nocturno, es este caso) posterior.
Domingo de resurrección

Sobre todo para los que cerraron la carpa y/o los bares. La tercera jornada de Navalameca fue de relax, resaca y más búlder. Tiempo de apuntarse los bloques que quedaron apuntito el día anterior, entre los más de 500 que acumula ya la zona. Aunque esta vez la compe no contó con nuevas aperturas, sí se amplio el radio de acción, y no se limitaron sectores como en pasadas ediciones. Las Campanitas o El Callejón fueron los más concurridos (por cercanos y por acoger a los «lolomasters»).
Y para los organizadores, hora de recoger todo el tinglado. Así hemos pillado hoy lunes al director de orquesta, el madrileño Rodrigo Rodríguez, desmontando la carpa de la zona de acampada. Una organización que, además del impulso en presupuesto y medios de Petzl, ha vuelto a contar con la colaboración de la población de Navalosa, que sigue disfrutando (y sorprendiéndose, suponemos) de esos raros seres con colchoneta al hombro, que siguen invadiendo su pueblo cada año por estas fechas, para subirse a la piedras…